COBARDIA Y TRAICION
– MORELLA BARRETO LÓPEZ
Luisa Ortega Diaz habla con voz es trémula. Es claro que otros la guían y ella repite. Como confiamos en ella? Como llego allí? La conocí una noche con mi hermana y hablamos de viejas luchas, no lo olvidare. CreÍamos era camarada y un punto de apoyo en los desafÍos por venir. Pero no, es tembleque como su voz. Y mucho mas, muestra la traición. Y he aquí a Hamlet en su careo con la verdad. Quien creÍas eras, no es. “Oh vida! … esta es la hora en que los cementerios se abren y el infierno respira contagios al mundo”…
Los titiriteros del norte juegan con nuestras emociones e insisten en que nos matemos. Se avista a veces la confrontación definitiva, la guerra. En realidad, y con mucho pulso, la contenemos. Pero la paciencia tiene sus limites también, como la del coronel Lugo ante Julio Borges. “Tu derecho termina donde comienza el mío” y lo empujo. Diferente a Hamlet enfrentamos colectivamente al enemigo, al fascismo, a la cultura de la muerte, con “espíritu de acero y moral de hierro”, ha pedido el presidente Maduro. Ellos no tienen fuerza. Ninguna. Nos importaron una guerra derrotada por nuestra propia realidad que la gran democracia del norte todavía no dilucida, porque hemos puesto a prueba a Gene Sharp. Pero quien se asusta y no confía en sus propias convicciones cede. Y no es eso lo que siente el pueblo venezolano libertario e igualitario. En estos días de lobos hambrientos cada quien revela su verdadera naturaleza. La cobardía es un vicio que lleva a toda degeneración del valor. Y la traición, deslealtad con alevosía. Pasiones humanas exaltadas ambas en la lucha por el poder y, ese equilibrio frágil entre ética y política se resquebraja cuando se confronta a la muerte.
La Revolución Bolivariana esta a punto de atravesar el Rubicon. “La suerte esta echada” había dicho Julio Cesar la noche anterior de la magna empresa entre tormentos y dudas. Será un avance sustantivo de cambios históricos que nos colocara en otro lugar. La democracia protagónica y participativa no ha hecho sino aparecer y el poder popular va tomando forma y vigor en la construcción colectiva de nuestro socialismo. Mucha esperanza y fe produce la Asamblea Nacional Constituyente por venir porque, ademas, esta en juego la paz y ganar la guerra a la oscuridad.
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