La estrategia de la MUD se circunscribe a los planes impulsados contra Libia Siria, donde luego de la creación de un clima de…
Luego del fracaso en la Organización de los Estados Americanos (OEA), la oposición venezolana ha decidido poner en práctica un nuevo plan que tiene como objetivo la instauración de un gobierno paralelo.
Esta “hoja de ruta” que fue anunciada por el diputado Julio Borges, consta de 10 puntos que tienen como punto de partida el desconocimiento a toda la institucionalidad legítimamente constituida y por ende, la legitimación de cualquier acción que se instrumente contra el Estado.
Esta propuesta de la MUD se asemeja a la instrumentada en Libia donde se creó el Consejo Nacional para la Transición, y Siria donde conformó la Coalición Nacional Siria. Estas estructuras obtuvieron el reconocimiento por parte de la Unión Europea (UE) y de Estados Unidos (EE.UU.), quienes los calificaron como “representantes legítimos” de sus países.
Esta acción sirvió de manto jurídico para impulsar las guerras civiles en estas naciones, que tenían como objetivo derrocar los Gobiernos de Muamar al Gadafi (asesinado) en Libia y Bashar Al Assad en Siria, siendo este último, el que ha resistido la embestida de esta estrategia imperialista que fue implementada en varias etapas pasando de la protesta a la guerra.
De la protesta a la violencia
En Venezuela el 1 de abril se iniciaron una serie de protestas que en la medida en que van mermando en participación, incrementan el nivel de sus acciones violentas, llegando incluso al ataque de centros hospitalarios, educativos, edificaciones gubernamentales y comercios públicos y privados, además de la muerte de 90 personas.
Esta acción ya fue puesta en marcha contra Siria y Libia en medio de la llamada “primavera árabe” en el 2011 cuando se inician las protestas en Libia, y Siria donde en ambos casos se iniciaron exigiendo “mejor calidad de vida”, pero con el transcurrir de los días fueron incrementando sus acciones violentas hasta derivar en una insurgencia que bajo el pretexto de combatir la “represión” de los Gobiernos de Muamar Gadafi en Libia y Bashar al Assad en Siria.
“Al principio decían que las marchas en Siria eran pacíficas, pero al ver que no se propagaron las marchas y las protestas, infiltraron en ellas a sujetos para disparar a ambas partes, lo que produjo muertos. Entonces empezaron a decir que el gobierno mataba al pueblo”, rememoró Al Assad.
Pronunciamiento clave
El 30 de mayo la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, tuvo un pronunciamiento que señalaba de “ruptura del hilo Constitucional” par de sentencias emitidas por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que dio punto de partida para las movilizaciones que se suscitaron a partir de abril. Esta actitud asumida por la jefa del Ministerio Publico ha ido incrementándose llegando a “condenar la represión” de las autoridades que contienen la violencia instrumentada por terroristas de la MUD.
“Cada vez que la fiscal sale, coincide con momentos en que la calle se le está debilitando a la derecha, y hace declaraciones que generalmente son un pote de humo, una bomba solo matabobo, porque se refiere a cosas como solicitar antejuicio de mérito cuando ella no tiene ninguna atribución constitucional para solicitar esto a nadie”, señaló el miembro de la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela y alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez.
Este “desmarcaje” de un funcionario del Estado se suscitó de igual manera en Libia como en Siria, en el caso de Libia, fue el ministro de interior Abdul Fatah Younis quien anuncia su dimisión luego de registrarse la muerte de 17 personas durante protestas en Bengasi, en tanto que en Siria el personero en anunciar su desacuerdo con el Gobierno de Al Assad es su primer ministro Riyad Hijab. En ambos casos, estos desertores se convirtieron en líderes de la insurgencia.
Deslegitimar al Gobierno
Durante el mes de mayo, el diputado Julio Borges emprendió una gira destinada a injuriar al Gobierno nacional y solicitar el bloqueo político y económico contra el país, haciéndose evidente en el caso donde amenazó a la inversora financiera internacional Goldman Sachs.
Tal acción también fue ejercida contra los Gobiernos libio y sirio donde los promotores de estas acciones crearon una cúpula de voceros que iniciaron las gestiones necesarias para concretar el bloqueo de sus países y el desconocimiento de las autoridades legítimas.
Con esta acción lograron bloquear el financiamiento a los Gobiernos de estos países, de modo de generar las condiciones necesarias de asfixia económica, que además de descontento en la población, provocaron una merma logística para el sistema de defensa de estos Estados.
La guerra
Recientemente, el dirigente del partido de la ultraderecha Voluntad Popular, Freddy Guevara, reveló en una “asamblea de ciudadanos” en una localidad del este de Caracas, que la última etapa de la estrategia planteada por la MUD sería la “rebelión”, para lo cual insistió se tenía que “construir la legitimación política nacional e internacional”.
“Aquí no pensamos que es un día D, sino una etapa D. La etapa final de la rebelión ciudadana es hacerles ver por la vías de los hechos que el país no va a avanzar mientras ellos estén en el poder; es decir la ingobernabilidad”, fueron las palabras de Guevara.
Este último llamado de la dirigencia opositora se encuentra enmarcado dentro de esta estrategia que ya fue aplicada en Libia y Siria, que tuvo como su etapa final la concreción de una guerra civil que en ambas naciones árabes, ha significado la destrucción de ciudades enteras y solo en territorio sirio hoy se cuentan más de 300 mil muertos y cinco millones de desplazados en seis años.
CIUDAD CCS
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