Los millones de documentos sobre los clientes de los paraísos fiscales tienen una sola cosa común: las empresas y los individuos de Estados Unidos (EE.UU.) no figuran en la lista de los vinculados. Varios medios analizaron las razones tras esta peculiaridad.
Los estadounidenses están presentes en muchos paraísos fiscales y la evasión de impuestos no es nada nuevo para la economía de EEUU, afirma el periódico Politico. Sin embargo, la filtración de la empresa legal panameña Mossack Fonseca no contiene datos sobre clientes norteamericanos.
Los norteamericanos ocultan el dinero en otras partes del mundo
Algunos analistas opinan que los ciudadanos de EEUU son más competentes en ocultar sus transacciones y lo clave del asunto reside en sus preferencias nacionales y en los cambios de la política financiera global, destaca el medio.
Los estadounidenses ricos suelen ocultar su dinero en otros paraísos fiscales, como las Bermudas, las Islas Caimán o las Islas Vírgenes Británicas. Todos estos territorios tienen el inglés como idioma oficial y una legislación directamente derivada del derecho anglosajón, lo que facilita los contactos con los clientes provenientes de EEUU.
Por su parte, “Panamá se ve como un país algo desfavorable” e inestable, afirmó Edward Kleinbard, profesor de Derecho y Negocios de la Universidad de Carolina del Sur, citado por Político.
Además, los ciudadanos de EEUU tienen lugares idóneos para disminuir la base imponible dentro del mismo EEUU. Los estados como Delaware y Nevada permiten crear fácilmente empresas opacas, eliminando la necesidad de huir a Panamá. De hecho, el país norteamericano ya figura en las listas de los mayores paraísos fiscales, señala el periódico.
EEUU perjudicó a Panamá para atraer capitales
Los paraísos fiscales tienen mucha importancia en el mundo financiero.
“No existen grandes organizaciones financieras sin alguna empresa en un paraíso fiscal. También los usan grandes corporaciones internacionales para evadir impuestos“, aseguró a Sputnik el periodista y experto financiero alemán, Ernst Wolff.
Pero en general, el mundo de las finanzas no está interesado en debilitar a los paraísos fiscales y los medios de información —controlados, a veces, por las grandes entidades financieras— tampoco se ocuparían de tales revelaciones sin un incentivo, opinó Wolff.
Con los papeles de Panamá, EEUU continuó su asalto a ciertos paraísos fiscales con el intento de perjudicar su reputación y atraer más capitales a sus propios centros financieros semejantes, como los de Nevada, Delaware, Dakota del Sur y otros.
“Influyeron con este fin en Suiza. Obligaron a los bancos suizos a revelar los datos sobre sus clientes de ciudadanía de EEUU y expandieron esta demanda hacia otros países. Pero el mismo EEUU introdujo el secreto bancario absoluto”, afirmó el experto.
Cuanto menos “refugios seguros” queden en el mundo, más dinero llegarán a los centros financieros de EEUU. “Estoy seguro que la fuente —de los Papeles de Panamá— está vinculada con la inteligencia estadounidense. Las filtraciones de Panamá favorecen a EEUU y al mismo tiempo permiten desatar una nueva campaña contra el presidente ruso, Vladímir Putin, por ridícula que sea, debido a la falta de pruebas”, notó el experto financiero.
En la escala global los Papeles de Panamá no significan mucho, cree Wolff. La lucha entre los actores principales del mundo financiero es incesable, y esto es una de sus formas.
Por otro lado, cabe destacar también que mientras la injusticia social sigue creciendo por todo el mundo, la gente puede empezar a cuestionar el sistema establecido.
“Entonces, para que el ‘pueblo simple’ no se canse de esa desigualdad, es necesario sacrificar algunas personas acomodadas para demostrar que un castigo es posible. Pero esto no conlleva ningún cambio real”, concluyó el experto.
El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés) es un proyecto del Centro para la Integridad Pública (CPI, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro estadounidense creada en 1989 y especializada en el periodismo investigativo. Entre los contribuyentes del CPI y del ICIJ figuran una multitud de entidades y fondos estadounidenses, entre ellos el fondo Open Society de George Soros, la fundación Ford, y los fondos de los hermanos y la familia Rockefeller, entre muchas otras organizaciones e individuos.
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