Néstor Francia/Análisis de Entorno: Revolución pacífica, pero no desarmada (13-04-2016)
Hoy se instala la sesión plenaria del Congreso de la Patria, a 14 años de la rebelión popular cívico-militar que acabó con la fugaz dictadura fascista que impusieran entonces el imperialismo y la oligarquía. La fecha es, pues, propicia para que se dé este evento chavista que juega en el sentido de la preparación del pueblo revolucionario para abordar la profundización del gran conflicto político que vive Venezuela. Aunque el presidente Maduro y la dirigencia revolucionaria han llamado a la amplitud del Congreso y a convocar a todas las fuerzas patrióticas del país, lo cual es correcto, para nosotros es claro que es este un evento chavista, bolivariano, revolucionario, poderoso sector del país que acogerá seguramente como aliados a todos los que quieran alinearse en algún momento en torno a él.
El Presidente reiteró que el Congreso de la Patria será instalado “con todos los sectores, con todas las columnas sociales, con todas las fuerzas políticas, grupos, movimientos, colectivos… será un gran encuentro de reunificación y unión popular, el nuevo liderazgo de la Patria”. En nuestra opinión, esta definición es básicamente pertinente. La vanguardia social del pueblo revolucionario se ha venido reuniendo desde distintos sectores hasta desembocar en el acto del día de hoy. Es, en verdad, el nuevo liderazgo social, el que surgió bajo la batuta de Hugo Chávez, el que insurgió contra la dictadura de Carmona en su dimensión cívico-militar y reinstaló a Chávez en la presidencia, abonado ahora por nuevas voces y gente más joven. Está por todas partes, diseminado a lo largo de todo el país, menos cohesionado que lo que sería deseable, aunque movilizado y en disposición de combate. Ojalá el Congreso de la Patria sirva para darle mayor coherencia y organicidad.
La organización de la vanguardia social es un gran imperativo del momento, cuando arrecia la ofensiva imperial-neoliberal contra la Patria grande, con Venezuela como una de las grandes joyas de la corona. Al calor del desarrollo de las reuniones del Congreso de la Patria han venido surgiendo ideas e iniciativas importantes de cara a la necesidad de preparar al pueblo para las confrontaciones actuales y las que se avecinan. En una intervención hecha sin la presencia de medios de comunicación, en el marco del reciente evento internacional de intelectuales, una alta dirigente revolucionaria insistió en dos temas que esta dirigencia ha venido manejando a menudo después del 6D: por una parte, en los próximos meses se profundizarán las contradicciones y se radicalizará el conflicto político; por otro lado, se hace necesaria una evaluación de las formas de lucha que ha venido aplicando la Revolución En el mismo evento mencionado, dos de los participantes, el cubano Abel Prieto y el argentino Carlos Aznares, se refirieron al tema de las formas de lucha, introduciendo el asunto de las elecciones burguesas, que hasta ahora han sido bastante útiles a los movimientos de izquierda en América Latina, pero que también han sido utilizadas por la derecha para ocupar espacios de poder, acumular fuerzas y prepararse para la actual contraofensiva contrarrevolucionaria.
Las elecciones burguesas son un terreno natural de las derechas, ya que suelen combinarse con otras herramientas como el sabotaje económico y de servicios, la manipulación mediática, la conflictividad social inducida y otras, para incidir en la conciencia de los pueblos, engañarlos y confundirlos, y de esta manera lograr, en algunos casos, que esos pueblos voten contra sus propios intereses. No se elige trayectorias, logros ni programas, sino por los efectos de la propaganda, limpia o sucia ¿Significa esto que las fuerza revolucionarias no deben seguir participando en elecciones burguesas? Por supuesto que no, pero por otra parte no es posible descartar, en modo alguno, que las condiciones objetivas de esta confrontación histórica, estratégica, puedan conducir a la necesidad de asumir formas de lucha diferentes, inclusive formas de lucha armada.
Ahora bien, en ese sentido, la estrategia de moralizar a las fuerzas del chavismo, fortalecer su conciencia y su mística, y prepararlas anímica y materialmente para enfrentamientos futuros de cualquier tipo, es acertada y necesaria. Como dijo alguna vez el Comandante Chávez, esta es una Revolución pacífica pero no desarmada (y lo de “pacífica”, por lo que se ha visto, es solo relativo). Una vez más estos Análisis son insuficientes para ni siquiera acercarnos a alguna pizca de profundidad en temas tan complejos como estos, pero así son las cosas.
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