VIOLENCIA
INSURRECCIONAL O PODER CONSTITUYENTE
Christian Farías
1.-
El contexto histórico actual de nuestro país se caracteriza por la presencia
determinante de un conflicto político, social, económico y cultural entre
fuerzas antagónicas dentro de la realidad venezolana. Estas fuerzas están representadas
por dos sectores fundamentales. De un lado, nuestro gobierno bolivariano
encabezado por el presidente Nicolás Maduro, que cuenta con el respaldo del
PSUV, el Gran Polo Patriótico, el Congreso de la Patria y las diversas y
múltiples organizaciones del Poder Popular del pueblo venezolano que, junto con
la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, FANB, conforma la unidad cívico-militar
patriótica, popular y revolucionaria como sostén fundamental del proceso
revolucionario bolivariano-chavista. Del otro lado, está la llamada Mesa de la
Unidad Democrática, MUD, en donde convergen todos los partidos políticos de la
derecha opositora, neoliberal, fascista y pro-norteamericana. En medio de esta
total polarización política, se encuentra un importante sector de nuestra
población que reclama diálogo, seguridad, paz, justicia, bienestar, progreso y
la estabilidad institucional de la patria libre, independiente y soberana.
2.-
Esta realidad nacional, está determinada a su vez por las pretensiones
injerencistas, amenazantes y hegemónicas de la política imperial, guerrerista y
criminal del imperialismo norteamericano, cuyo objetivo central es destruir la
patria de Bolívar y Chávez, la patria soberana de todas y todos los
venezolanos, para luego apoderarse de toda la riqueza petrolera existente en
nuestro subsuelo. Para lograr su objetivo, el imperio ha contado con los
agentes cipayos y apátridas de la
burguesía antinacional, que se ha prestado para desatar la guerra económica
atacando fundamentalmente la cadena alimentaria, las medicinas y los productos
importados en general. Igualmente, nos han impuesto la guerra mediática dentro
y fuera de nuestro territorio; la guerra cultural y la guerra criminal para
impactar negativamente el proceso formativo y de crecimiento de nuestros niños,
niñas, adolescentes y jóvenes, que son el tesoro de la patria. De manera que
estamos en un momento histórico delicado y crucial para el futuro inmediato de
nuestro país y del resto de las naciones de América Latina y el Caribe. En tal
sentido y para enfrentar los desafíos de este tiempo, es necesario fortalecer
la UNIDAD NACIONAL PARA LA DEFENSA ACTIVA DE LA REPÚBLICA CON LAVALENTÍA Y LA
DIGNIDAD NECESARIAS Y CONFORME A LO ESTABLECIDO EN NUESTRA CONSTITUCIÓN.
3.- En ese marco de contradicciones y
conflictividad polarizada, la dirigencia derechista y opositora de la MUD,
obedeciendo los lineamientos estratégicos del imperio que la financia con
dólares, ha tomado el camino de la violencia insurreccional con base en la
utilización de grupos vandálicos, incendiarios, pistoleros y criminales.
Venezuela entera y los medios informativos internacionales, han presenciado la
puesta en escena del plan desestabilizador y terrorista. Los hechos organizados
y dirigidos por los jefes de la
MUD (trancas, barricadas, quemas, saqueos, guayas, disparos,
entre otros) han quedado claramente visualizados ante la opinión pública y el
mundo como hechos vandálicos, terroristas y criminales. Las muertes
ocasionadas, las personas heridas, las casas y hogares afectados, las
instituciones destrozadas, los comercios saqueados, los vehículos destruidos y
los efectos psíquicos-emocionales sobre la paz espiritual y la integridad
física de las personas, constituyen delitos graves que deben ser juzgados y
condenados. En tal sentido, invocamos el Artículo 55 constitucional que en su
primer párrafo indica que “Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado a través
de los órganos de seguridad ciudadana regulados por la Ley , frente a situaciones que
constituyan amenazas, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las
personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus
deberes.” En concordancia con el Código Penal Venezolano, Artículo 293: “El que
haya ejecutado algún acto que tenga por objeto exponer alguna parte de la República a la devastación
o al saqueo, será castigado con prisión de 18 meses a 5 años. Si la tentativa
se efectuare siquiera en parte, se impondrán la pena de 5 a 9 años”.
4.- El presidente
Nicolás Maduro, fiel al legado del comandante Chávez y en ejercicio de las
facultades que le otorga la Constitución en su Artículo 348, ha convocado al
pueblo de Venezuela a la tarea histórica de ejercer su poder originario, de
acuerdo con el Artículo 347 constitucional, a través de la Asamblea Nacional Constituyente
que debe ser electa por votación universal, directa y secreta. El objetivo
fundamental de esta convocatoria histórica es frenar y derrotar el estallido de
la guerra civil que nos pretenden imponer la MUD y el imperio norteamericano,
crear las bases para el desarrollo de un gran diálogo nacional en paz y constitucionalizar
un conjunto de nueve (9) propuestas relacionadas con nuevas realidades políticas,
económicas, sociales y culturales que nuestro pueblo ha construido a lo largo
de estos 18 años de duras batallas y trabajo colectivo junto al gobierno
bolivariano en el marco del proceso revolucionario para la transformación
general de la sociedad venezolana.
Es necesario destacar
que el proceso de la Asamblea Nacional
Constituyente, no es para eliminar la
actual Constitución y sustituirla por otra, como malintencionadamente lo ha
venido propagando la oposición apátrida. La verdad es que se trata de ampliar la Constitución actual
con base en los nueve (9) objetivos propuestos por el presidente Nicolás Maduro
para que en lo adelante queden consagrados como derechos constitucionales. Es
en ese sentido, y no otro, que debemos hablar de una nueva Constitución, tal
como lo indica el 347 constitucional. Estos 9 contenidos son: 1.- La paz; 2.-
El nuevo modelo económico productivo, independiente y auto-sustentable; 3.- El
sistema de misiones y grandes misiones; 4.- La seguridad y plena protección del
pueblo; 5.- Las nuevas formas de la democracia participativa y protagónica:
Comunas, Consejos comunales y otras; 6.- Defensa de las soberanía nacional; 7.-
La nueva espiritualidad cultural; 8.- Los derechos y deberes de la juventud
venezolana; y 9.- El cambio climático y la protección ecológica de nuestro país.
Finalmente, invitamos a
todo el pueblo a desarrollar el gran
debate en todos los niveles, sectores sociales, comunidades, poblados,
instituciones, gremios, familias, etc. para aclarar los fundamentos
constitucionales de esta convocatoria presidencial y su puesta en escena con
base en el procedimiento democrático, participativo y protagónico del voto
universal, directo y secreto para, primero, elegir a los y las contituyentistas;
y, segundo, aprobar o no en referendo el contenido de los nuevos capítulos y
artículos que conformarán la nueva Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Valencia, 8 de mayo de 2017
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