VOLVER A CHAVEZ
FREDDY PEÑA
Me sacaron, en realidad me rescataron de la rigidez de una academia pajuda y manualezca que me obligaba a leer cosas sin sentido y anacrónicas. Estudiaba yo Historia y la verdad es que más fastidioso que eso no había nada. Seguramente, decía Federico, esa es una onda marcada por la modalidad académica acogida por los profes de la época en la UCV.
Ellos me ayudaron a mitad de camino y me cambié a Letras, una carrera que me sirvió para leer y encontrarme con escritores como Juan Rulfo, García Márquez, Cortázar, Onetti y otros. Ese cambio fue muy provechoso para mí, porque yo venía de Guanarito, un pueblo que, como le dije a Fede un día, era un “un pastel de mierda”. Puro vallenato, llaneras comerciales e instrumentales de cine y una programación de televisión asquerosa. El deporte, la moda y ciertos personajes hacían el llamado espectáculo.
Durante ese tiempo las carajitas usaban las modas “globo”, es decir, imitaban a Madonna y Cindy Lauper, que estaba en el tope con sus faldas, guantes y miles de accesorios coloridos, sexis y brillantes. Se les veía la rondalla de las tetas y la raja del culo.
Los peinados, generalmente de los hombres, eran una maraña enredada, fijada con lacas y geles, entre más llamativa y voluminosa mejor. Los rockeros imponían esta moda. Unos guevones que lo que hacían era gritar.
La música que más se oía en Guanarito era la norteamericana; de artistas y grupos como Aerosmith, Bon Jovi, Duran Duran, Guns N’ Roses, Michael Jackson, Cyndi Lauper, Prince, Queen, Van Halen, entre otros, invadían los comercios de un pueblo donde vendían empanadas y chicha; pero por otro lado, en un bar, nosotros escuchamos música criollita y así marcábamos las tendencias: el Carrao era lo que sonaba en nuestros lares: el Cubiro, Angel Custodio que fue mi padrino.
Mi abuela aseguraba que en esa época las cosas eran más suaves, pues no había tantos ladrones, violadores, ni secuestradores. Se podía salir a jugar a la calle con mucha libertad. La bebida que se consumía eran las gaseosas, las cuales promovían a Michael Jackson. No había internet, ni celulares y a pesar de eso todo era mucho más entretenido y divertido, aunque a mi grupo nos gustaba la mafafa, el ron y el cocuy.
Cosas de generaciones, decía El Chino.
De cuántos años hablo? Más o menos de 30 o más.. Hoy, la política llena todo el aire que respiramos. Recuerdo cuando Federico me llevó a conocer a Hugo Chávez y yo le dije “ese carajo es el hombre”.
Después de todo lo que ha ocurrido tras su muerte, el país ha sido otro. Al principio todo cambió para nosotros los pelas bolas, pero ahora es diferente todo. Enemigos por todos lados, de frente, en el imperio, en lo interno.
Hay que saber digerir todo `para ubicarnos y volver al país que Chávez quiso.
Ahora le toca al Presidente Maduro calzar sus botas de guerrero y levantar el ánimo caído de los pobladores de Venezuela, que vemos a cada rato traiciones como la de la Fiscal Ortega que se cuadró con los paramilitares dirigidos por la derecha. Ahí tenemos la Constituyente como instrumento para ajustar el Estado al modelo de país que dejó el Comandante Chávez.
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