martes, 30 de mayo de 2017

Del Holocausto Judío
al Holocausto Chavista

Manuel Amaru Briceño Triay


Anoche, navegando en la corriente posmoderna de la comunicación, la internet, me topé con una conversación abierta en el libro de la cara o cara de libro, o como traduzca el facebook. En un largo diálogo, un grupo de pilotos del desencanto debatían sobre los caminos de esta nueva fase de desestabilización opositora. Entre argumentos, disparates y quejas, una usuaria lanzaba una solución para “tumbar” al gobierno pernicioso chavista, a esa peste roja. La propuesta discurría en aplicar la shoá hebrea – la catástrofe – o el  Endlösung alemán – el genocidio, la solución final nazi.

Es decir, practicar alegremente el asesinato masivo y sistemático de todos los chavistas o sospechosos de serlo. Niños, adultos y adultos mayores; masculinos y femeninos. De cualquier condición racial, sexual, económica, física o intelectual. El argumento se fundamentaba en la utilización instrumental de la violencia para sustentar una paz candorosa para todos.

Reflexionando sobre semejante lluvia de ideas, decidimos auscultar el tema y acércanos a él como problema. Así, desde el punto de vista filológico, como señala Louis Weber en  Crónica del Holocausto, el término holocausto proviene de la traducción griega del texto masoreta Versión de los setenta, que traduce literalmente completamente, totalmente, todo quemado,  sacrificio consumido por el fuego.

Por otro lado, de acuerdo a las fuentes históricas fue en el idioma inglés, como holocaust, en donde comenzó a usarse este término a partir del siglo XVI para denotar incendios con gran cifra de víctimas. Luego, en el siglo XVIII la palabra adquiere el significado más general de muerte violenta de gran número de personas.

Incluso, Winston Churchill usó esta expresión en El mundo en crisis (1923) para hacer referencia al genocidio armenio en Turquía.

Posteriormente en la Alemania nazi, el 15 de septiembre de 1935, se dictaron las llamadas Leyes de Núremberg (Nürnberger Gesetze); una serie de disposiciones jurídicas de carácter racista y antisemita inspiradas en las ideas esbozadas  por Adolfo Hitler en Mi Lucha (Mein Kampf) y en el mito de la raza aria, la supremacía blanca. Luego, en plena Segunda Guerra Mundial (1941) el partido nazi y el Estado hitleriano, el llamado Tercer Reich, patrocinaron como política la matanza sistemática de sus adversarios ideológicos, culturales, políticos, raciales y sexuales, entre ellos, judíos, prisioneros de guerra (fundamentalmente soviéticos), españoles republicanos, partisanos, gitanos, comunistas, anarquistas, enfermos crónicos, homosexuales, delincuentes comunes, librepensadores, discapacitados físicos y mentales y ciudadanos pertenecientes a minorías étnicas.

Estas persecuciones, torturas, palizas callejeras, linchamientos, trabajos forzados, torturas médicas y asesinatos por asfixia, envenenamiento por gas, fusilamiento y ahorcamiento, entre otros métodos macabros de muerte, se   sucedieron  a lo largo y ancho del continente europeo, especialmente en Alemania, la Unión Soviética ocupada, Europa Oriental y los Balcanes, a través de los campos de exterminio  y las matanzas en fosas, bosques, barrancos y trincheras. Todo este horror instrumentalizado por parte de los Einsatzgruppen, escuadrones especializados de las SS, la Gestapo y el ejército alemán. Horrendos crímenes perpetrados por los nazis y sus colaboradores fascistas; italianos, austriacos, lituanos, letones, ucranianos, húngaros, rumanos y croatas, entre otras nacionalidades. Así, se estima que once millones de personas murieron a consecuencia de esta barbarie, de ellas, un millón de niños.

Por otro lado, diversas experiencias de genocidios han conocido los pueblos del mundo. Entre ellas:

- La conquista del continente americano por los conquistadores europeos, que según H. F. Dobynsha en Their number become thined: Native American population dynamics in Eastern North America, significó la muerte de un 95% de la población total del nuevo continente en los primeros 130 años después de la llegada del genovés Cristóbal Colón.

- La matanza de Shanghái del 12 de abril de 1927 o incidente del 12 de abril. Acontecimiento que tuvo lugar en la urbe china en abril de 1927 en la cual el ala política de derecha del Kuomintang, encabezada por Chiang Kai-shek,  eliminó violentamente a sus rivales de la izquierda del partido y a los comunistas. Episodio que se cerró con la muerte de unas doce mil personas.

- La Masacre de la Liga Bodo. Matanza que tuvo lugar en el verano de 1950, durante la Guerra de Corea. En ella, por lo menos cien mil personas fueron ejecutadas sospechosas  de apoyar al comunismo.

- El Terror Blanco en España. Es decir, todas las atrocidades que el bando fascista sublevado contra la República Española y la dictadura franquista dirigieron contra los miembros de la izquierda política; republicanos, anarquistas, comunistas y socialistas. De acuerdo a  Michael Richards en A Time of Silence: Civil War and the Culture of Repression in Franco's Spain, 1936-1945, las estimaciones de las muertes causadas por el temible terror blanco oscilan entre 150.000 y 400.000.

- Las matanzas de Indonesia. Una serie de asesinatos acaecidos  entre 1965 y 1966 con carácter de extrema virulencia anticomunista. Las estimaciones del número de personas asesinadas es de entre 500.000 y 1.000.000. Estas masacres comenzaron en octubre de 1965 en Yakarta y se distribuyeron, fundamentalmente, entre el centro y este de la isla de Java, Balí y Sumatra. La cúpula del Partido Comunista de Indonesia fue literalmente cazada, arrestada, torturada y ejecutada sumariamente.

- Finalmente, la represión brutal y perversa de las dictaduras militares suramericanas y centroamericanas contra las fuerzas progresistas en los años '50, '60,'70 y '80, que dejó una estela de muertos, desaparecidos y niños secuestrados.

Sin embargo, y a pesar de tanto sufrimiento y destrucción orquestado por el capital internacional depredador y terrorista, en su fase imperialista como señaló Vladimir Ilich, es bueno recalcar que en todos estos terribles episodios históricos se produjeron respuestas de resistencia política, armada y político-militar. Por ejemplo, contra los nazis y fascistas, el Levantamiento del Gueto de Varsovia de 1943 y los movimientos partisanos creados durante la Segunda Guerra Mundial en los países ocupados por Alemania e Italia, que contaron con millones de guerrilleros. Las luchas, políticas y armadas, por la liberación nacional y la descolonización que llevó a ganar la independencia de muchas naciones en los años '50, '60, 70, '80 y '90. Y contra la hegemonía liberal del Fin de la Historia de Fukuyama la constitución de millones de organizaciones y movimientos sociales de carácter revolucionario, reivindicativo y ecologista. De amplio sentido social, identitario y humanista.


De tal manera, que el ejemplo de millones de hombres y mujeres de todo el mundo en lucha contra la barbarie fascista durante el tiempo histórico nos alienta a levantar banderas de dignidad y fortaleza en todos los puntos del orbe. Armados de una ardiente paciencia como diría Rimbaud, con la razón como herramienta enfrentaremos a esta bocanada fascista del siglo XXI que intenta amedrentarnos y con el Poder Constituyente activado tomaremos, nuevamente, el Cielo por Asalto.

¡Constituyente, Poder Popular y Plan de la Patria

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