martes, 11 de abril de 2017

Mercenarios de la información

Si hubo un hombre que enseñó a leer entre líneas fue el Gigante Hugo Rafael Chávez Frías, a leer no solo articulando las letras para identificar meramente cada palabra y el superficial significado de cada frase, sino para descubrir el verdadero mensaje que hay detrás de ese conjunto de vocablos que, como proyectiles, los medios de comunicación social nos meten todos los días en la cabeza en forma escrita o hablada.
Pero es tanto el bombardeo de falsedades que lanzan a la población que, sin embargo, hacen creer a muchos la mentira, la basura que publican. No son todos los medios, claro está, hay empresas de comunicación que, de acuerdo o no con el gobierno de Nicolás Maduro, tratan de ser lo más objetivo posible, si es que se puede hablar de objetividad de medios que como empresas capitalistas están en manos de poderosos que corresponden a sus interese particulares.
De cualquier manera da terror ver, por ejemplo, como los líderes de la oposición, los mismos que conforman la MUD, así como los empresarios y comerciantes que están con el golpe, niegan en grandes titulares la guerra económica y de repente, en una esquina, abajo, en el mismo medio de comunicación –porque se les hace muy descarado ignorarlo por completo- publican muy pequeño el allanamiento de camiones o galpones atestados de alimentos o medicamentos escondidos.
¿Si eso no es guerra económica contra el pueblo, qué es? Para los chavistas el acaparamiento sumado al alza del dólar y la desestabilización de la moneda es guerra económica. Los opositores la niegan, pero tampoco aclaran de qué se trata el abominable hecho, sino que con una metralla de mentiras intentan tapar o desvirtuar el caso.
Igual ocurre en las marchas, concentraciones, protestas, cazan alguna imagen de la Policía Nacional o de la Guardia Nacional, para exponerlos como agresores, mientras ocultan las acciones de los revoltosos de la oposición escupiéndolos, ofendiéndolos, humillándolos, disparándoles y muchas veces desarmándolos.
Los medios conspiradores no ven a los líderes de la MUD llamando a la violencia, al golpe. No ven a los opositores destruyendo. Y si los meten presos como corresponde, califican al Gobierno de dictador y argumentan que los detenidos son presos políticos. Se comportan como perfectos mercenarios de la información. No tienen equilibrio informativo, solo cubren la noticia del lado que les conviene. Menos llegan a los verdaderos responsables de esas manifestaciones sangrientas, que después que se desbordan, no dan la cara.
Y así confunden, pero los que saben y aprendimos con Chávez conocemos el trasfondo de esas maniobras mediáticas, de todo ese entramado de falsedades que sabemos no persigue más que derrocar a Maduro. Los poderosos quieren recuperar los intereses y los espacios que perdieron con el Comandante Eterno. Ese es el núcleo del asunto y los medios golpistas implicados lo disfrazan con tal mendacidad informativa.
Ahora con este planteamiento que hago y una buena mayoría sabe, porque repito, Chávez se encargó de enseñar a muchos que no sabían, quiero decirles, que esos medio de comunicación jugando al golpe en Venezuela son unos niños de pecho ante las transnacionales de la información. No hay comparación. Es abismal la manera como desvirtúan, mienten, falsean. No porque unos sean más malos que otros, sino porque a los de Venezuela se les hace un poco más difícil mentir teniendo la realidad tan cerca, en cambio, los foráneos aprovechan la distancia y el desconocimiento para imponer sin empachos sus viles engaños.
Para que tengan una idea, los medios internacionales publican tres o cuatro veces más distorsionado que las empresas de comunicación en Venezuela. No tienen el más mínimo vestigio de ética profesional, carecen de toda moral, de todo respeto a los lectores como ciudadanos, que tienen derecho a recibir una información precisa, transparente, veraz, oportuna; y no hablaré de educación que es otro de los objetivos de los medios, porque ellos de verdad educan pero para ser serviles al imperio gringo, para que los pueblos aplaudan sus invasiones en otros países y justifiquen la matanza que hacen de padres, hijos, hermanos, primos, en nombre de la democracia y la libertad de expresión.
Por eso los líderes opositores de la patria de Bolívar suplican al mundo no apartar los ojos de Venezuela, un claro mensaje a los lacayos del imperio, principalmente a los dueños de las poderosas transnacionales de la información que echan el resto intentando un golpe para derrocar a Maduro, el mismo golpe que iniciaron con el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
Con Maduro victorioso ¡venceremos!

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