No es verdad, este 20 de abril no hubo “estallido social” a favor de la derecha
“Ese cerro de El Valle se vino abajo completo, el pueblo se fue hacia Fuerte Tiuna”. No, eso no fue lo que pasó el 20 de abril del 2017 en Venezuela, aunque las redes sociales ardían asegurándolo. Esto lo contó Chávez sobre el pueblo que salió a buscarlo el 13 de abril del 2002, la gente de los barrios populares que se reveló contra el Golpe de Estado a Chávez y contra el gobierno de facto de la derecha, liderado por Pedro Carmona Estanga, el representante de los empresarios venezolanos de aquella época.
El intento de los líderes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) por crear analogías heroicas es desesperado y evidente. Ya los ensayos comenzaron: una doña frente a una tanqueta tratando de repetir la famosa imagen de Tiananmén en 1989, o un flaco desnudo con una biblia en la mano y los brazos abiertos, emulando a Phan Thị Kim Phúc la “niña napalm” de Vietnam.
La otra parte de la estrategia de los laboratorios políticos es buscar referencias venezolanas sobre el 27 de febrero y el 2002 en Venezuela: una revuelta popular, tratar de prender llamas en los barrios. Empezaron por La Vega y Petare (uno de los barrios más grandes de Latinoamérica), y la noche del 20 de abril fueron el Paraíso y El Valle.
¿Cómo funciona el guión?
En todos los casos ha sido igual: un pequeño grupo de opositores –por lo general no más de cuarenta- inician protestas durante el día en un punto específico de estos sectores. Primero arrancan con la instalación de barricadas. Al llegar la noche empieza la quema de cauchos y basura. La “protesta pacífica” se torna violenta rápidamente a partir de ese momento, pero prontamente es dispersada por organismos de seguridad. ¿Pero qué tuvo de particular El Valle este 20 de abril?
Unas horas antes de la situación de violencia algunos vecinos denunciaron la presencia del hampa organizada en las cercanías del lugar: “Estaban como esperando algo”, dicen. Casi a las 9 de la noche se descontroló la situación. En algunas calles los protestantes empezaron los intentos de saqueos, entre los primeros locales atacados estuvieron las licorerías, luego se dirigieron al resto de establecimientos comerciales. Al fondo sonaron algunos cacerolazos desde los edificios y ya por Twitter voceros de la derecha hablaban de “represión salvaje en los barrios” y medios como El País (España) empezaron a hablar de estallido social. En medio de la disgregación de los focos violentos se dio un intercambio de disparos entre la policía y delincuentes. El caos. Tiros, confusión, bombas lacrimógenas, el caldo de cultivo esperado por la dirigencia opositora para la noche, el contexto que llevaría a Venezuela al trending topic mundial en pocas horas.
Pero iban por más. Las redes sumaron rumores como existencia de luces antiaéreas, aunque se trataba de las pruebas de luces instaladas en la Plaza Diego Ibarra por motivo del inicio del Festival de Teatro. Y lo más desesperado: voceros de derecha aseguraban que “el pueblo” de El Valle se desbordaba e iba a la toma de Fuerte Tiuna, pero en realidad eso no estaba ocurriendo, y los habitantes de Ciudad Tiuna –mayoría chavista- bajaron de los edificios a realizar una concentración de resguardo de los espacios.
Saldos
La protesta contra “la dictadura” terminó por atacar al Hospital Materno Infantil Hugo Chávez. Piedras reventaron vidrios, y el presidente Nicolás Maduro tuvo que ordenar la evacuación del hospital para proteger a los 54 niños y sus madres que se encontraban allí.
En total: murieron 11 personas, la mayoría electrocutada por el cable de la nevera que trataron de saquear en una panadería. Las otras víctimas murieron por heridas de fuego, una de ellas intentando defender su negocio de los saqueadores.
Internacionalmente el discurso instalado es que estamos a un paso de que se desborden los barrios como lo hicieron en el 2002 para exigir el regreso de Chávez a la presidencia. En la realidad local al día siguiente se instalaron en El Valle Asambleas Populares para definir estrategias de protección, resguardo y seguridad del sector.
La derecha promete seguir avanzando. El chavismo organizado teje redes solidarias de comunicación contra la desinformación y la tergiversación de lo que ocurre en el país. Día y noche organizaciones sociales, grupos de vecinos, amigos y familiares reportan lo que sucede en sus zonas para contrarrestar la manipulación mediática, especialmente la internacional que no informa sobre los más de 700 aprehendidos que se encuentran bajo investigación por cada manifestación o hecho irregular y violento.
La verdad es que hoy no hay derecha en Venezuela que movilice a las zonas populares en la recreación de un abril del 2002.
Por ahora, es probable que continúen sus intentos y ensayos para la intervención, pero acá la pelea se sigue dando.
Texto: Katherine Castrillo / Contacto: @ktikok
Portada: AVN
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