J.E. RUIZ GUEVARA, CRONISTA DE LA BARINIDAD
– MANUEL DARÍO GRUBER CONTRERAS
No es tarea fácil acometer un perfil de uno de las figuras más controversiales
y versátiles que ha transitado la tierra barinesa en lo que va de mediados del
siglo XX hasta comienzos del XXI: José Esteban Ruiz-Guevara. A más
de un personaje de persistente batallar político, podríamos ubicarlo desde
una perspectiva social y humanística de grandes dimensiones. Fue periodista
y acucioso historiador de hechos y procesos de la vida regional y nacional,
haciendo hincapié en la cruenta contienda de los tiempos de la Federación,
con la exaltación de su principal héroe: Ezequiel Zamora.
y versátiles que ha transitado la tierra barinesa en lo que va de mediados del
siglo XX hasta comienzos del XXI: José Esteban Ruiz-Guevara. A más
de un personaje de persistente batallar político, podríamos ubicarlo desde
una perspectiva social y humanística de grandes dimensiones. Fue periodista
y acucioso historiador de hechos y procesos de la vida regional y nacional,
haciendo hincapié en la cruenta contienda de los tiempos de la Federación,
con la exaltación de su principal héroe: Ezequiel Zamora.
Fundamentalmente, fue siempre un firme baluarte de la causa socialista,
siendo cofundador del Partido Comunista de Venezuela en Barinas, cuyos
postulados enarboló por todo el país. Sobre su formación autodidacta y su
incansable trajinar político e intelectual, José Esteban sentó bases en el
quehacer educativo y científico, luego de un largo peregrinaje por tierras
interioranas donde laboró en diferentes oficios, tales como cubicador de maderas,
editor de periódicos, corrector de originales en imprenta, entre otros. También se dio
a la tarea de escribir poesía. En sus últimos años, registraba una magnífica
colección numismática como muy pocas en el país, lo cual alternaba, en sus ratos libres, con el ejercicio de la escritura sobre temas de nuestra historia.
siendo cofundador del Partido Comunista de Venezuela en Barinas, cuyos
postulados enarboló por todo el país. Sobre su formación autodidacta y su
incansable trajinar político e intelectual, José Esteban sentó bases en el
quehacer educativo y científico, luego de un largo peregrinaje por tierras
interioranas donde laboró en diferentes oficios, tales como cubicador de maderas,
editor de periódicos, corrector de originales en imprenta, entre otros. También se dio
a la tarea de escribir poesía. En sus últimos años, registraba una magnífica
colección numismática como muy pocas en el país, lo cual alternaba, en sus ratos libres, con el ejercicio de la escritura sobre temas de nuestra historia.
Señalamos en alto relieve sus incursiones muy frecuentes en el campo de la arqueología. Fue una pertinaz investigador en los diversos lugares en donde se hallan monumentos
e indicios aborígenes, siempre tras la huella de los petroglifos, sus “Piedras Herradas”,
como bien titula uno de sus libros de investigación. Su impronta en estos predios
está señalada en importantes textos impresos y videos, en la trascendente misión
de analizar y proyectar los valores prehispánicos contenidos en tierra barinesa.
e indicios aborígenes, siempre tras la huella de los petroglifos, sus “Piedras Herradas”,
como bien titula uno de sus libros de investigación. Su impronta en estos predios
está señalada en importantes textos impresos y videos, en la trascendente misión
de analizar y proyectar los valores prehispánicos contenidos en tierra barinesa.
Fue autor de numerosos libros de historia regional donde destacan personajes
como Zamora y Maisanta; así mismo, próceres de nuestra Independencia
como Rodríguez Domínguez y Antonio Nicolás Briceño. Su indeclinable
vocación socialista lo llevó por sendas de sacrificio en que, entre rejas, puso
de manifiesto su temple de luchador social. Algunos poemas escritos en la
cárcel confirman esta aseveración.
como Zamora y Maisanta; así mismo, próceres de nuestra Independencia
como Rodríguez Domínguez y Antonio Nicolás Briceño. Su indeclinable
vocación socialista lo llevó por sendas de sacrificio en que, entre rejas, puso
de manifiesto su temple de luchador social. Algunos poemas escritos en la
cárcel confirman esta aseveración.
Ruiz-Guevara fue siempre un habitual cronista de Barinas y sus gentes. Una de
sus obras, ”Arañazos al tiempo”, así lo testimonia. Aquí trata de la ciudad capital del
año 1944, toda una serie de acontecimientos, personajes y familias que se registran
en esta localidad para esa época. Su pasión por la historia barinesa retuvo a lo largo
de su vida su atención en los orígenes de la primigenia Altamira de Cáceres y la saga
de su fundación, a través de persistentes trabajos investigativos. Por lo tanto, mereció, con abundancia de méritos, el título de Cronista de Altamira, lo que fue
ratificado oficialmente y mantuvo hasta su muerte, acaecida en la ciudad de Mérida,
el 24 de julio del 2006. Había nacido el 27 de abril de 1927, a la luz del reflejo solar en el Apure, en aquel pueblito del llano barinés llamado Puerto Nutrias.
sus obras, ”Arañazos al tiempo”, así lo testimonia. Aquí trata de la ciudad capital del
año 1944, toda una serie de acontecimientos, personajes y familias que se registran
en esta localidad para esa época. Su pasión por la historia barinesa retuvo a lo largo
de su vida su atención en los orígenes de la primigenia Altamira de Cáceres y la saga
de su fundación, a través de persistentes trabajos investigativos. Por lo tanto, mereció, con abundancia de méritos, el título de Cronista de Altamira, lo que fue
ratificado oficialmente y mantuvo hasta su muerte, acaecida en la ciudad de Mérida,
el 24 de julio del 2006. Había nacido el 27 de abril de 1927, a la luz del reflejo solar en el Apure, en aquel pueblito del llano barinés llamado Puerto Nutrias.
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