Jesús Silva se quitó la careta
Seguro que alguien estará pensando que hay que atacar el mensaje, pero nunca al mensajero. Sin embargo, este es un caso muy particular porque aquí el mensajero es un Caballo de Troya, y el mensaje es el contenido de ese caballo.
En el artículo de Jesús Silva, intitulado: “Pasos y escenarios del Referendo Revocatorio según la Constitución”; publicado en Aporrea el 2/5/2016, Jesús Silva expone, de una manera muy peculiar, el por qué, según él, el referendo revocatorio para el mandato del Presidente Maduro, debe ser a juro este año.
En ese locuaz empeño en que el referendo tiene que ser este año (al mejor estilo Radonski), Silva hace una injuriosa y poco inteligente crítica al artículo impecable, del camarada Carlos Gutiérrez, publicado en Aporrea el 27/4/2016; donde Gutiérrez explicó paso por paso por qué, de conformidad con los lapsos legales, es imposible que el referendo se realice este año. Y es aquí cuando comienza a dar pena ajena desde el punto de vista jurídico el señor Silva, al tratar de descalificar, de forma etérea y genérica, la efectividad y alcance de las resoluciones del CNE, que en desarrollo de la norma constitucional, fueron aplicadas sin dilaciones, ni reducciones cuando se realizó el referendo revocatorio en contra del Presidente Chávez. Ahora este señor Silva, pretende, descaradamente, que en el caso del Presidente Maduro, se recorten los lapsos para complacer el capricho opositor.
El señor Jesús Silva afirma que la oposición tiene hasta el 14 de abril de 2017, para sacar, no sólo al Presidente Maduro de la Presidencia de la República, sino para sacar al chavismo del gobierno; y a todas luces, es ese el deseo del señor Jesús Silva (que el chavismo salga del gobierno) porque de otra manera no se explica la premura obsesiva que tiene Silva para que el referendo sea YA. Pero resulta que este “constitucionalista” parte de un falso supuesto, y es que, según él, el período constitucional presidencial comenzó el 14 de abril de 2013. Será que nadie le ha dicho. al “constitucionalista” que los períodos presidenciales en Venezuela comienzan el diez de enero del primer año de su período constitucional?, a tenor de lo establecido en el artículo 231 de la CRBV; y que Nicolás Maduro asume el cargo luego de ganar las elecciones, debido a que un hecho sobrevenido (la muerte del hasta entonces, Presidente Chávez), dejó vacante el cargo de Presidente de la República en el primer año de mandato, y hubo que llamar a elecciones para cubrir la vacante por el resto del período (no comenzó un período presidencial nuevo). Esto lo sabe un estudiante de derecho de primer año. Por cierto que son muy pocos los dirigentes de oposición que hablan del 14 de abril como inicio del período presidencial de Nicolás Maduro…ah, y Jesús Silva.
La verdad es que si la oposición y Silva, querían sacar al chavismo del gobierno, no debieron perder tiempo en otras fórmulas obviamente inviables, desde el punto de vista constitucional, ya que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece un solo mecanismo para acortar el período de un funcionario de elección popular, y es a través del referendo revocatorio. Esto nos lleva a la conclusión de que la oposición y Silva, están engañando a sus seguidores y los llevan a una nueva frustración.
Como pueden ver, estoy vinculando a Silva abiertamente con la oposición, porque es inequívoca su intención de crear falsas expectativas en los opositores al asegurar que este año es posible el referendo revocatorio; luego, se evidencia que lo que le interesa a Silva es que el chavismo salga del gobierno, porque cumpliéndose los lapsos establecidos en las normas que rigen la materia, sin que haya dilación alguna, el referendo se realizaría pasado el diez de enero de 2017 y en consecuencia, de revocarse al Presidente, llenaría la vacante el Vicepresidente de la República hasta culminar el período constitucional. Para Silva, esta posibilidad es oprobiosa, aun cuando está prevista por la Constitución Nacional.
Los chavistas no tenemos miedo a enfrentarnos en ninguna contienda electoral y eso está más que probado; pero lo que no podemos hacer, señor Silva, es violar las leyes para satisfacer el capricho opositor y el suyo. No tenemos porqué simplificar los lapsos, ni quedarnos de brazos cruzados sin ejercer nuestro derecho a defendernos ante las pretensiones de ustedes. Nos defenderemos dentro del marco de la Ley y que el referendo sea cuando sea, que los revolucionarios estaremos listos para enfrentar el reto.
Usted ha llegado al descaro de amenazarnos a los chavistas con que seremos unos flagrantes violadores de la Constitución si el referendo revocatorio no es este año.
Usted sabe muy bien que nunca estará en clandestinidad ante un gobierno de ultraderecha, porque usted nunca ha representado un peligro para la derecha. Por el contrario; al principio, muchos creíamos que usted era sólo un tonto útil. Que ellos se aprovechaban de su megalomanía y su narcisismo pseudointelectual, para ridiculizar a los chavistas en sus declaraciones y entrevistas; pero hoy podemos asegurar que está completamente de aquel lado.
Discúlpeme si en algún momento dije algo que pudiera ofenderlo, pero me cuidé de no decirle chavista.
En el artículo de Jesús Silva, intitulado: “Pasos y escenarios del Referendo Revocatorio según la Constitución”; publicado en Aporrea el 2/5/2016, Jesús Silva expone, de una manera muy peculiar, el por qué, según él, el referendo revocatorio para el mandato del Presidente Maduro, debe ser a juro este año.
En ese locuaz empeño en que el referendo tiene que ser este año (al mejor estilo Radonski), Silva hace una injuriosa y poco inteligente crítica al artículo impecable, del camarada Carlos Gutiérrez, publicado en Aporrea el 27/4/2016; donde Gutiérrez explicó paso por paso por qué, de conformidad con los lapsos legales, es imposible que el referendo se realice este año. Y es aquí cuando comienza a dar pena ajena desde el punto de vista jurídico el señor Silva, al tratar de descalificar, de forma etérea y genérica, la efectividad y alcance de las resoluciones del CNE, que en desarrollo de la norma constitucional, fueron aplicadas sin dilaciones, ni reducciones cuando se realizó el referendo revocatorio en contra del Presidente Chávez. Ahora este señor Silva, pretende, descaradamente, que en el caso del Presidente Maduro, se recorten los lapsos para complacer el capricho opositor.
El señor Jesús Silva afirma que la oposición tiene hasta el 14 de abril de 2017, para sacar, no sólo al Presidente Maduro de la Presidencia de la República, sino para sacar al chavismo del gobierno; y a todas luces, es ese el deseo del señor Jesús Silva (que el chavismo salga del gobierno) porque de otra manera no se explica la premura obsesiva que tiene Silva para que el referendo sea YA. Pero resulta que este “constitucionalista” parte de un falso supuesto, y es que, según él, el período constitucional presidencial comenzó el 14 de abril de 2013. Será que nadie le ha dicho. al “constitucionalista” que los períodos presidenciales en Venezuela comienzan el diez de enero del primer año de su período constitucional?, a tenor de lo establecido en el artículo 231 de la CRBV; y que Nicolás Maduro asume el cargo luego de ganar las elecciones, debido a que un hecho sobrevenido (la muerte del hasta entonces, Presidente Chávez), dejó vacante el cargo de Presidente de la República en el primer año de mandato, y hubo que llamar a elecciones para cubrir la vacante por el resto del período (no comenzó un período presidencial nuevo). Esto lo sabe un estudiante de derecho de primer año. Por cierto que son muy pocos los dirigentes de oposición que hablan del 14 de abril como inicio del período presidencial de Nicolás Maduro…ah, y Jesús Silva.
La verdad es que si la oposición y Silva, querían sacar al chavismo del gobierno, no debieron perder tiempo en otras fórmulas obviamente inviables, desde el punto de vista constitucional, ya que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece un solo mecanismo para acortar el período de un funcionario de elección popular, y es a través del referendo revocatorio. Esto nos lleva a la conclusión de que la oposición y Silva, están engañando a sus seguidores y los llevan a una nueva frustración.
Como pueden ver, estoy vinculando a Silva abiertamente con la oposición, porque es inequívoca su intención de crear falsas expectativas en los opositores al asegurar que este año es posible el referendo revocatorio; luego, se evidencia que lo que le interesa a Silva es que el chavismo salga del gobierno, porque cumpliéndose los lapsos establecidos en las normas que rigen la materia, sin que haya dilación alguna, el referendo se realizaría pasado el diez de enero de 2017 y en consecuencia, de revocarse al Presidente, llenaría la vacante el Vicepresidente de la República hasta culminar el período constitucional. Para Silva, esta posibilidad es oprobiosa, aun cuando está prevista por la Constitución Nacional.
Los chavistas no tenemos miedo a enfrentarnos en ninguna contienda electoral y eso está más que probado; pero lo que no podemos hacer, señor Silva, es violar las leyes para satisfacer el capricho opositor y el suyo. No tenemos porqué simplificar los lapsos, ni quedarnos de brazos cruzados sin ejercer nuestro derecho a defendernos ante las pretensiones de ustedes. Nos defenderemos dentro del marco de la Ley y que el referendo sea cuando sea, que los revolucionarios estaremos listos para enfrentar el reto.
Usted ha llegado al descaro de amenazarnos a los chavistas con que seremos unos flagrantes violadores de la Constitución si el referendo revocatorio no es este año.
Usted sabe muy bien que nunca estará en clandestinidad ante un gobierno de ultraderecha, porque usted nunca ha representado un peligro para la derecha. Por el contrario; al principio, muchos creíamos que usted era sólo un tonto útil. Que ellos se aprovechaban de su megalomanía y su narcisismo pseudointelectual, para ridiculizar a los chavistas en sus declaraciones y entrevistas; pero hoy podemos asegurar que está completamente de aquel lado.
Discúlpeme si en algún momento dije algo que pudiera ofenderlo, pero me cuidé de no decirle chavista.
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