miércoles, 23 de diciembre de 2015

Reflexiones ingenuas: 

"Hasta cuándo espera..."


Según el Gobernador del estado Zulia, Arias Cárdenas, todavía no se han definido las estrategias para enfrentar la "guerra económica". Pregunto, ¿Cuál de tantas? porque hasta ahora, que yo sepa se han diseñado como diez planes destinados a enfrentarla y parece que ninguno ha funcionado.
Entiendo, que es difícil luchar contra una conspiración mundial contra la Revolución Socialista Bolivariana, más aún cuando en ella están involucrados, además de la derecha internacional a través de los medios impresos y visuales, los empresarios, gobiernos, el narcotráfico, también opera una quinta columna integrada, no sólo por supuestos militantes de los partidos de izquierda, simpatizante, contratistas, funcionarios públicos, miembros de las FAN, policías, sino incluso integrantes del alto gobierno, y por supuesto, Alcaldes y Gobernadores.
Si bien es cierto se redactó y se aprobó, a través de la consulta popular, la Constitución Nacional más avanzada del mundo, consagrando derechos, construyendo una visión humanística, social, un estado de derecho y de justicia social, sin embargo todavía mantenemos una realidad distante del marco social y político expresados en dicha Carta Magna. En 17 años de Gobierno revolucionario construyendo un proyecto socialista, incluyente, de justicia y derecho social, que logre el equilibrio de las desigualdades, las iniciativas, proyectos, planes de gobierno, ejecutorias sociales, no se ha logrado diseñar un Proyecto Macro Social que permita establecer políticas sólidas para lograr los cambios estructurales que logre la estructuración de un Estado que de soluciones radicales en el área económica, social, educativa, salud.
El Gigante, el Cte. Eterno, se cansó de pedir al partido, a los ministros, a los profesionales universitarios, un proyecto que permitiera romper la muralla que hay entre el Estado y el pueblo. Formar, además una ciudadanía consustanciada con la nueva propuesta política, social, cultural, económica.
Tuvo que recurrir a las Misiones para que las ejecutorias sociales pudieran cubrir las necesidades que en diversas áreas padece el pueblo, con la debilidad que las Misiones no tienen status de programas del Estado.
Y así seguimos, un Estado divorciado de la realidad social, política, económica, educativa. Un estado anacrónico que dista mucho de aquel Estado soñado por el Héroe del Cuartel de la Montaña. Un pueblo con una conciencia ciudadana distante de la nueva propuesta política, de la ética y moral bolivariana, de una visión socialista del mundo.
Desde hace 2 años nos están hablando de una Guerra de Cuarta Generación. Que estamos invadido de paracos, que hay una plataforma de guerra que monitorea nuestras comunicaciones por parte de los E.U., que hay una permanente intención de invadirnos por parte del imperio. Que estamos siendo saboteados por las empresas internacionales para colapsar nuestra economía. Mentira no es.
Pero, pareciera que esta situación no tiene importancia, ni siquiera en los actuales momentos que entramos en una crisis política con la victoria de la derecha para elecciones de Asamblea Nacional y la amenaza real de disolverse el proceso revolucionario. Y lo que en un momento se describió como una guerra asimétrica contra el país, hoy se reduce a una guerra económica que tan sólo demanda políticas económicas firmes. ¿Cómo se come eso?
De mantenerse los indicadores de la crisis económica (escasez, bachaqueo, especulación, inflación galopante) los indicadores sociales también nos evidencian que la crisis social está en aumento (delincuencia, corrupción, matraca, drogadicción, narcotráfico). Por supuesto, no estoy acusando al proceso revolucionario de ser culpable de esta situación, pero….
Todos los años se promete diseñar el proyecto de gobierno que haga cambios estructurales en el Estado. Se "cambian" gabinetes. Ministros para acá, ministros para allá (Y los que han sido sacados "llorando la congoja de no estar en la fiesta"). Embajadores y embajadoras van, embajadores y embajadoras vienen. Se reestructuran Ministerios, Entes Adscritos, Fundaciones. Se hacen procesos para elegir Diputados y diputadas la A.N., a los CLE, a las Alcaldías, a los Concejos Municipales, a las Gobernaciones. Aumenta la burocracia, se cambian proyectos institucionales, se cambian equipos de gobierno. El divorcio entre el pueblo y el gobierno se mantiene. Y el pueblo esperando.
Este año, con los resultados de las elecciones para diputados pasadas, se prometió un cambio radical de la estructura del Estado así como las políticas económicas, sociales, de seguridad. Hasta ahora, como dije en un artículo anterior, han sido sólo promesas.
Las propuestas de economía popular, de construcción de espacios para la producción socialista a través de huertos familiares, cooperativas, EPS, Núcleos de Desarrollo Endógeno, Huertos verticales, se han echado al cajón saco del olvido. La expropiación de latifundios para impulsar la agricultura sostenible se convirtió en una entelequia, en un proceso generador de prácticas improductivas, estériles y corruptas. La expropiación de empresas para estimular la producción socialista se convirtió en un saco sin fondo (salvo honrosas excepciones) que sólo ha beneficiado a sindicatos, funcionarios públicos. Las empresas básicas del Estado se han convertido en fábricas productoras de una nueva clase burguesa, generadora de una nueva burocracia parasitaria, improductiva y expoliadora del Tesoro Público. Y el rentismo petrolero intacto.
Ante la nueva realidad política es necesario profundizar el proceso de cambios sociales. No podemos esperar más. Es necesario darle respuestas a la problemática social en torno a inseguridad, escasez, inflación, fuga de dólares, blanqueo de capitales.
El pueblo de Venezuela, ese pueblo que ha soportado dictadoras sangrientas como la de Pérez Jiménez, así como democracias representativas corruptas y criminales como la IV República con gobiernos tan ineficientes como el de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Rafael Caldera, Jaime Lusinchi, Herrera Campins, tiene la esperanza que la democracia socialista bolivariana logre sus objetivos en torno a la construcción de un país productivo, socialista, estimulador del bien colectivo, de la suprema felicidad social. Mantiene las esperanzas aún vivas de lograr la independencia económica, cultural, tecnológica, científica, política. Mantiene vivas sus esperanzas en la profundización de la revolución política, social, cultural, científica que libera al pueblo venezolano y mundial del yugo del capital internacional y de los centros hegemónicos de poder internacional. Y mantiene vivas las esperanzas de consolidar el proceso bolivariano a lo largo y ancho de nuestra nación.
Con un escenario en puertas para el año 2016 y siguientes, caracterizado por la profundización de la guerra económica (un petróleo a los precios más bajos de la historia, escases, acaparamiento, Dólar in crescendo, inflación, fuga de dólares), desestabilización política y social, incremento de los ataques y sabotajes a las instituciones del Estado, aumento de la inseguridad, sicariato, el pueblo venezolano reclama:
1) Profundizar el proceso revolucionario a través de la construcción de mecanismos populares para la transferencia del poder a las comunidades con mecanismos trasparentes, supervisados, monitoreados.
2) Diseñar en lo inmediato (con un plan proyectado para los próximos 3 meses) de importación de semillas para la siembra en sitios aptos, y en condiciones de siembra, a fin de garantizar la producción de vegetales para el consumo humano y de animales.
3) Incorporar a la producción agrícola y pecuaria a gremios profesionales del agro, comunidades rurales, colectivos de campesinos, demarcando las áreas productivas y con planes de producción supervisados por entes organizados para tal fin,
4) Impulsar La agricultura urbana formando, con urgencia, brigadas de producción agropecuaria, para la satisfacción de la demanda de las comunidades a través de procedimientos expeditos y sanos, con los habitantes de los barrios, urbanismos, escuelas.
5) Impulsar la economía popular a través de la creación de empresas manufactureras, que con apoyo supervisado, se produzcan los insumos más urgentes que necesita la población (ropa de vestir, calzado, lencería, uniformes escolares, ropa para niños)
6) Impulsar la producción de medicamentos naturales que permitan atender las demandas de las personas con problemas de salud.
Para tales fines se debe crear un alto mando de economía popular a fin de diseñar el plan con políticas, objetivos, metas, estrategias, supervisión y monitoreo constante.
Desde el punto de vista político es fundamental el diseño de un plan nacional para la formación de las comunidades, en aspectos tales como:
Pensamiento Crítico b) Moral y ética socialista c) Cultura popular d) Identidad Nacional, e) Guerra Asimétrica f) Comunicación alternativa.
Estos aspectos entre otros ya que la profundización y defensa de la revolución implica visibilizar, sistematizar y socializar los elementos que deben destacarse y abordarse a fin de evitar el fin de la misma.
Señores revolucionarios. La patria demanda un esfuerzo sobrehumano. Es ahora o nunca.
Hasta la victoria siempre. Venceremos.

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