Julio Escalona: ¿Guerra civil?
El 5 de enero puede marcar, con una sola pedrada, un punto de inflexión: ¿la paz o la guerra? Los chavistas y los opositores probablemente marchen hacia la Asamblea Nacional. El presidente Maduro puede llamar a un acuerdo sobre un modus vivendi y un modus operandi fundados en la no violencia.
Las fuerzas imperiales tienen tiempo tramando la guerra. Es el camino de Libia, Siria, Ucrania. Tenemos una red paramilitar asociada con bandas criminales tradicionales, más el complejo superpoder militar imperial.
Ganar la batalla política es clave. No será posible sin reconocer que el 6-D perdimos asumiendo errores y consecuencias. La Asamblea Nacional es legítima y tiene atribuciones constitucionales. Podemos recuperarnos, pero aceptando la derrota y las responsabilidades.
Podemos lograr la paz profundizando la democracia participativa y protagónica; con pedagogía política elevando la movilización consciente de la población; derrotando a los burócratas corruptos… Con el autoempoderamiento del pueblo, el crecimiento de su educación, organización y fuerza internacional, es difícil la agresión imperial.
El artículo 5° constitucional no permite la dualidad de poderes. Deja claramente establecido que la soberanía reside en el pueblo y es intransferible. Hay un solo poder, el del pueblo. La MUD controla la Asamblea Nacional (AN), pero el poder que tienen no es propio, es derivado del poder del pueblo. Si intentan convertirse en poder superior a los otros poderes públicos, estarían violando la Constitución.
Ella agrega: “Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables,” (art. 72). El art. 6 define la relación elegidos-electores, no como representantes al estilo cuartorrepublicano. Son mandatados: y los “mandatos (son) revocables”, (art. 6). “Deben dar cuenta anualmente de su gestión a los electores y electoras” (art. 197). En la Constitución de 1961, los parlamentarios representaban y excluían al pueblo. Hoy no pueden. Los parlamentarios, todos, deben servir obedeciendo. Esto no se ha cumplido.
Hay vanguardias autoproclamadas llamando a la lucha guerrillera. Esas vanguardias han fracasado. Tenemos que hablar menos y hacer más por solucionar la crisis.
Una guerra con el imperio significaría la destrucción del país, el asesinato de millones de mujeres, hombres, niños… la balcanización de nuestro territorio… Hay que evitarlo por todos los medios políticos y poder decir “¡feliz 2016
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