Protestas violentas a pocas horas de unos comicios que se parecen mucho a una farsa
- Miles de haitianos se manifestaron el martes en Puerto Príncipe, una protesta que terminó bloqueando con barricadas en llamas las calles del centro, a cinco días de la segunda vuelta de las presidenciales.
La policía haitiana dispersó la mayor parte de la marcha lanzando bombas lacrimógenas, mientras que algunos manifestantes intentaban incendiar neumáticos en una de las principales avenidas de la capital. Pero unos cientos de manifestantes avanzaron hacia el centro de la ciudad.
Las fuerzas del orden respondieron al lanzamiento de piedras arremetiendo con sus equipos antidisturbios contra pequeños grupos de opositores radicales que bloquearon las calles con contenedores de basura, piedras y neumáticos en llamas.
Desde hace dos meses, la oposición denuncia “un golpe de Estado electoral” fomentado por el presidente Michel Martelly, que no puede aspirar a un segundo mandato consecutivo pues no lo contempla la Constitución.
En la primera vuelta de las presidenciales el 25 de octubre, Jovenel Moise, el candidato oficialista, cosechó 32,76% de los votos, mientras su rival, Jude Celestin, obtuvo 25,29%.
Celestin, quien calificó esa primera vuelta de “farsa ridícula”, dijo el lunes en una entrevista a la AFP que no participará en la segunda vuelta prevista para el próximo domingo.
“El 24 no, no iré a esta farsa, no será una elección, será una selección, ya que habrá un solo candidato”, afirmó.
Al inicio de la protesta este martes, los manifestantes expresaron su cólera ante la comunidad internacional, que aportó el presupuesto para llevar a cabo las consultas electorales.
“¿Dónde están los verdaderos amigos de Haití? La comunidad internacional quiere abatirnos de un tiro en la espalda para volver a imponer a Jovenel Moise. Eso no va a pasar”, aseguró Dickson Aurès, mientras la multitud gritaba el eslogan “Muera Opont (el presidente del Consejo Electoral Provisorio), muera Martelly y paren a Obama”.
Los opositores exigen la anulación del proceso electoral y la formación de un gobierno de transición.
“El presidente del Senado debe actuar como interino de un cuerpo transitorio para organizar nuevas elecciones en el país en un plazo de un año”, dijo Dérilus Luckner.
Mientras Estados Unidos manifestó el martes su apoyo al proceso electoral en Haití, los manifestantes llamaron a la gente a no acudir: “Preparen las armas, no habrá elecciones el domingo”, coreaba la pequeña marcha pocos minutos antes de los enfrentamientos con la policía.
Treinta años después del final de la dictadura de los Duvalier, Haití sigue luchando para celebrar elecciones que no sean cuestionadas y que despierten el entusiasmo de la población.
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, apenas acudió a las urnas el 26% de los votantes, una clara señal de la brecha entre la clase política y la población, sumida en la extrema pobreza.
Las fuerzas del orden respondieron al lanzamiento de piedras arremetiendo con sus equipos antidisturbios contra pequeños grupos de opositores radicales que bloquearon las calles con contenedores de basura, piedras y neumáticos en llamas.
Desde hace dos meses, la oposición denuncia “un golpe de Estado electoral” fomentado por el presidente Michel Martelly, que no puede aspirar a un segundo mandato consecutivo pues no lo contempla la Constitución.
En la primera vuelta de las presidenciales el 25 de octubre, Jovenel Moise, el candidato oficialista, cosechó 32,76% de los votos, mientras su rival, Jude Celestin, obtuvo 25,29%.
Celestin, quien calificó esa primera vuelta de “farsa ridícula”, dijo el lunes en una entrevista a la AFP que no participará en la segunda vuelta prevista para el próximo domingo.
“El 24 no, no iré a esta farsa, no será una elección, será una selección, ya que habrá un solo candidato”, afirmó.
Al inicio de la protesta este martes, los manifestantes expresaron su cólera ante la comunidad internacional, que aportó el presupuesto para llevar a cabo las consultas electorales.
“¿Dónde están los verdaderos amigos de Haití? La comunidad internacional quiere abatirnos de un tiro en la espalda para volver a imponer a Jovenel Moise. Eso no va a pasar”, aseguró Dickson Aurès, mientras la multitud gritaba el eslogan “Muera Opont (el presidente del Consejo Electoral Provisorio), muera Martelly y paren a Obama”.
Los opositores exigen la anulación del proceso electoral y la formación de un gobierno de transición.
“El presidente del Senado debe actuar como interino de un cuerpo transitorio para organizar nuevas elecciones en el país en un plazo de un año”, dijo Dérilus Luckner.
Mientras Estados Unidos manifestó el martes su apoyo al proceso electoral en Haití, los manifestantes llamaron a la gente a no acudir: “Preparen las armas, no habrá elecciones el domingo”, coreaba la pequeña marcha pocos minutos antes de los enfrentamientos con la policía.
Treinta años después del final de la dictadura de los Duvalier, Haití sigue luchando para celebrar elecciones que no sean cuestionadas y que despierten el entusiasmo de la población.
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, apenas acudió a las urnas el 26% de los votantes, una clara señal de la brecha entre la clase política y la población, sumida en la extrema pobreza.
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