HORA DE CAMBIOS

José Vicente Rangel: Lo único que 

persigue 

con semejante actitud es el “Golpe de 

Estado”

*Editorial del programa en Televen “José Vicente hoy”: 13-03-2016.

¿Qué se traen entre manos los sectores más radicalizados de la oposición? El control que actualmente tienen de la asamblea nacional lo utilizan para echar más leña al fuego  de la crisis, para entrabar la política destinada a conjurar los riesgos de un colapso del orden constitucional. Lo emplean para difundir versiones, tanto a lo interno del país como en el exterior, de que Venezuela no tiene gobierno o que está gobernada por corruptos e ineptos.

Esos sectores han desechado, definitivamente, el diálogo, la búsqueda de acuerdos para encarar los graves problemas que aquejan a la población, para hacer aportes que faciliten la colaboración de poderes y la creación de un clima de confianza que permita la recuperación económica del país. Todo cuanto hace ese sector se orienta a la creación del caos, y a la siembra de pesimismo en la población.

¿Qué busca ese sector que sin duda cuenta con recursos de todo tipo, desde los financieros hasta los mediáticos; que mueve una feroz campaña contra el país en el exterior? Lo único que persigue con semejante actitud es el “Golpe de Estado”, que se produzca un desbordamiento del descontento en las calles, que en última instancia, cuente con apoyo militar que están trabajando.

Este plan siniestro que va con todos los hierros y directamente contra la institucionalidad democrática y el orden constitucional, se le disfraza con trémulas invocaciones a la constitución, con promesas de rescatar la democracia, a partir del argumento de que Venezuela es gobernada por una dictadura. Este plan garantiza una salida cívica para el país a manera de consuelo, cuando  lo cierto es  que encarna la más abyecta expresión de anticivismo.

Pero está claro para la mayoría de los venezolanos que detrás de ese plan se ocultan las ansias de poder de un grupo de dirigentes que no se atreve a declarar sus verdaderas intenciones. ¿Cuáles son esas intenciones? Consumar un vulgar golpe de estado. Derrocar al presidente constitucional, vulnerar la constitución y desatar un revanchismo feroz.

La figura es novedosa en la región, es la vuelta al pasado, es desencadenar la violencia contra  el pueblo, es  acabar con las conquistas políticas, sociales, económicas logradas con el esfuerzo de varias generaciones. Ésta situación  conduce y obliga a claras definiciones: o se está con el golpe enmascarado o se está con la constitución, es ese el dilema.