Juan Carlos Parisca: Mi bisabuelo Emilio Mauri
Emilio Jacinto Mauri Ivern nace en La Guaira el 9 de marzo de 1855. Sus padres fueron Juan José Mauri y Dorotea Ivern, hija de José Ivern, catalán de origen, primer cónsul de España en La Guaira, luego de restablecerse las relaciones comerciales y diplomáticas, rotas desde la Guerra de la Independencia.
José Ivern, catalán de origen, abuelo de Emilio, era hijo de José Ivern y Rosalía Guell. Poseía en Nantes, puerto de Francia sobre el Atlántico, una importante casa de comercio dedicada a las importaciones y exportaciones con Venezuela. Desde Nantes se realizaba entonces la mayor parte del comercio de Francia con nuestro país, a través de Saint Thomas, isla del Caribe de posesión norteamericana.
José Ivern, se casa en Saint Thomas y tiene dos hijas, Carolina y Dorotea. Una vez nombrado cónsul en La Guaira, José se traslada a esa ciudad con su familia y compra una casa en la calle Bolívar, donde se establece y adquiere progresivamente diferentes intereses comerciales, llegando a poseer una fortuna importante.
Al morir en Caracas el 1/1/1856, José testa parte importante de sus bienes a favor de Dorotea y Juan José, incluyendo la casa en La Guaira. Juan José, como heredero de José, se hace cargo de los negocios de éste en Venezuela y compra la Hacienda Caraballeda, plantación colonial de caña de azúcar, la muy antigua hacienda Juan Ruiz, cuyas construcciones perduran en la actualidad. Allí vive Juan José hasta su muerte. En 1861 Dorotea decide regresar a Francia con sus hijos, después de fuertes desavenencias por celos con Juan José, quien, según parece no era muy tranquilo en cosas del amor, lo que Dorotea no toleraba. Le juró que no volvería a verla y así lo cumplió. Solo regresó para que los hijos vieran morir a su padre.
En Francia, radicado en Nantes, donde estaba la casa de la familia, Emilio, quien había iniciado estudios de medicina, descubre su verdadera vocación y se hace pintor.
Se traslada a París y se inscribe en la Escuela de Bellas Artes, donde termina su educación y se casa con su modelo Jeanne Emilie Adolphine Marie Verrue, con quien tiene su primera hija, Jeannette “Niní”. Jeanne fallece en Paris, el 30 de enero de 1873.
Emilio, viudo, conoce en París a Isabel Pachano Plaza, hija del General Jacinto Regino Pachano, destacada pianista, con quien se casa. Poco tiempo después, en 1874, regresa a Venezuela con Isabel y Niní.
Además de pintor, Emilio dominó el violoncello. En 1886 formó parte de la Unión Filarmónica, orquesta de conciertos donde participaban músicos de la talla de Ramón de La Plaza, José Antonio Mosquera y Eduardo Calcaño, quienes conjuntamente con Emilio fueron además presidentes de la misma.
Para 1883, en pleno apogeo del reformismo afrancesado del general Guzmán Blanco, participó con un conjunto de obras en la Exposición del Primer Centenario del Nacimiento del Libertador. En 1887 Guzmán Blanco inaugura oficialmente la Academia Nacional de Bellas Artes. Emilio Mauri fue nombrado su primer director, cargo que ejerció hasta su muerte. Su labor al frente de la Academia la consagró al asentamiento en Venezuela de los modelos del clasicismo académico, alejándose de las novedades artísticas que a finales de siglo agitaron el mundo plástico europeo, lo que le acarreó la oposición de los jóvenes de entonces, militantes del Círculo de Bellas Artes, entre ellos Manuel Cabré, Armando Reverón y Antonio Edmundo Monsanto.
En 1893, participó con varias obras en la exposición Colombina de Chicago, donde exhibió su pieza “Margarita viniendo de la iglesia”. Asimismo, figuró en la muestra en recuerdo a los 80 años de la muerte del Generalísimo Francisco de Miranda, en 1896. Otras obras significativas de Mauri son “La Anunciación” en el Templo de la Merced en Caracas y Retrato del General José de San Martin en el Palacio Federal.
De su obra pictórica destaca el retrato de Luisa Cáceres de Arismendi, el cual le fue encomendado en 1899. (Copia de ese retrato se muestra actualmente en el billete de Bs 20,00). Ningún artista del siglo XIX pudo estar desvinculado de los orígenes y la evolución del movimiento paisajista, que se inició con la creación del célebre Círculo de Bellas Artes, pues todos o casi todos los pintores de ese brillante grupo fueron discípulos de Mauri.
Uno de los grandes pintores venezolanos de todos los tiempos, sus obras son ampliamente conocidas. Entre ellas el mencionado retrato de Luisa Cáceres de Arismendi se muestra en el Salón Elíptico del Palacio Federal. Los retratos ecuestres de Francisco de Miranda y de Joaquín Crespo, en el edificio sede de la Inspectoría General de la FAN (Fuerte Tiuna) y en la Alcaldía de Caracas.
Emilio Mauri falleció en Caracas el 18 de febrero de 1909, dejando a Niní y a Isabel Pachano y sus tres hijos, Emilio, Margarita “Margot” e Isabelita.
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