sábado, 27 de febrero de 2016

El Rentismo Exportador
***Dr. G. Parotto

Frente a la crisis, estratégicamente generada por el capitalismo, bajo sus diferentes formas y actores, hemos reaccionado siguiendo los mismos patrones que el propio capitalismo ha enseñado e impuesto: el rentismo exportador e importador.  Producir materias primas acondicionarlas para la transformación y consumo de la metrópolis capitalista e importar los insumos para la producción de la propia materia prima y para atender todas las demás necesidades.
Además del diferencial de costos entre la materia prima y  los insumos, se ha instalado la dependencia tecnológica, toda la producción nacional se hace bajo los patrones capitalistas, de tal manera que para todo hace falta importar, de lo contrario no se es competitivo con los productos a su vez importados y elaborados en la metrópolis, dentro de un esquema consumista exacerbado para acrecentar las ganancias. Estamos inmersos en un sistema totalmente dependiente frente al cual no puede haber sino una conducta sumisa y solidaria. 
Esto ha generado un sistema capitalista autóctono aprendido, que hace parte de nuestra vida cotidiana y nos impide explorar otros horizontes, experimentarlos y asumirlos. Frente a las dificultades, espontáneas o generadas por razones de hegemonía, echamos mano de lo que sabemos y hemos aprendido, es decir más capitalismo. 
El ingreso de divisas por la venta del petróleo ha disminuido considerablemente y ya no tenemos para las importaciones, especialmente de alimentos e insumos para elaborarlos en el país; en las medidas económicas hemos puesto el acento en las exportaciones no petroleras para obtener dólares y seguir moviéndonos dócilmente dentro del sistema dólar.  ¿Será este el camino? Francamente parece que no.
La alternativa es aprovechar la crisis para cambiar el patrón de consumo y el patrón de  producción para sostenerlo, dando prioridad a lo nuestro, con las oportunidades en el área vegetal, animal y minera nuestras; tradiciones productivas y de consumo, dentro de un concepto de autarquía independiente y liberadora, soportada en el trabajo productivo colectivo, familiar e individual y un sistema de comercialización local, hasta con su propia moneda, como instrumento de cambio, no de acumulación.
El comandante eterno lo entendió muy bien, pero sus propuestas y medidas no cuadraban con el aprendizaje social y por eso se aplicó: “se acata, pero no se cumple” en todos los niveles.
Con las tradiciones capitalistas no vamos a resolver la crisis actual, que además es estructural, para lo cual el capitalismo da una explicación de ciclos y fluctuaciones que en realidad sólo sirven para mantenerse a sí mismo con un ropaje científico.

Giulio Parotto
Dr. en Ciencias de la Educación
gparotto@gmail.com
 Coro, 24/02/2016


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