Argentina: Mientras lanzan emergencia mundial contra el zika,
Macri despide a trabajadores
de la Salud
Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano, 2 de febrero 2016.- Decenas de miles de despedidos, represión a los jóvenes, decretazo tras decretazo, aumentos de la luz del 500% (y se vienen los del gas, los transportes y un largo listado derivado de la inflación galopante que vivimos), sumado a la política exterior del lado de los buitres y la derecha financiera fondomonerarista. Esa es la Argentina de Mauricio Macri que supieron conseguir el 51 por ciento de los argentinos, muchos de los cuales ya deben estar arrepentidos por su imprudencia.
En todo este panorama que recuerda a las épocas de Carlos Menem y Antonio de la Rúa, hay un gremio que está a la cabeza de la embestidas macrista, y es el de los estatales. Y es precisamente en esa área donde los trabajadores de la salud vienen sufriendo una infinidad de atropellos que vale la pena hacer conocer, frente al silencio y la tergiversación que surge de la componenda entre el Gobierno y sus socios de los medios corporativos.
Así lo cuentan los propios integrantes de la Junta Interna de ATE del Ministerio de Salud, que están a la cabeza de la “denuncia del vaciamiento de las políticas y en defensa del derecho a la salud de todos los argentinos”.
En todo este panorama que recuerda a las épocas de Carlos Menem y Antonio de la Rúa, hay un gremio que está a la cabeza de la embestidas macrista, y es el de los estatales. Y es precisamente en esa área donde los trabajadores de la salud vienen sufriendo una infinidad de atropellos que vale la pena hacer conocer, frente al silencio y la tergiversación que surge de la componenda entre el Gobierno y sus socios de los medios corporativos.
Así lo cuentan los propios integrantes de la Junta Interna de ATE del Ministerio de Salud, que están a la cabeza de la “denuncia del vaciamiento de las políticas y en defensa del derecho a la salud de todos los argentinos”.
A pesar de la emergencia sanitaria decretada en varias provincias, nos enteramos con que el Ministerio de Salud se encuentra paralizado, ya que mil trabajadores y trabajadoras se hallan sin poder desempeñar sus tareas y sin garantías sobre la continuidad de los programas y de sus fuentes de trabajo.
El tema es más que grave justamente en un momento donde tanto a la Organización Mundial de la Salud (que acaba de lanzar la emergencia mundial) como a sectores sensibles de la sociedad no les pasa por un costado el hecho de la presencia de dengue, zika y otras enfermedades producidas por la súper abundancia de mosquitos en zonas de mucho calor, como son las provincias del norte argentino. Estos trabajadores que hoy se halla inactivos y con la incertidumbre de integrar listas de despidos como los ya dispuestos en el Ministerio por las nuevas autoridades, son precisamente quienes coordinan las acciones territoriales, mediante actividades de promoción de la salud y prevención de enfermedades, y se encuentran capacitados para actuar en situaciones como las actuales, de riesgo sanitario, o como ocurriera con las inundaciones ocurridas en el litoral o las epidemias de dengue, fiebre chikungunya y zika, a las que hoy el Ministerio de Salud no está dando respuesta. Esto se en un marco en el que se cuenta con personal e insumos para afrontar esta situación pero se elige el camino de los despidos o los aprietes, en una actitud francamente criminal para con la población.
El tema es más que grave justamente en un momento donde tanto a la Organización Mundial de la Salud (que acaba de lanzar la emergencia mundial) como a sectores sensibles de la sociedad no les pasa por un costado el hecho de la presencia de dengue, zika y otras enfermedades producidas por la súper abundancia de mosquitos en zonas de mucho calor, como son las provincias del norte argentino. Estos trabajadores que hoy se halla inactivos y con la incertidumbre de integrar listas de despidos como los ya dispuestos en el Ministerio por las nuevas autoridades, son precisamente quienes coordinan las acciones territoriales, mediante actividades de promoción de la salud y prevención de enfermedades, y se encuentran capacitados para actuar en situaciones como las actuales, de riesgo sanitario, o como ocurriera con las inundaciones ocurridas en el litoral o las epidemias de dengue, fiebre chikungunya y zika, a las que hoy el Ministerio de Salud no está dando respuesta. Esto se en un marco en el que se cuenta con personal e insumos para afrontar esta situación pero se elige el camino de los despidos o los aprietes, en una actitud francamente criminal para con la población.
En lo que hace a las cesantías, como está ocurriendo en otras áreas estatales, se confeccionan las llamadas “listas negras” y los funcionarios van determinando quien se va y quien se queda, tratando además que los trabajadores se enfrenten entre sí, algo que no ocurre gracias a la disciplina y solidaridad gremial, pero que de todas maneras provoca angustia y malestar en todo el personal afectado por estas medidas represivas típicas de gobiernos neoliberales. En el Ministerio de Salud, el protocolo macrista apunta a despedir mensualmente a un número de empleados, y la primera tanda ya fue cubierta por 113 hombres y mujeres que pertenecen mayoritariamente al Programa de Salud Sexual y de Maternidad e Infancia, tirando por la borda diez años de tareas responsables al servicio de la salud de los sectores populares.
Lo dicho, los trabajadores y trabajadoras estatales ya acumulan 24 mil despidos en su haber, y todo indica que el aluvión reaccionario macrista seguirá su tarea de vaciar el Estado, comenzando por los flancos más débiles, siempre que no se le dé respuesta como bien saben hacer los que hacen de la sindicalización una herramienta de autodefensa. En ese sentido, ATE Salud está convocando a una nueva acción de resistencia y denuncia este jueves 4 de febrero a las 11 horas frente a las puertas del Ministerio (Av.9 de Julio 1925, en la Ciudad de Buenos Aires) para entre todos y todas las afectadas por estas políticas nefastas, implementar medidas graduales de confrontación con quienes vienen por todos nosotros. El hecho de que la cita sea justamente en un lugar presidido por una gigantografía de Eva Perón, esa mujer que entregó su vida por los humildes, compromete aún más a quienes deben convencerse que en tiempos de dictadura (militar o “democrática”) la indiferencia es la peor de las enfermedades. Contra eso si que no hay otro antídoto que la toma de conciencia y la participación colectiva y solidaria.
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