19 Años del 4F
El 4 de Febrero del año 1992, una rebelión militar suena la diana del despertar. Despertar de un pueblo oprimido y silenciado por 40 años de falsa democracia, de supuestos demócratas que comían y vivían bien y que vendían un sueño, vendían ilusiones, pero no permitían que estas se cumplieran. Era el despertar de la historia de nuestros tiempos, era la alborada de muchos soñaban, que muchos pensaban y querían que se diera, pero que se veía muy lejos de concretar y alcanzar.
Era la madrugada del 4F cuando en varios sectores de diversas zonas del país se escuchaba el resonar de las balas, las metrallas, el alzamiento de un grupo de hombres que les dolía el suelo de Venezuela, le dolía su gente. Ya estaba bueno de tanta falsedad, de abuso, de imposiciones, de mediocridad, un malestar que por fin era escuchado, era tomado en cuenta, el resollar del pueblo estaba alborotado en la piel de los militares patriotas, que tomaron las calles para no dejarlas.
Era el gobierno del Sr. Carlos Andrés Pérez, aplicador de las políticas asesinas del FMI (Fondo Monetario Internacional). El aumento de la gasolina, aumento de los alimentos, los bajos salarios. Encienden la llama del pueblo y quiebran la imagen del Sr. Pérez, quien asesina al pueblo venezolano en el año 89, en el llamado caracazo. Prefirió vender al pueblo y la patria a la banca internacional, a las transnacionales, al imperio y ponerse de rodilla. Le toco vivir la sublevación y la agonía del pacto de punto fijo. La pérdida de credibilidad de las instituciones, de los sindicatos, la CTV, FEDECAMARAS y los partidos políticos.
La sublevación que contaba con: 5 tenientes coroneles como cabezas visibles del movimiento, seguidos de 14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65 suboficiales, 101 sargentos, 2056 soldados, de 10 batallones. A la cabeza el Comandante Chávez, Arias Cárdenas, entre otros. Quienes pertenecían al Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200).
En ese instante pensamos que había llegado el momento de cambiar y transformar la patria, el país. Pero horas más tarde, despertábamos y escuchábamos las celebres palabras del hoy presidente; Chávez, el famoso por ahora, que años más tarde transformaría en un rio caudaloso y furioso. El pueblo hecho rabia y con el voto hecho a los adecos, copeyanos, que se habían olvidado del pueblo y solo buscaban mantener sus apetencias y ganancias.
Claro no podemos olvidar dos cosas más al Sr. de las tribus; David Morales Bello y su frase muerte a los golpistas, así como el discurso de Caldera en el cual buscaba la posibilidad de ser nuevamente presidente y cuyo discurso le da esa posibilidad.
Hoy 19 años después de esta fecha hemos avanzado en el camino de la revolución y el socialismo, no será lo deseado, pero si se ha avanzado. Hay meritos, hay logros, hay una conciencia. Habrán las fallas que no la debemos ocultar, si o por el contrario valorarlas para corregirlas y así hacer la transformación de nuestra patria, del país, de nuestro pueblo y del estado.
Hoy da gracias y risa lo que dicen algunos enemigos del proceso, algunos contra, algunos opositores; hay niños y jóvenes en las calles, hay ranchos, hay mendigos, hay crímenes. No, no da risa los hechos, lo que da risa es la actitud mediocre de estos personajes que nunca se dieron cuenta que cuando ellos mandaban, gobernaban esos problemas ellos fueron quienes los produjeron. O es que el cinturón de miseria, de ranchos, de pobres y delincuentes los produjo Chávez. Mírense opositores y denle vergüenza de su canalla y mezquina actitud.
Hoy en nuestros días hay un compromiso, un reto que es la unidad de todos los revolucionarios, para transformar este país. Consolidar el proceso revolucionario y la alianza tiene que ser mas allá de un proceso electoral, es sentar bases solidad para construir el socialismo.
Pobres de aquellos que no entiendan el momento que vivimos, pobre de aquellos como escuche a un adeco decir, que son la fuerza que puede acabar con el marxismo, el comunismo y la revolución, aun sueña que son mayoría. Están de espalda al pueblo, al país. Siguen divorciados de la realidad y la necesidad de entender, que están en contradicción con ellos y su doctrina.
Por la revolución, por el 4F que abrió la puerta de este proceso y para construir la unidad, seguir adelante, por Bolívar, junto al pueblo no hay que doblegar, adelante, adelante, venceremos.
Luis Alberto Nieto.
PNI. 17.913
El 4 de Febrero del año 1992, una rebelión militar suena la diana del despertar. Despertar de un pueblo oprimido y silenciado por 40 años de falsa democracia, de supuestos demócratas que comían y vivían bien y que vendían un sueño, vendían ilusiones, pero no permitían que estas se cumplieran. Era el despertar de la historia de nuestros tiempos, era la alborada de muchos soñaban, que muchos pensaban y querían que se diera, pero que se veía muy lejos de concretar y alcanzar.
Era la madrugada del 4F cuando en varios sectores de diversas zonas del país se escuchaba el resonar de las balas, las metrallas, el alzamiento de un grupo de hombres que les dolía el suelo de Venezuela, le dolía su gente. Ya estaba bueno de tanta falsedad, de abuso, de imposiciones, de mediocridad, un malestar que por fin era escuchado, era tomado en cuenta, el resollar del pueblo estaba alborotado en la piel de los militares patriotas, que tomaron las calles para no dejarlas.
Era el gobierno del Sr. Carlos Andrés Pérez, aplicador de las políticas asesinas del FMI (Fondo Monetario Internacional). El aumento de la gasolina, aumento de los alimentos, los bajos salarios. Encienden la llama del pueblo y quiebran la imagen del Sr. Pérez, quien asesina al pueblo venezolano en el año 89, en el llamado caracazo. Prefirió vender al pueblo y la patria a la banca internacional, a las transnacionales, al imperio y ponerse de rodilla. Le toco vivir la sublevación y la agonía del pacto de punto fijo. La pérdida de credibilidad de las instituciones, de los sindicatos, la CTV, FEDECAMARAS y los partidos políticos.
La sublevación que contaba con: 5 tenientes coroneles como cabezas visibles del movimiento, seguidos de 14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65 suboficiales, 101 sargentos, 2056 soldados, de 10 batallones. A la cabeza el Comandante Chávez, Arias Cárdenas, entre otros. Quienes pertenecían al Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200).
En ese instante pensamos que había llegado el momento de cambiar y transformar la patria, el país. Pero horas más tarde, despertábamos y escuchábamos las celebres palabras del hoy presidente; Chávez, el famoso por ahora, que años más tarde transformaría en un rio caudaloso y furioso. El pueblo hecho rabia y con el voto hecho a los adecos, copeyanos, que se habían olvidado del pueblo y solo buscaban mantener sus apetencias y ganancias.
Claro no podemos olvidar dos cosas más al Sr. de las tribus; David Morales Bello y su frase muerte a los golpistas, así como el discurso de Caldera en el cual buscaba la posibilidad de ser nuevamente presidente y cuyo discurso le da esa posibilidad.
Hoy 19 años después de esta fecha hemos avanzado en el camino de la revolución y el socialismo, no será lo deseado, pero si se ha avanzado. Hay meritos, hay logros, hay una conciencia. Habrán las fallas que no la debemos ocultar, si o por el contrario valorarlas para corregirlas y así hacer la transformación de nuestra patria, del país, de nuestro pueblo y del estado.
Hoy da gracias y risa lo que dicen algunos enemigos del proceso, algunos contra, algunos opositores; hay niños y jóvenes en las calles, hay ranchos, hay mendigos, hay crímenes. No, no da risa los hechos, lo que da risa es la actitud mediocre de estos personajes que nunca se dieron cuenta que cuando ellos mandaban, gobernaban esos problemas ellos fueron quienes los produjeron. O es que el cinturón de miseria, de ranchos, de pobres y delincuentes los produjo Chávez. Mírense opositores y denle vergüenza de su canalla y mezquina actitud.
Hoy en nuestros días hay un compromiso, un reto que es la unidad de todos los revolucionarios, para transformar este país. Consolidar el proceso revolucionario y la alianza tiene que ser mas allá de un proceso electoral, es sentar bases solidad para construir el socialismo.
Pobres de aquellos que no entiendan el momento que vivimos, pobre de aquellos como escuche a un adeco decir, que son la fuerza que puede acabar con el marxismo, el comunismo y la revolución, aun sueña que son mayoría. Están de espalda al pueblo, al país. Siguen divorciados de la realidad y la necesidad de entender, que están en contradicción con ellos y su doctrina.
Por la revolución, por el 4F que abrió la puerta de este proceso y para construir la unidad, seguir adelante, por Bolívar, junto al pueblo no hay que doblegar, adelante, adelante, venceremos.
Luis Alberto Nieto.
PNI. 17.913
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