Earle Herrera: Los esequiberos
La oligarquía decimonónica, bisabuela de la MUD y La Salida, pidió a Su Majestad británica adueñarse y ocupar el Territorio Esequibo porque “las jóvenes repúblicas americanas necesitaban la protección tutelar de Europa”.
El entreguismo es selvático y genético. Hoy sus descendientes y medios de comunicación se rasgan las vestiduras neocoloniales porque creen que el disfraz patriotero por un conflicto que desconocen y no les importa terminará con el chavismo. Guayana es.
La oposición aprovechó la conmovedora ignorancia de uno de sus diputados, creo que de Bolívar, y lo lanzó por el selvático tobogán de la audacia teorética. El parlamentario, sin ruborizarse, mezcló fechas y hechos históricos en uno de los discursos más disparatados desde el Laudo de París hasta la penúltima sesión de la Asamblea Nacional. A este político le hicieron creer que el Esequibo es un circuito electoral y que la MUD lo postularía de primero en ese sector. Al Callao tonihgt.
En medio de la arremetida imperial contra Venezuela, la transnacional Exxon Mobil es la encargada por EEUU para ayudar a la oposición y atizar el viejo conflicto. De allí que anuncie actividades exploratorias en el territorio en reclamación. La MUD y La Salida atacan a Venezuela y Guyana, pero a la gigante petrolera no la tocan ni con el pétalo de una rosa. El diputado esequibero la “ignoró” en su estrambótico discurso en la AN. Guasipati tomorrow night.
No me considero un experto en la materia. En la medida en que estudié los problemas fronterizos de mi país, me hice más modesto a la hora de opinar. Escribí varios reportajes sobre el tema y un libro, bajo la tutoría de Federico Álvarez, que superó las cinco ediciones. Si los esequiberos leyeran la vieja obra La guerra secreta del petróleo, de Jacques Bergier y Bernard Thomas, mantuvieran su pico teorético cerrado y resguardarían con más celo su ignorancia. O, al menos, serían más prudentes ante las maniobras de la transnacional Exxon Mobil. Mama calla.
El Esequibo no es un circuito electoral, ¡bendito sea Dios! No sean históricamente irresponsables. Tolé Tudimaina.
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