martes, 14 de marzo de 2017

Otro curioso caso: Carlos Ilich Ramírez

El pasado 21 de septiembre escribí en Aporrea sobre el caso de los sobrinos Efraín y Franki Flórez, enjuiciados y declarados culpables por un tribunal que fue amenazado por la Administración para el Control de Drogas de EEUU (DEA, en inglés); al conocer tan tenebrosa agencia que dicho tribunal tomaría varios días para deliberar sobre este caso, plagado de falsos testimonios y pruebas inadmisibles. Juicio manipulado tanto por el cuestionado empresario y juez Paul Crotty de la corte del distrito sur de Nueva York, como por el renegado hindú y arbitrario fiscal Preet Bharara; igualmente amenazados por la DEA.
Ahora le tocó al tribunal de lo criminal de París, pretendiendo abrir de nuevo el caso de un atentado terrorista ocurrido en 1974, en la cafetería Drugstore Publicis, donde perecieron dos hombres y resultaron heridas 34 personas. Un auténtico refrito judicial continuado contra el venezolano Carlos Ilich Ramírez, por cuando en 1983, un juez lo sobreseyó por “no haber pruebas concluyentes del autor o autores”; para luego, en 1995, ocurriera lo mismo. Después, en 2014, una corte francesa no encontró evidencias que lo involucraran como presunto autor material del hecho; y dos años más tarde, en el 2016, un tribunal de casación llegó a la misma conclusión.
Pero, ¿quién o quiénes están detrás de tal refrito? Nada más y nada menos que la ONG francesa “S.O.S. Attentats”, la única instancia pública que desde su creación en 1986, tiene acceso a los expedientes de instrucción relativos al terrorismo que reposan en el Ministerio Público de Francia; así como promotor de abolir las fronteras judiciales para abordar investigaciones trasnacionales, delegando en la Corte Penal Internacional, los crímenes de terrorismo.
Entre los patrocinadores de S.O.S. Attentats están la Oficina del Primer Ministro francés, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ayuntamiento de París. Su creadora y delegada general es la Sra. Francoise Rudetzki, quien resultó herida en 1983, en un atentado terrorista ocurrido en el restaurante parisino Le Grand Vefour; ella imputándole de manera terca a Carlos Ilich Ramírez, tal hecho sin prueba alguna. Así que la vaina de S.O.S. Attentats contra el camarada Ramírez, es sólo personal y político, con gran apoyo del gobierno francés y de los tribunales; para, en forma tangencial, tratar de desprestigiar a la revolución bolivariana que tanto reivindica Ramírez.

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