Revelan que Fujimori armó montaje en clínica para presionar indulto
El viernes 17 de mayo pasado no fue un día normal en la Diroes. El reloj marcaba las cinco de la tarde y la directora de este centro penitenciario, Katty Águila, atendió la llamada telefónica del legislador fujimorista Alejandro Aguinaga, quien se mostró sumamente preocupado.
¿La razón? Explicó que el expresidente reo Alberto Fujimori presentaba un cuadro agudo de cólicos estomacales por lo que solicitó atención médica para su paciente lo más pronto posible. Normalmente, el médico de la Diroes, Marco Villanueva, es el responsable de examinar al exmandatario cuando presenta algún malestar. A pesar de ello, Aguinaga insistió en que Fujimori debía ser trasladado a una clínica.
El pedido del congresista de Fuerza Popular fue atendido y aproximadamente a las 7:40 pm, el exgobernante fue internado en la clínica Centenario Peruano Japonés, ubicada en el distrito de Pueblo Libre.
Sin embargo, nadie advirtió que este escenario serviría para cocinar un nuevo ardid proindulto humanitario a favor de Fujimori.
SE ARMA LA FARSA PROINDULTO
Según revela la revista Caretas, Alberto Fujimori ingresó acompañado de Alejandro Aguinaga a Sala de Emergencias pero se negó a ser observado por los médicos del nosocomio. Al consultarle las razones de esta oposición, respondió que ya se “sentía mejor”, pero le pidió a Aguinaga que fuera llevado a una habitación. Es más, le dijo a los galenos que lo examinen al día siguiente, a primera hora.
Según algunas fuentes citadas por la publicación, que tenían conocimiento de este hecho, el parlamentario acompañó el líder del fujimorismo por 45 minutos y fue en este lapso que aprovechó para grabarlo con su smartphone.
Lo cuestionable de este video es que terminó difundiéndose –el domingo 27– en un reportaje del programa Reporte Semanal titulado “Fujimori en su hora cero”.
Curiosamente, el mismo Aguinaga, autor de la filmación, se presentó en dicho programa de Canal 2 y aseguró que el exjefe de Estado se encontraba en el “epílogo de su vida” y había perdido 24 kilos desde que fue recluido en la Diroes.
¿ERROR DE CÁLCULO?
La farsa de esta campaña proindulto se empieza a caer, si desmenuzamos las declaraciones de Alejandro Aguinaga.
Lo cierto es que al día siguiente de su internamiento, el 18 de mayo pasado, el examen de peso de Alberto Fujimori indicó que se encontraba bordeando los 64 kilos, es decir, dos kilos más que lo registrado casi cuatro meses atrás por la Junta Médica Penitenciaria. Asumiendo un error involuntario de aritmética, Aguinaga debió haber dicho que el peso de su paciente se había incrementado con los meses, con lo que se descarta que se encuentre en vías de desnutrición y, por ende, en sus horas más caducas. Además, las recientes fotografías de Fujimori no muestran ni por asomo la excesiva pérdida de peso que denunció el legislador.
En conclusión, tanto el video del programa televisivo como el audio con la voz de Fujimori, difundido en una radio local el sábado 1, forman parte de la misma campaña.
La investigación de Caretas señala que tanto Alejandro Aguinaga como la congresista y recordada asidua visitante de la Diroes, María Cordero Jon Tay, dirigen –a pedido de Fujimori– un plan de “sensibilización” para que el informe de la Comisión de Gracias Presidenciales tome un sentido a favor del indulto humanitario. No obstante, este ‘cuento chino’ podría terminar siendo el Waterloo de Fujimori.
Esta maniobra perpetrada en la clínica llegó a oídos de los miembros de la Comisión de Gracias Presidenciales por lo que se postergó la entrega del informe al ministro de Justicia, Daniel Figallo. Y según trascendió, la mayoría de integrantes de la Comisión habría concluido que Fujimori no reúne los requisitos de ley para que el presidente Ollanta Humala le conceda el indulto humanitario.
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