Mañanas de Abril
(En memoria de mis queridos camaradas: Carolina Morales, Alexis Gonzales y Luis Caro. ¡Hasta Siempre!. Patria Socialista o Muerte. 10 de abril del 2010)
Por: José López Para HORA DE CAMBIOS
“…Yo no me quedo en la casa
Pues al combate me voy,
Para defender la Puerta
en el Valle del Momboy…”
(A. Primera)
Las mañanas de abril siempre han sido bonitas y perfumadas por la primavera que se asienta en el mar y en los cerros guaireños, pero; también han sido expectantes desde el año 2002.
En la mañana del 11 de abril del 2002, la expectación se basó en las amenazas que provenían desde lo que la rancia oligarquía caraqueña que se había apoderado del edificio de Pdvsa en Chuao y lo llamaba: “Plaza de la meritocracia”, antiguo Maraven, después Pdvsa, hoy Unefa.
Amaneció el pueblo de Caracas en Miraflores. Amanecimos organizados como “Comisión Coordinadora Revolucionaria” en Vargas, para el combate y lo que sería una tarde de reparto de volantes nos estrenó ese mismo día, en la tarde subiendo a Caracas, en el peaje nos topamos con Alexis Candela en su camioneta, llevaba dos pistolas, firme la mirada, a encontrarse con el destino.
Pedro Lozada, el Profesor, Carolina y yo, subimos, sepenteando entre las balas desde el Centro Simón Bolívar hasta LLaguno o Puente Carmelitas, como le decíamos antes, a defender La Puerta, como miles de compatriotas en esos momentos. Gran alegría sentimos frente a Miraflores, con los compañeros.
Entre el humo, los gritos, los tiros y explosiones perdimos a Luis Caro: Combatiendo valientemente contra el fascismo en la Av. Baralt. Decenas de muertos contamos del plomo caliente que venía de todos lados. Hoy, en frío, recuerdo y pienso lo magnánima que fue la providencia al conservarnos la vida en medio de tantos muertos
. En la noche fue asesinado malamente el camarada Alexis Gonzales (Candela) en un obscuro incidente en el 23 de enero.
En la mañana del 12: Gran descontrol entre la militancia guaireña. Algunos “Lideres”: enconchados. Después dirían que “la Disip o la CIA los estaban persiguiendo”.
El ex gobernador Rodríguez San Juan: Temeroso en la Guipuzcoana apurando a que se marcharan los pocos seguidores que se acercaron a la Gobernación buscando línea. Poco mas tarde declaró al Diario El Universal, respecto al comandante secuestrado: “Una cosa es la amistad y otra la política”. Esperaba instrucciones del nuevo gobierno. Mas tarde se desató la gran cacería fascista de los golpistas contra los revolucionarios y en la tarde Carmona se coronó en Miraflores, la oligarquía deliraba. En la noche fuimos al velorio de Luis Caro y ya la gente estaba arrecha y quisimos pasar la autopista para asaltar Miraflores, nos lo impidió la guardia nacional.
¡No ha renunciado, Lo tienen Secuestrado!
La mañana del 13 fue todo un empujón revolucionario en La Guaira, especialmente Catia la Mar, desde la funeraria San Antonio, donde velaban los restos del combatiente Luis Caro, surgió la revancha popular, que, sin lideres, solo un pueblo en marcha, se decidió a marchar sobre Caracas que a esa hora combatía con un grito de guerra que trascendió la historia : ¡No ha renunciado, lo tienen secuestrado!.
Solo en la tarde logramos traspasar el antiguo peaje de la autopista porque la guardia no dejaba. Llegamos en la tarde del 13 a la bella Caracas, humeante y el pueblo combatiente que desde todos puntos del país marchaba a Miraflores.
Fuimos testigos, testigos para toda nuestra vida de historias, leyendas, victorias, derrotas y luchas por la patria y el socialismo, de todo aquel fervor popular revolucionario apretujado allí en la Avenida Urdaneta frente al palacio: contra la traición, contra el fascismo, contra la oligarquía que aliada del imperialismo yanqui quiso someter una vez mas al pueblo venezolano y fracasó…y de la fría madrugada en que llegó el helicóptero con el comandante a Miraflores y la gente se puso a llorar.
¡Volvió, volvió, volvió, volvió…..!
Sonaron los tambores en la madrugada, sonaron las cornetas militares, el comandante salió al balcón y no pudimos aguantar la emoción…todos tenían lagrimas y fue allí donde nació otro legendario grito de guerra de la Revolución Venezolana: “Volvió, volvió, volvió, volvió”
La mañana del 14 de abril del 2002, yo bajaba por la autopista, acompañado de Carolina, felices de haber cumplido con la Revolución. A esa hora velaban en El Rosal y yo no sabía, al querido compañero Alexis Gonzales. Que no pudo celebrar conmigo la vuelta del Comandante.
porahoraya@gmail.com
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