Legisladores demócratas, grupos defensores de los derechos civiles y latinos, presionan al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a cesar las deportaciones de inmigrantes ilegales provenientes de Latinoamérica.
Sectores hispanos clamaron por una acción inmediata para frenar el ritmo de la represión a la inmigración hispana, destaca este jueves el diario The New York Times, según un reporte de Prensa Latina.
Desde la llegada de Obama a la Oficina Oval, en enero de 2009, se deportaron casi 800 mil personas, una cifra sin precedentes en el país.
El martes pasado se realizó en la Casa Blanca una reunión para analizar una reforma migratoria, estancada en el Capitolio, en la que dirigentes latinos, religiosos y políticos, llamaron al mandatario a aplazar la práctica de las deportaciones.
"Sabemos que la reforma migratoria es factible, pero es bastante difícil dada la composición actual del Congreso", expresó el representante Charlie González, quien presidente del Caucus Hispano en la Cámara de Representantes.
No obstante, González exhortó a Obama a "ofrecer algún tipo de alivio a las personas inocentes que son los más afectados por las desigualdades del sistema de inmigración".
Una de las propuestas es otorgar facilidades a los indocumentados que son parientes de ciudadanos estadounidenses,para arreglar su estado legal sin tener que abandonar el país.
Otros exigieron el fin de las deportaciones para quienes tienen hijos nacidos en EEUU. Se estima que cuatro millones de ciudadanos jóvenes estadounidenses tienen por lo menos un padre que es un inmigrante ilegal.
Sectores hispanos clamaron por una acción inmediata para frenar el ritmo de la represión a la inmigración hispana, destaca este jueves el diario The New York Times, según un reporte de Prensa Latina.
Desde la llegada de Obama a la Oficina Oval, en enero de 2009, se deportaron casi 800 mil personas, una cifra sin precedentes en el país.
El martes pasado se realizó en la Casa Blanca una reunión para analizar una reforma migratoria, estancada en el Capitolio, en la que dirigentes latinos, religiosos y políticos, llamaron al mandatario a aplazar la práctica de las deportaciones.
"Sabemos que la reforma migratoria es factible, pero es bastante difícil dada la composición actual del Congreso", expresó el representante Charlie González, quien presidente del Caucus Hispano en la Cámara de Representantes.
No obstante, González exhortó a Obama a "ofrecer algún tipo de alivio a las personas inocentes que son los más afectados por las desigualdades del sistema de inmigración".
Una de las propuestas es otorgar facilidades a los indocumentados que son parientes de ciudadanos estadounidenses,para arreglar su estado legal sin tener que abandonar el país.
Otros exigieron el fin de las deportaciones para quienes tienen hijos nacidos en EEUU. Se estima que cuatro millones de ciudadanos jóvenes estadounidenses tienen por lo menos un padre que es un inmigrante ilegal.
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