Adiós a un camarada y amigo
Por: Nestor Avila
Conocí a DAVID HERNANDEZ ODUBER, de trato y comunicación en el año 2000, cuando en una reunión de políticos de izquierda, nos presentó mi hermano Carlos Dávila. Ya yo sabía de sus andanzas desde que formaba parte del movimiento obrero cristiano, de donde militaba desde muchos años, junto a otros camaradas en el Estado Lara y Bolívar.
David, era aquel que espiritualmente nos reforzaba nuestras ideas, nos refrescaba con pedagógica interpretación de los hechos históricos. David, con su eterno cigarro en la boca, nos daba lección de sencillez con sabiduría. En esas reuniones políticas veníamos analizando nuestro aporte militante, revolucionario y de compromiso con este proceso que lidera Hugo Chávez.
Los analisis que realizábamos nos indicaban que venían acontecimientos que pondrían nuestro proceso en peligro: debilidades ideológicas de algunos “compatriotas”; traiciones dentro del gobierno y por supuesto alzamiento militar.
Por esas cosas del destino, me tocó ingresar al Ministerio del Ambiente para trabajar con la camarada Ana Elisa Osorio. David, era el asesor político de la ministra. Comenzamos a constituir una organización política dentro del ministerio para garantizar el respaldo a la acción de gobierno, en vista de la cantidad de opositores que controlaban prácticamente todo el sistema del ministerio.
David, Carlos Dávila y mi persona organizamos los “círculos bolivarianos”, que por cierto, nos costó bastante hacerlo, ya que un sector de los nuestros, encabezado por el actual ministro del ambiente se oponía a ello; sin embargo con el apoyo de la ministra lo logramos, y fueron estos círculos bolivarianos de los primeros en movilizarnos a Miraflores el 11/03/2002 a defender nuestra revolución.
Ese día, estando en la esquina de Carmelitas vimos caer a nuestros camaradas ya que nos disparaban desde los hoteles y otros sitios. Nuestro camarada Atencio, que junto con Iván Delgado se encontraban cercanos a nosotros y en defensa de nuestra integridad comenzó a repeler estos ataques de disparos con su pistola, que en calidad de chofer-escolta portaba.
Desde ese momento la angustia nos embargó, pero ahí estaba David con su mirada serena y su cigarro nos alimentara. Desde ese sitio, Carlos Dávila mantenía comunicación directa con Ana Elisa, hasta que llego la hora de retirarnos, como a las 9pm, ya con la confirmación del golpe y la detención de Chávez. Al día siguiente Carlos Dávila convoco a una reunión del cuerpo directivo del ministerio y pocos nos presentamos, para establecer una estrategia para la lucha y donde decidimos “que ninguno de nosotros le tenía que renunciar a un ministro proveniente del golpe”.
Ya nuestras oficinas estaban siendo allanadas y nuestras viviendas. Resolvimos esperar la comunicación con Ana Elisa para establecer estrategias. Ese día escuchamos que en entrevista realizada a la Presidenta de Hidrocapital, ella indicaba “que si el nuevo gobierno le pide la renuncia ella la presentaría”. David, Fernando Soto Rojas y mi persona nos reunimos en la sede del sindicato textil en San Martin para analizar que fuerzas teníamos para movilizarlas (la conclusión fue que ninguna).
El día 14, cuando nos establecimos nuevamente en el ministerio por la recuperación del poder, nos fuimos a reunirnos un grupo muy discreto del ministerio en la sede de hidrocapital; este grupo estaba integrado por: Ana Elisa Osorio, David Hernández, Carlos Dávila, Hikcher (actual Ministro), dos más que no recuerdo y mi persona Néstor Ávila. Ahí en dicha reunión para sorpresa nuestra Hikcher solicitó la necesidad que procediéramos a eliminar los círculos bolivarianos dentro del ministerio. David, Carlos y mi persona fuimos sorprendidos por esta propuesta.
Con el tiempo fue sustituida nuestra Ministra Ana Elisa y hasta la presente fecha no he logrado entender este cambio por orden de Chávez que ocurrió con una de las personas que se jugó la vida durante el golpe de estado, pero en cambio premio a quien titubeó. Cada quien se fue a continuar la lucha a lugares distantes; David para Guayana, Carlos se quedo en Caracas, mi persona a Acarigua a trabajar en la Misión Sucre.
David y mi persona manteníamos vínculos permanentes, tanto cuando nos incorporamos de lleno a La Liga Socialista, por solicitud de Fernando Soto, como a través de internet. Varias veces nos vimos, varias veces compartimos jornadas de reflexión en mi granjita de Acarigua, donde le gustaba descansar.
David regresó a su Barquisimeto para ver a su familia, amigos y camaradas, pero la sabía que se estaba despidiendose, ya que no solo lo estaba haciendo en su tierra natal sino también en Abril, mes de lucha heroica y revolucionaria. Honor a ti camarada que nunca morirás.
ivannoskyavila@gmail.com
1 comentario:
En Honor a david;
Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos.
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