lunes, 31 de enero de 2011

DETENGAMOS EL TSUNAMI DE LA BASURA...

Detengamos el tsunami de basura*
Por: Fernando Barrett

Todas las ciudadanas y todos los ciudadanos de Caracas (y de las demás ciudades importantes del país) sabemos que el servicio de aseo urbano no ha podido en 50 años con la culebra de la basura. En todo ese tiempo las instituciones han venido pellizcándole la cola, pero ella pica y se extiende. Pues hoy, el pueblo legislador, si realmente va a ejercer esa función, puede acabar con la pesadilla de nuestras ciudades, esa vergüenza nacional de vivir con la basura: hemos descubierto la cabeza de la culebra ¡Démosle duro de una vez!
En nuestra zona se ha venido trabajando por años en el estudio teórico-práctico del problema de la basura urbana y del servicio de aseo urbano. Han participado, en mayor o menor grado, los colectivos culturales, deportivos, artísticos, sociales, así como personalidades (artistas, cultores populares, profesionales, ambientalistas, etc.)
Los componentes escritos del trabajo han sido publicados en “Epa parroquia” y mayormente en “Negro Primero”, dos de las publicaciones comunitarias bastante conocidas. Además, en el programa “Red de noticias comunitarias” de la Radio Libre Negro Primero que dirige CARLOS LUGO, su fundador, se ha hecho la prédica cotidiana de contraloría social sobre los servicios públicos, entre ellos el aseo urbano.
Esta observación se ha enriquecido viendo las actividades desarrolladas por los consejos comunales, que en los barrios se enfrentan cotidianamente con la basura.

Investigación, tarea rutinaria
Se ha consultado documentos y estadísticas de instituciones oficiales y fundaciones privadas y se ha hecho un seguimiento a la prensa nacional y extranjera.
Se ha revisado en forma continuada la popularísima página digital “APORREA”, a través de la cual hemos obtenido valiosas informaciones y opiniones de luchadores sociales, expertos en servicios públicos y, sobre todo, el flujo de ideas criollas para la solución socializada de los problemas de los servicios públicos.
También la página digital “REBELIÓN” ha significado el acceso a valiosa información y análisis internacional que nos ha permitido comparar las distintas soluciones que se dan al problema de la basura urbana-aseo en el mundo.

Resultados deprimentes
Con este estudio, hemos visto de cerca la cruda realidad el servicio de aseo urbano: no ha cambiado en décadas, incluyendo la cuarta y la quinta república. En diez años mucho ha cambiado Venezuela, pero al parecer la Revolución Bolivariana no le da la suficiente importancia a este problema.
Al pueblo legislador le corresponde tomar la alternativa para sí, y poner en la mesa de discusión nacional esta cuestión ambiental y de salud pública.
Vemos que hay una rutina aparentemente sin salida: a pesar de las buenas intenciones, de los esfuerzos encomiables de nuestros alcaldes y del aporte generoso de nuestro presidente, no se ha logrado un servicio medianamente eficiente.
De parte de los funcionarios, de los profesionales, de los medios, de los llamados “sesudos analistas” se han propuesto soluciones, paliativos y caminos alternos que no han dado al problema ni una leve mejoría.
Mientras tanto, por décadas la gran mafia capitalista de la basura (nacional y extranjera) se ha enriquecido sin parar, gracias al modo de enfrentar el problema por parte de nuestra burocracia (de la 4ª y de la 5ª).
Ese modo de enfrentar el problema se rige por la aplicación centenaria de las mismas ideas vigentes:
más basura = más recolección
más recolección = más camiones y máquinas
más camiones y maquinaria = más rellenos
más rellenos = más dinero.
Un conjunto de ideas que ninguno discute, porque les conviene a todos ellos.

Así, la relación maldita basura-aseo va acumulando los componentes para la explosión del TSUNAMI DE BASURA en el momento apropiado. Una vez detonado el tsunami, tiran de la manga a PAPÁ CHÁVEZ, quien suelta los sopotocientos millones, con los cuales aparentemente se supera la crisis. Quemados los reales, comienza un nuevo ciclo.
Vamos tras el culpable
Los buenos policías, para iniciar la investigación de un crimen, se preguntan ¿A quién beneficia?
Ya vimos que los burócratas, los políticos venales, los empresarios zamuros y los habla-paja de los medios viven del modo de operar el aseo urbano. No sólo viven, sino lucran, y algunos en desvergonzado exceso. He ahí la culebra.
Los estudiosos argentinos del tema, comparando las estadísticas de los periodos de decadencia económica con las de los buenos tiempos, llegaron a una conclusión definitiva: la basura (contemporánea) es reflejo del consumo.
O sea: más consumo, más basura. Más población, más basura. Y debe agregarse que la creciente población de las ciudades, sometidas al bombardeo intensivo de la publicidad, lleva a un consumismo más allá de toda idea. De modo que ese enorme mercado masivo de consumo creciente conduce, inexorablemente al tsunami de basura. Aquí tenemos la cabeza de la culebra.
Uno de los costos pesados de la distribución de alimentos y bebidas es el retorno de los envases y empaques para su re-utilización. De cada cinco camiones que salen de las plantas, el peso-volumen de los envases y empaques representa la capacidad de un camión. Los camiones que trabajan con envases retornables representan: mayor costo de personal, de circulación, y los envases deben ser sometidos al lavado, desinfección y re-etiquetado, para su siguiente uso. Más instalaciones, más costo de energía, más costo de nómina…
Estos costos, si se botan los envases, los ahorra el fabricante, pero los asume el aseo urbano, que ellos no pagan pero nosotros sí.
Momento decisivo
Tenemos la culebra, tenemos su cabeza, y ahora tenemos el machete: el pueblo legislador ¿Qué esperamos?
¡Nada de esperar! Hay que dar el machetazo definitivo y descabezar la malhadada culebra.
El machetazo es la “Ley de minimización de la basura”, necesaria, urgente, condición sine qua non para que recuperemos la vida saludable en nuestras ciudades.
Es una ley destinada a liberar al servicio de aseo urbano de esa pesada carga que le imponen las transnacionales, ese 55 % de envases y empaques desechables. Que se encarguen ellas de los envases de sus bebidas y golosinas líquidas, todas compuestas con químicos nada saludables. Con más razón los envases de bebidas alcohólicas.
Una ley que disponga que todos los envases de los productos de consumo masivo sean reutilizables. Una ley que descargue toda la responsabilidad de los objetos y envases desechables sobre sus fabricantes y comercializadores, desde el mismo momento de su fabricación, hasta el fin de su utilidad y su destino final efectuado según la ley, que protegerá a la población actual y futura de los efectos dañinos de tales productos. El mejor ejemplo de esta legislación es Alemania. Una ley que impida que los plásticos no degradables vayan al flujo de la basura urbana y a los rellenos sanitarios. Una ley que disponga la gradual desaparición de los plásticos como material de libre uso, como se está procediendo en muchos países del mundo (Alemania, Inglaterra, Italia desde este 01-01-2011, Brasil, Uruguay y muchos otros).
Una ley que centralice la autorización del uso de los plásticos desechables a nivel nacional, para permitir aquellos de uso necesario como los insumos médicos, industriales, de seguridad laboral, de construcción de viviendas, y de garantía de los alimentos básicos del pueblo.
¿Qué ganamos con esta ley? En nuestras calles todo será mejor, nuestras ciudades serán más saludables. Se reducirá la procreación de insectos dañinos y alimañas.
Al reducirse a la mitad el volumen de basura, el costo del servicio de aseo urbano bajará considerablemente, se moverán menos camiones por las calles, la recolección será más rápida. La duración de los rellenos sanitarios, que nos cuesta a todos buena plata, incluido el IVA, será mucho más prolongada, por lo cual su costo se amortizará en más tiempo.
Aclaraciones
Proponemos una ley para minimizar el volumen de los desechos y residuos sólidos, para usar el lenguaje oficial. No proponemos nada contra los funcionarios y trabajadores del servicio de aseo urbano. Sabemos que por más esfuerzos que hagan, no pueden con la culebra: actualmente la recolección cuesta 24 millones de bolívares fuertes al mes, pero apenas se recauda 7 millones. La ley que proponemos es una propuesta para sincerar una realidad que no ha sido comprendida, tal vez por presión psicológica de los interesados en no cambiar nada. Una realidad que se mantiene por las ideas vigentes desde tiempo atrás: el ciudadano, las familias crean la basura; es necesario recogerla, transportarla y botarla, nosotros lo hacemos, nada más. Esta propuesta de ley nace de las ideas insurgentes: qué es nuestra basura, de dónde vienen sus componentes principales, quiénes lucran con la basura, quiénes están eludiendo su responsabilidad al lanzar sus envases a la basura urbana, cuyo manejo pagamos nosotros las ciudadanas y los ciudadanos.
Y, definitivamente la propuesta nace como una tarea necesaria del proceso revolucionario que está en marcha en Venezuela: Mucha gente no ha visto hasta hoy la relación entre las transnacionales, la exacerbación del consumismo y el tsunami de basura en nuestras ciudades. Hoy, el pueblo legislador puede dar la batalla legal contra los beneficiarios principales de nuestro servicio de aseo urbano.

*
Esta propuesta está basada en el contenido del libro “REVOLUCIÓN SOCIALISTA CONTRA EL TSUNAMI DE BASURA” que está en busca de editor.

eljejen2010@gmail.com

No hay comentarios:

  EL MUNDO CAMBIARÁ, EL CORONAVIRUS LO LOGRARÁ. Desde que el mundo es mundo, los imperios con sus monarquías y con apoyo de las religiones, ...