HUGO CHÁVEZ FRIAS...
Por: Roberto Jiménez Maggiolo
“La patria no es la tierra. Los hombres
que la tierra nutre son la patria”
Rabindranath Tagore
“Las vidas más bellas a mi parecer, son aquellas
que se conforman al modelo humano y común,
sin milagros ni extravagancias”
Montaigne
La expectativa por el mensaje –memoria i cuenta− que presentaría a la Asamblea Nacional cumpliendo mandato constitucional el presidente Hugo Rafael Chávez Frías, jamás la había tenido en mi existencia e mi prolongada existencia, ha tenido en la oratoria de nuestro Comandante revolucionario, una formidable recompensa. I ese tiempo prolongado me ha permitido presenciar o escuchar con deleite, un largo informe presidencial, distinto de las sosas lecturas de documento preparado por un equipo de asesores, que los presiente se limitaban a leer provocando sueño i hastío. El presidente Chávez, al contrario, demostrando su sólida cultura histórica i el conocimiento inmenso que tiene de la tierra que nutre su patria como dice Tagore, recordando de la historia pasada i contemporánea de nuestro país, desde los tiempos de la muerte de Juan Vicente Gómez, el tirano de la Mulera, traidor de su compadre Cipriano, i hombre de terror i sometimiento para sus compatriotas, pero cobarde para traicionarlos i entregar nuestras riquezas i soberanía, al imperio del Norte, fue un maravilloso preámbulo a la memoria i cuenta. Continuando con lucidez i ecuanimidad, las presidencias de López Contreras i Medina Angarita –el mandatario bueno, demócrata i noble que admiró mi padre− pasando luego por una accidentada historia de cambios negativos, la mal llamada Revolución de Octubre, los tiempos de Gallegos, la dictadura de Pérez Jiménez, su caída i finalmente las cuatro décadas de la llamada IV República, donde una dictadura infame de dos partidos políticos, Acción Democrática i el partido verde COPEI, dejaron más testimonios de su asesinatos i corruptelas durante cuatro décadas, que lo sucedido en el siglos anteriores, luego de la muerte de Simón Bolívar i el desmembramiento de su sueño libertario i político, con el nacimiento de las separaciones i el florecer de una oligarquía que todavía daña i traiciona.
Cuatro décadas que están todavía mui recientes para olvidarse i además, fijadas en palabras escritas, en sonidos i en visiones precisas que la tecnología del siglo XX nos ha dejado, para bien recordar i bien testimoniar los hechos. Es una historia tan terrible, cruel i de negros i tenebrosos episodios que, indigna ver cómo muchos de sus actores, todavía vivos i con el cinismo i el engaño de Tartufos siglo XXI, se oponen a un proceso revolucionario que ha reivindicado a la patria, sin milagros ni extravagancias como dijo Montaigne, rescatando la soberanía i la dignidad de un pueblo hasta ayer excluido o marginado, i puesto la mirada i el corazón, en los descendientes de los pueblos indígenas, sobrevivientes de la masacre imperial española; todo un pueblo mestizo i valiente −aquí todos somos café con leche, nos dijo Leo el genio de Fantoches− que se levanta vigorozo contra otro imperio que supera a todos los antes habidos, es de extensión mundial i en guerras, atrocidades, torturas i asesinatos se cree policía del mundo i capataz de su patio trasero.
Por eso, cuando muchos compatriotas desquiciados por el espejismo infame del capitalismo, no sólo quieren justificar un pasado obscuro i tenebrosos, a unos hombres que presidieron gobiernos pensando solamente en el poder, el dinero i el servilismo a sus amos imperiales que los hizo dictadores a todos –los ejemplo más genuinos entre nosotros, Rómulo Bethancourt i Carlos Andrés Pérez− vuelven a la Asamblea Nacional corrigiendo el disparate o la soberbia de hace cinco años atrás, i así se sienta mucho adeco i copeyanos devaluado, golpistas i llenos de reconcomios i habilidad para mentir, i son recibidos por la mayoría de los revolucionarios del proceso, con toda caballerosidad, respeto i deseos de armonizar en bien de la patria. Pues bien, en ese escenario, el presidente Hugo Chávez Frías, en quien respeto sus ideas cristianas cuando las usa, para anhelar la paz i la armonía, invitándolos a legislar i sembrar el respeto i el diálogo, supera todas las expectativas i les recibe con un léxico i unas ideas de altura tal, que rayan en la filosofía más profunda i lógica que, me conmueve como sabiduría; algo así como si a una sola voz esa oposición hubiese intentado, preguntar (creo que nunca lo harán) como Jenofonte a Sócrates en el mercado: − ¿I para llegar a ser hombre honrado dónde es preciso ir? I Jenofone quedó sorprendido cuando le replicó:−Sígueme pues, i lo sabrás. Sígueme.
Este pedido realmente fue al final de esa extensa exposición que demostró que estamos ante un hombre excepcional, fuera de serie; así como también es preciso decir que, por la cara que tenían todos los de la oposición, donde no sé si hubo ausencia de algunos energúmenos, muchos fruncían el ceño i ni siquiera en ciertos pasajes que eran de reconocimiento o beneficio de todos, o exaltación de la Generación de Oro de nuestros jóvenes atletas, se atrevieron a mover las manos para aplaudir; especialmente la cara dura de María Corina –mostrando la aspereza de su mirada fija i de su piel o de su faz que muestra que los años no pasan en vano− ni que el tiempo puede cambiar una mente cuando está impregnada de capitalismo i de los devaluados placeres de la vida adinerada i fácil, i la hacen sentirse vanamente, superior a sus compañeros, de los cuales ya está separada en una pequeña secta.
De todos modos, el presidente Hugo comenzó refiriendo los acontecimientos históricos de esta patria de libertadores, desde Miranda i otros, no como un relato o cuento de lo que en el pasado ocurrió i tiene vigencia sobre las ideas i motivaciones del presente, sino que en cada episodio lo que mostraba hacer es filosofía de la historia, cuando la reflexión va más allá de los hechos narrados, para extraer sus lecciones i su influencia den los tiempos venideros. Así, la historia desde autores como Bousset, es una biografía del mundo i una experiencia humana particular que da sentido i significado a las cosas, propio igualmente, de la filosofía del lenguaje. Entonces es cuando la historia de nuestro pasado i de la vida de nuestros héroes en la gesta libertadora, enseñan como en todos los tiempos existen los que sienten la patria, i los que transitan por ella en tiempo i espacio, sin que sentimiento alguno les siembre o relacione con la realidad que les toca vivir, hijos de la tierra i pensadores de con un cielo de lazos humanos. Para mí, fue un inicio realmente hermoso, que habrá pasado desapercibido para los que sentados allí predispuestos al rechazo irracional, era sencillamente paja como es común que el analfabeto cultural llame a la filosofía.
Luego la exposición de los diversos hechos, decisiones o resoluciones de la vida política, desde el aclarar cada aspecto i las razones que han comandado el gobernar en una democracia participativa i protagónica como nunca habíamos tenido; desvirtuar las tantas mentiras propagadas por orden recibida desde los nefastos vericuetos e intereses del imperio; demostrar que resulta hasta risible decir que estamos en un régimen totalitario, cuando hemos conocido en carne de Marcos Pérez Jiménez i la del Puntofijismo neoliberal –la más larga i “tecnificada” de todas− o las muchas que han vivido los países de América Latina propiciadas todas por los Estados Unidos, i cómo las de Argentina i Chile exhiben todavía sus crueles dolores; recordemos que aquí, cuando la Junta Militar que procedió a la década de Pérez Jiménez, los venezolanos sentían temor hasta de repetir los chistes de Los Tres Cochinitos i ahora, cuando no solamente hai la más grande libertad de expresión que llega hasta el libertinaje i la pudrición moral (se comentó lo de la telenovela con la Sra. Venezuela i su perro Huguito), hai ridículos i estúpidos suficientes para salir en TV con unas mordazas rojas.
El presidente Chávez, a quien conocí recién salido de la prisión de Yare, cuando vino por primera vez al Zulia i me percaté en un Foro Universitario de tener desde entonces, más conocimientos i cultura política que la mayoría de esos hombres de oposición que lo escuchaban con sus caras de palo, anoche lo observé como todo un hombre hecho para gobernar i dirigir una revolución pacífica de profunda raigambre popular; un hombre maduro, lleno de cultura política como un verdadero Estadista (con mayúscula) i a la vez un hombre de pueblo, el “arañero de Sabaneta” que como nuestros libertadores, en especial Bolívar, Sucre i Urdaneta –nuestra “Santísima Trinidad Terrenal”− i más adelante patriotas como Zea i quienes han soñado por la patria libre i soberana brillo con luz mui propia. Es realmente un presidente superior a todos las marionetas imperiales que tuvimos en la IV República i cuyas realizaciones está allí para conocerlas i valorarlas debidamente, sin que las mentiras puedan ocultad las verdades. Un hombre que desde que llegó a la presidencia, ha tenido una meta que podemos identificar como la superación material, tecnológica i social de su pueblo, en busca de la suprema meta del Libertador, buscando la mayor suma de felicidad posible. Así, no solamente cumpliendo con exactitud promesas materiales como la construcción en tiempo record de un viaducto en la carretera o autopista hacia La Guaira, el Tren hacia los Valles de Tuy o el Satélite “Simón Bolívar”, sino que en menos de una década (porque por lo menos tres años fueron de agresión contrarrevolucionaria i de boicot) Venezuela ha superado todos los aspectos de los 40 años que precedieron a la Revolución Bolivariana: Constitución Bolivariana (única aprobada por el pueblo en referendo), pueblo sacado de las tinieblas de la ignorancia i eliminación del analfabetismo, las magníficas Misiones, pese a todos los tropiezos impuestos por la oposición irracional; la recuperación de todos los estudios en todos los niveles desde el Simoncito hasta la Universidad que ahora queremos dignificar con una lei realmente justa i humanitaria; la salud gratuita para todos los venezolanos, disfrutando de los avances científicos i tecnológicos; el inmenso reto de desaparecer las desigualdades i hacer a todos ciudadanos de primera, especialmente incluyendo a las etnias indígenas, en fin, todavía son muchísimos más los logros i los cambios propuestos, como jamás habíamos experimentado en la vida republicana. En una década falla, por las causas citadas, se ha hecho por Venezuela, más que en los siglos anteriores a punto de que muchos de los grandes logros, se han corroborado no por los anuncios gubernamentales, sino por instituciones internacionales como la ONU, la Unesco, la CEPAL i hasta la moribunda OEA, no ha podido sino reconocer la verdad: Venezuela es otra i estamos sobrados de presidente, simplemente porque es un hombre excepcional comprometido con la felicidad de su pueblo, i con un pasado glorioso en sus intenciones de patria grande, en el pensamiento de Bolívar i Simón Rodríguez. Es el único país que está cumpliendo con anticipación, las metas propuestas del Milenio.
Con visión de Estadista, el presidente Chávez ha incluido a su patria, en la justa consideración de los grandes países del mundo, mientras hasta hace poco era una lejana i desconocida, tierra simplemente de petróleo. Por eso ha dicho que se cosecha lo que se siembra, i hemos visto la inmensa ayuda internacional que hemos tenido, mientras la ayuda para Haití i todas sus desgracias, ha sido el sembrar en plan de invasión, de 10.000 “cascos azules” por parte de los Estados Unidos. Lo más importante en su exposición, volviendo a Chávez, fue el llamado, exhibiendo un libro rojo, a respetar la ética del discurso; le dijo a uno de sus adversarios, a los que propuso no considerar enemigos, sino adversarios políticos, el tener respeto i no mentir, porque el mentir ofende la dignidad de la personas, i en cuanto a la absurda acusación de atribuirle la responsabilidad de más de 150 mil muertos (¿??¡¡¡¡!!!!) hizo un reto que dejó a los cara de palo petrificados (caras de piedra): Si hai uno de ustedes que me pueda hacer esa acusación, que se levante; todos permanecieron petrificados i María Corina con la cara i las rodillitas entumecidas, era una escultura de arena, como hemos visto por Internet en un Museo de Arena, aunque ya fuera de la Asamblea vociferaba sus acusaciones i dejaba en claro que la intención que tienen, es de seguir en la misma táctica que les señala el imperio i los dólares. No tienen intenciones de legislar, sino de conspirar i boicotear. Por eso, aunque desde el comienzo el Comandante les calificó de bienvenidos, las esperanzas son pocas. La ética no entra en las mentes dogmáticas ni en los corazones vendidos. De todos modos, aunque los Infocentros i las Comunicaciones por el uso de Internet han sido premiadas internacionalmente, las mentes ofuscadas seguirán mostrándose ridículas con sus mordazas rojas, su notas de que se limita o controla a Internet, sus cerebros envenenados i su soberbia encendida. Pese a ello, fueron vibrantes las palabras finales del discurso ético: ¡Quienes quieran Patria, vengan conmigo!
robertojjm@hotmail.com
que la tierra nutre son la patria”
Rabindranath Tagore
“Las vidas más bellas a mi parecer, son aquellas
que se conforman al modelo humano y común,
sin milagros ni extravagancias”
Montaigne
La expectativa por el mensaje –memoria i cuenta− que presentaría a la Asamblea Nacional cumpliendo mandato constitucional el presidente Hugo Rafael Chávez Frías, jamás la había tenido en mi existencia e mi prolongada existencia, ha tenido en la oratoria de nuestro Comandante revolucionario, una formidable recompensa. I ese tiempo prolongado me ha permitido presenciar o escuchar con deleite, un largo informe presidencial, distinto de las sosas lecturas de documento preparado por un equipo de asesores, que los presiente se limitaban a leer provocando sueño i hastío. El presidente Chávez, al contrario, demostrando su sólida cultura histórica i el conocimiento inmenso que tiene de la tierra que nutre su patria como dice Tagore, recordando de la historia pasada i contemporánea de nuestro país, desde los tiempos de la muerte de Juan Vicente Gómez, el tirano de la Mulera, traidor de su compadre Cipriano, i hombre de terror i sometimiento para sus compatriotas, pero cobarde para traicionarlos i entregar nuestras riquezas i soberanía, al imperio del Norte, fue un maravilloso preámbulo a la memoria i cuenta. Continuando con lucidez i ecuanimidad, las presidencias de López Contreras i Medina Angarita –el mandatario bueno, demócrata i noble que admiró mi padre− pasando luego por una accidentada historia de cambios negativos, la mal llamada Revolución de Octubre, los tiempos de Gallegos, la dictadura de Pérez Jiménez, su caída i finalmente las cuatro décadas de la llamada IV República, donde una dictadura infame de dos partidos políticos, Acción Democrática i el partido verde COPEI, dejaron más testimonios de su asesinatos i corruptelas durante cuatro décadas, que lo sucedido en el siglos anteriores, luego de la muerte de Simón Bolívar i el desmembramiento de su sueño libertario i político, con el nacimiento de las separaciones i el florecer de una oligarquía que todavía daña i traiciona.
Cuatro décadas que están todavía mui recientes para olvidarse i además, fijadas en palabras escritas, en sonidos i en visiones precisas que la tecnología del siglo XX nos ha dejado, para bien recordar i bien testimoniar los hechos. Es una historia tan terrible, cruel i de negros i tenebrosos episodios que, indigna ver cómo muchos de sus actores, todavía vivos i con el cinismo i el engaño de Tartufos siglo XXI, se oponen a un proceso revolucionario que ha reivindicado a la patria, sin milagros ni extravagancias como dijo Montaigne, rescatando la soberanía i la dignidad de un pueblo hasta ayer excluido o marginado, i puesto la mirada i el corazón, en los descendientes de los pueblos indígenas, sobrevivientes de la masacre imperial española; todo un pueblo mestizo i valiente −aquí todos somos café con leche, nos dijo Leo el genio de Fantoches− que se levanta vigorozo contra otro imperio que supera a todos los antes habidos, es de extensión mundial i en guerras, atrocidades, torturas i asesinatos se cree policía del mundo i capataz de su patio trasero.
Por eso, cuando muchos compatriotas desquiciados por el espejismo infame del capitalismo, no sólo quieren justificar un pasado obscuro i tenebrosos, a unos hombres que presidieron gobiernos pensando solamente en el poder, el dinero i el servilismo a sus amos imperiales que los hizo dictadores a todos –los ejemplo más genuinos entre nosotros, Rómulo Bethancourt i Carlos Andrés Pérez− vuelven a la Asamblea Nacional corrigiendo el disparate o la soberbia de hace cinco años atrás, i así se sienta mucho adeco i copeyanos devaluado, golpistas i llenos de reconcomios i habilidad para mentir, i son recibidos por la mayoría de los revolucionarios del proceso, con toda caballerosidad, respeto i deseos de armonizar en bien de la patria. Pues bien, en ese escenario, el presidente Hugo Chávez Frías, en quien respeto sus ideas cristianas cuando las usa, para anhelar la paz i la armonía, invitándolos a legislar i sembrar el respeto i el diálogo, supera todas las expectativas i les recibe con un léxico i unas ideas de altura tal, que rayan en la filosofía más profunda i lógica que, me conmueve como sabiduría; algo así como si a una sola voz esa oposición hubiese intentado, preguntar (creo que nunca lo harán) como Jenofonte a Sócrates en el mercado: − ¿I para llegar a ser hombre honrado dónde es preciso ir? I Jenofone quedó sorprendido cuando le replicó:−Sígueme pues, i lo sabrás. Sígueme.
Este pedido realmente fue al final de esa extensa exposición que demostró que estamos ante un hombre excepcional, fuera de serie; así como también es preciso decir que, por la cara que tenían todos los de la oposición, donde no sé si hubo ausencia de algunos energúmenos, muchos fruncían el ceño i ni siquiera en ciertos pasajes que eran de reconocimiento o beneficio de todos, o exaltación de la Generación de Oro de nuestros jóvenes atletas, se atrevieron a mover las manos para aplaudir; especialmente la cara dura de María Corina –mostrando la aspereza de su mirada fija i de su piel o de su faz que muestra que los años no pasan en vano− ni que el tiempo puede cambiar una mente cuando está impregnada de capitalismo i de los devaluados placeres de la vida adinerada i fácil, i la hacen sentirse vanamente, superior a sus compañeros, de los cuales ya está separada en una pequeña secta.
De todos modos, el presidente Hugo comenzó refiriendo los acontecimientos históricos de esta patria de libertadores, desde Miranda i otros, no como un relato o cuento de lo que en el pasado ocurrió i tiene vigencia sobre las ideas i motivaciones del presente, sino que en cada episodio lo que mostraba hacer es filosofía de la historia, cuando la reflexión va más allá de los hechos narrados, para extraer sus lecciones i su influencia den los tiempos venideros. Así, la historia desde autores como Bousset, es una biografía del mundo i una experiencia humana particular que da sentido i significado a las cosas, propio igualmente, de la filosofía del lenguaje. Entonces es cuando la historia de nuestro pasado i de la vida de nuestros héroes en la gesta libertadora, enseñan como en todos los tiempos existen los que sienten la patria, i los que transitan por ella en tiempo i espacio, sin que sentimiento alguno les siembre o relacione con la realidad que les toca vivir, hijos de la tierra i pensadores de con un cielo de lazos humanos. Para mí, fue un inicio realmente hermoso, que habrá pasado desapercibido para los que sentados allí predispuestos al rechazo irracional, era sencillamente paja como es común que el analfabeto cultural llame a la filosofía.
Luego la exposición de los diversos hechos, decisiones o resoluciones de la vida política, desde el aclarar cada aspecto i las razones que han comandado el gobernar en una democracia participativa i protagónica como nunca habíamos tenido; desvirtuar las tantas mentiras propagadas por orden recibida desde los nefastos vericuetos e intereses del imperio; demostrar que resulta hasta risible decir que estamos en un régimen totalitario, cuando hemos conocido en carne de Marcos Pérez Jiménez i la del Puntofijismo neoliberal –la más larga i “tecnificada” de todas− o las muchas que han vivido los países de América Latina propiciadas todas por los Estados Unidos, i cómo las de Argentina i Chile exhiben todavía sus crueles dolores; recordemos que aquí, cuando la Junta Militar que procedió a la década de Pérez Jiménez, los venezolanos sentían temor hasta de repetir los chistes de Los Tres Cochinitos i ahora, cuando no solamente hai la más grande libertad de expresión que llega hasta el libertinaje i la pudrición moral (se comentó lo de la telenovela con la Sra. Venezuela i su perro Huguito), hai ridículos i estúpidos suficientes para salir en TV con unas mordazas rojas.
El presidente Chávez, a quien conocí recién salido de la prisión de Yare, cuando vino por primera vez al Zulia i me percaté en un Foro Universitario de tener desde entonces, más conocimientos i cultura política que la mayoría de esos hombres de oposición que lo escuchaban con sus caras de palo, anoche lo observé como todo un hombre hecho para gobernar i dirigir una revolución pacífica de profunda raigambre popular; un hombre maduro, lleno de cultura política como un verdadero Estadista (con mayúscula) i a la vez un hombre de pueblo, el “arañero de Sabaneta” que como nuestros libertadores, en especial Bolívar, Sucre i Urdaneta –nuestra “Santísima Trinidad Terrenal”− i más adelante patriotas como Zea i quienes han soñado por la patria libre i soberana brillo con luz mui propia. Es realmente un presidente superior a todos las marionetas imperiales que tuvimos en la IV República i cuyas realizaciones está allí para conocerlas i valorarlas debidamente, sin que las mentiras puedan ocultad las verdades. Un hombre que desde que llegó a la presidencia, ha tenido una meta que podemos identificar como la superación material, tecnológica i social de su pueblo, en busca de la suprema meta del Libertador, buscando la mayor suma de felicidad posible. Así, no solamente cumpliendo con exactitud promesas materiales como la construcción en tiempo record de un viaducto en la carretera o autopista hacia La Guaira, el Tren hacia los Valles de Tuy o el Satélite “Simón Bolívar”, sino que en menos de una década (porque por lo menos tres años fueron de agresión contrarrevolucionaria i de boicot) Venezuela ha superado todos los aspectos de los 40 años que precedieron a la Revolución Bolivariana: Constitución Bolivariana (única aprobada por el pueblo en referendo), pueblo sacado de las tinieblas de la ignorancia i eliminación del analfabetismo, las magníficas Misiones, pese a todos los tropiezos impuestos por la oposición irracional; la recuperación de todos los estudios en todos los niveles desde el Simoncito hasta la Universidad que ahora queremos dignificar con una lei realmente justa i humanitaria; la salud gratuita para todos los venezolanos, disfrutando de los avances científicos i tecnológicos; el inmenso reto de desaparecer las desigualdades i hacer a todos ciudadanos de primera, especialmente incluyendo a las etnias indígenas, en fin, todavía son muchísimos más los logros i los cambios propuestos, como jamás habíamos experimentado en la vida republicana. En una década falla, por las causas citadas, se ha hecho por Venezuela, más que en los siglos anteriores a punto de que muchos de los grandes logros, se han corroborado no por los anuncios gubernamentales, sino por instituciones internacionales como la ONU, la Unesco, la CEPAL i hasta la moribunda OEA, no ha podido sino reconocer la verdad: Venezuela es otra i estamos sobrados de presidente, simplemente porque es un hombre excepcional comprometido con la felicidad de su pueblo, i con un pasado glorioso en sus intenciones de patria grande, en el pensamiento de Bolívar i Simón Rodríguez. Es el único país que está cumpliendo con anticipación, las metas propuestas del Milenio.
Con visión de Estadista, el presidente Chávez ha incluido a su patria, en la justa consideración de los grandes países del mundo, mientras hasta hace poco era una lejana i desconocida, tierra simplemente de petróleo. Por eso ha dicho que se cosecha lo que se siembra, i hemos visto la inmensa ayuda internacional que hemos tenido, mientras la ayuda para Haití i todas sus desgracias, ha sido el sembrar en plan de invasión, de 10.000 “cascos azules” por parte de los Estados Unidos. Lo más importante en su exposición, volviendo a Chávez, fue el llamado, exhibiendo un libro rojo, a respetar la ética del discurso; le dijo a uno de sus adversarios, a los que propuso no considerar enemigos, sino adversarios políticos, el tener respeto i no mentir, porque el mentir ofende la dignidad de la personas, i en cuanto a la absurda acusación de atribuirle la responsabilidad de más de 150 mil muertos (¿??¡¡¡¡!!!!) hizo un reto que dejó a los cara de palo petrificados (caras de piedra): Si hai uno de ustedes que me pueda hacer esa acusación, que se levante; todos permanecieron petrificados i María Corina con la cara i las rodillitas entumecidas, era una escultura de arena, como hemos visto por Internet en un Museo de Arena, aunque ya fuera de la Asamblea vociferaba sus acusaciones i dejaba en claro que la intención que tienen, es de seguir en la misma táctica que les señala el imperio i los dólares. No tienen intenciones de legislar, sino de conspirar i boicotear. Por eso, aunque desde el comienzo el Comandante les calificó de bienvenidos, las esperanzas son pocas. La ética no entra en las mentes dogmáticas ni en los corazones vendidos. De todos modos, aunque los Infocentros i las Comunicaciones por el uso de Internet han sido premiadas internacionalmente, las mentes ofuscadas seguirán mostrándose ridículas con sus mordazas rojas, su notas de que se limita o controla a Internet, sus cerebros envenenados i su soberbia encendida. Pese a ello, fueron vibrantes las palabras finales del discurso ético: ¡Quienes quieran Patria, vengan conmigo!
robertojjm@hotmail.com
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