FEDERICO RUIZ TIRADO. ESPECIAL PARA HORA DE CAMBIOS
Estoy seguro que se trata de una nueva engañifa, esta vez acompasada por dos urgencias: una, la de salvaguardarla de toda inverosimilitud (por eso el suspenso, el ceño fruncido, el manotazo al camarada Fernando Soto Rojas, la alusión a PP (Pablo Pueblo), las cifras, las acusaciones a Diosdado, la patulequera contra Chávez); otra, la teatralización y la embestida tomadas de la mano como si el Hemiciclo le hubiese reservado desde el 2007 una patente de corso, con sueldo y viáticos incluidos para echar vaina e irradiar sus morisquetas a Rajoy, al Departamento de Estado norteamericano, a su embajada en Las Mercedes y a la ultraderecha chilena, fuentes donde debe figurar en sus generosas y solidarias Partidas, destinadas a sufragar sus modales y acciones golpistas contra nuestra Patria. A Julio Borges Diosdado lo agarró fuera de base porque sujetos como él, creen que el órgano del burro es trompeta. Debo, sin embargo, anticiparme a aclarar que aun cuando su picardía “justiciera” presenta tales aires histriónicos, como los de Sor María Corina, que nadie se llame a engaños: abrumado por su odio a la Revolución Bolivariana y sabiéndose “súbdito” de la investidura de Fernando Soto Rojas, que es un emblema de humanidad a quien Borges desearía volver cenizas, la intencionalidad política de este individuo tiene el mismo sello de lucha clases que brilla en los ojos megalíticos de Sor María Corina. Presidente Chávez, no son adversarios: son enemigos de la revolución y de las clases populares y trabajadoras que hoy, junto a usted, llevan el timón del barco hacia el socialismo. Qué diálogo ni que niño muerto, como dicen los viejos españoles!
La miserable y corrosiva historia de Borges no puede exhibirse como la postalita de un cascarrabias. Hay que desmenuzarla sin eufemismos, pues dentro de él cohabitan el “regalado” de la Pdvsa golpista, el camorrerismo de Pablo Medina, el espíritu justiciero de Mr. Mazuco, los talantes guarimberos de Leopoldo López y Capriles Radonsky y del ahora copeyano Carlos Melo: una especie de Tradición, Familia y Propiedad ataviada con tatuajes, flores de bach y pulseritas rosadas.
Mosca todo el mundo!
Estoy seguro que se trata de una nueva engañifa, esta vez acompasada por dos urgencias: una, la de salvaguardarla de toda inverosimilitud (por eso el suspenso, el ceño fruncido, el manotazo al camarada Fernando Soto Rojas, la alusión a PP (Pablo Pueblo), las cifras, las acusaciones a Diosdado, la patulequera contra Chávez); otra, la teatralización y la embestida tomadas de la mano como si el Hemiciclo le hubiese reservado desde el 2007 una patente de corso, con sueldo y viáticos incluidos para echar vaina e irradiar sus morisquetas a Rajoy, al Departamento de Estado norteamericano, a su embajada en Las Mercedes y a la ultraderecha chilena, fuentes donde debe figurar en sus generosas y solidarias Partidas, destinadas a sufragar sus modales y acciones golpistas contra nuestra Patria. A Julio Borges Diosdado lo agarró fuera de base porque sujetos como él, creen que el órgano del burro es trompeta. Debo, sin embargo, anticiparme a aclarar que aun cuando su picardía “justiciera” presenta tales aires histriónicos, como los de Sor María Corina, que nadie se llame a engaños: abrumado por su odio a la Revolución Bolivariana y sabiéndose “súbdito” de la investidura de Fernando Soto Rojas, que es un emblema de humanidad a quien Borges desearía volver cenizas, la intencionalidad política de este individuo tiene el mismo sello de lucha clases que brilla en los ojos megalíticos de Sor María Corina. Presidente Chávez, no son adversarios: son enemigos de la revolución y de las clases populares y trabajadoras que hoy, junto a usted, llevan el timón del barco hacia el socialismo. Qué diálogo ni que niño muerto, como dicen los viejos españoles!
La miserable y corrosiva historia de Borges no puede exhibirse como la postalita de un cascarrabias. Hay que desmenuzarla sin eufemismos, pues dentro de él cohabitan el “regalado” de la Pdvsa golpista, el camorrerismo de Pablo Medina, el espíritu justiciero de Mr. Mazuco, los talantes guarimberos de Leopoldo López y Capriles Radonsky y del ahora copeyano Carlos Melo: una especie de Tradición, Familia y Propiedad ataviada con tatuajes, flores de bach y pulseritas rosadas.
Mosca todo el mundo!
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