Hamas y Fatah decididos a formar gobierno de unidad
Al-Ahram Weekly
En el momento en que Al-Ahram Weekly entraba en imprenta, Fatah y Hamas parecían avanzar hacia un acuerdo que permitiría la formación de un gobierno palestino de unidad nacional.Sin embargo, las delegaciones de ambos grupos, que se reunieron el 14 de junio, no consiguieron ponerse de acuerdo en la identidad del próximo primer ministro palestino que encabece un gobierno integrado por independientes, tecnócratas y profesionales que resulte aceptable para los dos grupos. Fuentes cercanas a ambas partes hablaron de una reunión programada para la próxima semana entre el presidente palestino Mahmud Abbas y el líder de Hamas Jaled Meshaal para constituir de una vez el nuevo gobierno.
Ese encuentro tendría lugar en El Cairo el 21 de julio y se citó a un alto funcionario de Fatah diciendo: “Hoy, durante las conversaciones entre las delegaciones de Fatah y Hamas, se ha fijado una reunión para el próximo martes entre el presidente Abbas y Meshaal para concluir la formación del nuevo gobierno”, dijo Azzam Al-Ahmed en las conversaciones. “También se decidió que esa reunión sería la última sobre esa cuestión”, dijo a la prensa.
El fracaso, hasta ahora, de las dos principales corrientes de la arena política palestina para traducir su pacto de reconciliación en hechos tangibles sobre el terreno, ha generado consternación y ansiedad entre los palestinos, haciendo que muchos activistas se pregunten si el acuerdo no será un mero espectáculo de cara a la galería carente de sustancia.
A principios de semana, Fatah decidió presentar a Salam Fayad como candidato a primer ministro. Los dirigentes de Fatah defendieron que Fayad es la opción más segura teniendo en cuenta el hecho de que es independiente, internacionalmente aceptado y así se garantizaría la afluencia continuada de la ayuda financiera de Occidente a la Autoridad Palestina, una entidad que carece de soberanía económica y política.
Sin embargo, Hamas que ha rechazado a Fayad como primer ministro, postuló que el primer ministro tan devoto de Occidente tiene un “historial negro”, especialmente respecto a la coordinación de seguridad con el ejército israelí en contra de Hamas, y también que estaba al frente de un gobierno que practicaba la tortura y violaba los derechos humanos y civiles básicos de los palestinos.
Algunos observadores palestinos argumentan que, independientemente de la identidad del próximo primer ministro palestino, su gobierno será de carácter interino y sería poco prudente permitir que este punto de fricción llegue a abortar el proceso de reconciliación palestino.
Un comentarista palestino de Belén describió que el desproporcionado desacuerdo sobre la cuestión refleja una increíble falta de madurez política por ambas partes.
“En el análisis final, es que eso no supone realmente un problema; ¿es que piensan que quien quiera que sea el primer ministro va a tener poderes como para conquistar el mundo? No será sino el primer ministro de un cuasi gobierno que carece de soberanía y está sometido a la voluntad y restricciones de Israel”, dijo Hamdi Faraj.
Mientras tanto, Hamas está bajo las intensas presiones de sus seguidores de base que se quejan de que las agencias de seguridad de la AP continúan deteniendo a partidarios de Hamas “por el motivo más trivial”.
El 13 de junio, las fuerzas de seguridad de la AP en Nablus reprimieron una manifestación de docenas de hombres, mujeres y niños que protestaban contra el continuado encarcelamiento de sus hijos y familiares afiliados a Hamas.
Los manifestaban portaban pancartas y carteles que decían “El pueblo quiere que la AP libere a los prisioneros políticos”. En otra pancarta de leía: “La liberación de los detenidos es la prueba auténtica del éxito del acuerdo de reconciliación”.
Un portavoz de la AP dijo que se había reprimido la manifestación porque se había iniciado sin el necesario permiso previo de la policía.
Ismail Ashkar, jefe adjunto del bloque de Hamas en el Consejo Legislativo Palestino, se hizo eco de esas quejas. Sostuvo que dejar para el final “la cuestión de los encarcelamientos políticos” podría torpedear el progreso en otras cuestiones. “Los temas deberían discutirse más en paralelo que de forma secuencial, porque todas las cuestiones están interrelacionadas”.
Otro dirigente islamista, Salah Al-Bardawil, se negó a aceptar la hipótesis de que el rechazo de Hamas a la opción de Fayad como primer ministro presentada por Fatah pudiera amenazar la reconciliación nacional entre los dos grupos. “No hay una correlación verdadera entre ese tema (Fayad) y la reconciliación nacional. La reconciliación nacional es nuestra estrategia y objetivo final, pero hay ciertas líneas rojas que debemos observar y negarnos a cruzar”.
Otro factor positivo que actúa a favor de un final exitoso de las conversaciones entre Fatah y Hamas en El Cairo es que ambas partes son conscientes de que el fracaso solo podría beneficiar al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien subrayó la pasada semana que rezaba para que las conversaciones por la unidad nacional entre Fatah y Hamas fracasaran para que pudiera continuarse con el proceso e paz.
Netanyahu señaló que Israel ofrecería concesiones a Abbas en el caso de que la AP decidiera cortar lazos con Hamas y reestablecer la división entre la Franja de Gaza y Cisjordania.
A Israel le preocupa que Hamas participe en el proceso nacional palestino de toma de decisiones, ya que así la posición global negociadora palestina será más fuerte e Israel no podrá arrancar las concesiones de largo alcance que codicia de un liderazgo de la AP que es más vulnerable a sus dictados.
Muchos observadores han indicado que Hamas ha triunfado al obligar a Fatah a asumir posiciones más fuertes sobre las fundamentales cuestiones de Jerusalén y el derecho al retorno de millones de refugiados palestinos desarraigados de su patria ancestral cuando Israel se estableció hace más de 63 años.
Fuente: http://weekly.ahram.org.eg/ 2011/1052/re8.htm
El fracaso, hasta ahora, de las dos principales corrientes de la arena política palestina para traducir su pacto de reconciliación en hechos tangibles sobre el terreno, ha generado consternación y ansiedad entre los palestinos, haciendo que muchos activistas se pregunten si el acuerdo no será un mero espectáculo de cara a la galería carente de sustancia.
A principios de semana, Fatah decidió presentar a Salam Fayad como candidato a primer ministro. Los dirigentes de Fatah defendieron que Fayad es la opción más segura teniendo en cuenta el hecho de que es independiente, internacionalmente aceptado y así se garantizaría la afluencia continuada de la ayuda financiera de Occidente a la Autoridad Palestina, una entidad que carece de soberanía económica y política.
Sin embargo, Hamas que ha rechazado a Fayad como primer ministro, postuló que el primer ministro tan devoto de Occidente tiene un “historial negro”, especialmente respecto a la coordinación de seguridad con el ejército israelí en contra de Hamas, y también que estaba al frente de un gobierno que practicaba la tortura y violaba los derechos humanos y civiles básicos de los palestinos.
Algunos observadores palestinos argumentan que, independientemente de la identidad del próximo primer ministro palestino, su gobierno será de carácter interino y sería poco prudente permitir que este punto de fricción llegue a abortar el proceso de reconciliación palestino.
Un comentarista palestino de Belén describió que el desproporcionado desacuerdo sobre la cuestión refleja una increíble falta de madurez política por ambas partes.
“En el análisis final, es que eso no supone realmente un problema; ¿es que piensan que quien quiera que sea el primer ministro va a tener poderes como para conquistar el mundo? No será sino el primer ministro de un cuasi gobierno que carece de soberanía y está sometido a la voluntad y restricciones de Israel”, dijo Hamdi Faraj.
Mientras tanto, Hamas está bajo las intensas presiones de sus seguidores de base que se quejan de que las agencias de seguridad de la AP continúan deteniendo a partidarios de Hamas “por el motivo más trivial”.
El 13 de junio, las fuerzas de seguridad de la AP en Nablus reprimieron una manifestación de docenas de hombres, mujeres y niños que protestaban contra el continuado encarcelamiento de sus hijos y familiares afiliados a Hamas.
Los manifestaban portaban pancartas y carteles que decían “El pueblo quiere que la AP libere a los prisioneros políticos”. En otra pancarta de leía: “La liberación de los detenidos es la prueba auténtica del éxito del acuerdo de reconciliación”.
Un portavoz de la AP dijo que se había reprimido la manifestación porque se había iniciado sin el necesario permiso previo de la policía.
Ismail Ashkar, jefe adjunto del bloque de Hamas en el Consejo Legislativo Palestino, se hizo eco de esas quejas. Sostuvo que dejar para el final “la cuestión de los encarcelamientos políticos” podría torpedear el progreso en otras cuestiones. “Los temas deberían discutirse más en paralelo que de forma secuencial, porque todas las cuestiones están interrelacionadas”.
Otro dirigente islamista, Salah Al-Bardawil, se negó a aceptar la hipótesis de que el rechazo de Hamas a la opción de Fayad como primer ministro presentada por Fatah pudiera amenazar la reconciliación nacional entre los dos grupos. “No hay una correlación verdadera entre ese tema (Fayad) y la reconciliación nacional. La reconciliación nacional es nuestra estrategia y objetivo final, pero hay ciertas líneas rojas que debemos observar y negarnos a cruzar”.
Otro factor positivo que actúa a favor de un final exitoso de las conversaciones entre Fatah y Hamas en El Cairo es que ambas partes son conscientes de que el fracaso solo podría beneficiar al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien subrayó la pasada semana que rezaba para que las conversaciones por la unidad nacional entre Fatah y Hamas fracasaran para que pudiera continuarse con el proceso e paz.
Netanyahu señaló que Israel ofrecería concesiones a Abbas en el caso de que la AP decidiera cortar lazos con Hamas y reestablecer la división entre la Franja de Gaza y Cisjordania.
A Israel le preocupa que Hamas participe en el proceso nacional palestino de toma de decisiones, ya que así la posición global negociadora palestina será más fuerte e Israel no podrá arrancar las concesiones de largo alcance que codicia de un liderazgo de la AP que es más vulnerable a sus dictados.
Muchos observadores han indicado que Hamas ha triunfado al obligar a Fatah a asumir posiciones más fuertes sobre las fundamentales cuestiones de Jerusalén y el derecho al retorno de millones de refugiados palestinos desarraigados de su patria ancestral cuando Israel se estableció hace más de 63 años.
Fuente: http://weekly.ahram.org.eg/
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