La libertad de expresión según Henri
Por: Gilmer Graterol
La libertad de expresión es un derecho de todas las personas que habitan en el planeta tierra, y ese derecho es y debe ser inviolable, menos aún por quienes pregonan por los cuatro vientos que en este país este derecho es violado por el régimen dictactorial y fascista que lidera Hugo Chávez.
En Carora, cuna del gran periodista y pensador Chío Zubillaga, de los periodistas Héctor Mujica y Federico Alvarez, entre otros, existen, por en todo el territorio nacional, personeros nefastos oposicionistas que han tomado como bandera política la violación constante del derecho a la libertad de información y a la libertad de expresión, pero lo cínico del caso es que son dueños de los medios de comunicación, tanto de radio como impreso, quienes se autoproclaman defensores de estos derechos, quienes más atrocidades cometen contra la libertad de expresión y de información.
Hace pocos días, fue despedido de Carora 100.5 FM el periodista Luís Pernalete (para nada afecto al proceso revolucionario), quien fungía como productor nacional independiente, por tratar de hacer un programa con cierto equilibrio informativo, cosa que causo escozor al director-dueño de la emisora, pues le exigió mantener una posición firme contra el alcalde del municipio y a favor de Henri Falcón y del prefecto, en el caso de un hecho relacionado con la violación a una dama de Carora.
Al parecer Pernalete habría expresado que la marcha de protesta, liderada por Mujeres por la Paz (muy allegadas ellas a la MUD), no solo debió detenerse en la alcaldía, sino en la prefectura, en la sede del comando policial, en la Guardia Nacional y en todos los cuerpos de seguridad del estado, así como en la Fiscalía del Ministerio Público, pero esa reacción bastó par sacarlo del aire.
Esa posición del dueño de la emisora se debe en gran parte a las exigencias del gobernador del estado Lara, Henri Falcón, a través de su Autoridad Unica en el municipio, Morir Chiriti, quien estaría pagando 40 mil bolívares mensuales a locutores y periodistas de Carora (palangre), solo para que hablen bien o le den espacios a Henri y sus séquitos. 40 mil bolívares de todos los larenses pero que caen en manos de los oposicionistas, mediante la figura de promotores sociales.
Y es que el gobernador del estado Lara entiende que sólo a través del palangrismo (odiosa práctica corrupta de la cuarta república que consiste en comprar periodistas para publicar sus declaraciones o silenciar ciertas informaciones), funciona el periodismo.
El dueño de esta emisora, como seguramente hay en todo el país, se cree que aún tiene el poder en sus manos, que todavía puede extorsionar a políticos honestos del proceso de cambios para que publiciten en sus medios radiales. Afortunadamente existen las emisoras comunitarias, trincheras que demostraron durante la última dictadura venezolana (la de Carmona Estanca y los grandes medios), ser medios de comunicación capaces de romper el cerco mediático, ser los canales de aquellas personas que no tenían voz, pero que con una firme posición rescató la democracia.
Queda en manos de CONATEL iniciar las investigaciones del caso y aplicar las sanciones necesarias contra este abuso descarado y criminal de los dueños de esta emisora, que una vez más aplica la censura.
Creo que en una oportunidad Teodoro Petkoff, siendo ministro de Cordiplan durante el periodo Caldera II dijo: “No se que es más peligroso, si la censura impuesta por un gobierno, o la censura impuesta por los medios de comunicación”. Ejercicio inmoral muy aplicado desde hace 11 años en este país por los dueños de los medios de comunicación.
ggraterol@gmail.com
En Carora, cuna del gran periodista y pensador Chío Zubillaga, de los periodistas Héctor Mujica y Federico Alvarez, entre otros, existen, por en todo el territorio nacional, personeros nefastos oposicionistas que han tomado como bandera política la violación constante del derecho a la libertad de información y a la libertad de expresión, pero lo cínico del caso es que son dueños de los medios de comunicación, tanto de radio como impreso, quienes se autoproclaman defensores de estos derechos, quienes más atrocidades cometen contra la libertad de expresión y de información.
Hace pocos días, fue despedido de Carora 100.5 FM el periodista Luís Pernalete (para nada afecto al proceso revolucionario), quien fungía como productor nacional independiente, por tratar de hacer un programa con cierto equilibrio informativo, cosa que causo escozor al director-dueño de la emisora, pues le exigió mantener una posición firme contra el alcalde del municipio y a favor de Henri Falcón y del prefecto, en el caso de un hecho relacionado con la violación a una dama de Carora.
Al parecer Pernalete habría expresado que la marcha de protesta, liderada por Mujeres por la Paz (muy allegadas ellas a la MUD), no solo debió detenerse en la alcaldía, sino en la prefectura, en la sede del comando policial, en la Guardia Nacional y en todos los cuerpos de seguridad del estado, así como en la Fiscalía del Ministerio Público, pero esa reacción bastó par sacarlo del aire.
Esa posición del dueño de la emisora se debe en gran parte a las exigencias del gobernador del estado Lara, Henri Falcón, a través de su Autoridad Unica en el municipio, Morir Chiriti, quien estaría pagando 40 mil bolívares mensuales a locutores y periodistas de Carora (palangre), solo para que hablen bien o le den espacios a Henri y sus séquitos. 40 mil bolívares de todos los larenses pero que caen en manos de los oposicionistas, mediante la figura de promotores sociales.
Y es que el gobernador del estado Lara entiende que sólo a través del palangrismo (odiosa práctica corrupta de la cuarta república que consiste en comprar periodistas para publicar sus declaraciones o silenciar ciertas informaciones), funciona el periodismo.
El dueño de esta emisora, como seguramente hay en todo el país, se cree que aún tiene el poder en sus manos, que todavía puede extorsionar a políticos honestos del proceso de cambios para que publiciten en sus medios radiales. Afortunadamente existen las emisoras comunitarias, trincheras que demostraron durante la última dictadura venezolana (la de Carmona Estanca y los grandes medios), ser medios de comunicación capaces de romper el cerco mediático, ser los canales de aquellas personas que no tenían voz, pero que con una firme posición rescató la democracia.
Queda en manos de CONATEL iniciar las investigaciones del caso y aplicar las sanciones necesarias contra este abuso descarado y criminal de los dueños de esta emisora, que una vez más aplica la censura.
Creo que en una oportunidad Teodoro Petkoff, siendo ministro de Cordiplan durante el periodo Caldera II dijo: “No se que es más peligroso, si la censura impuesta por un gobierno, o la censura impuesta por los medios de comunicación”. Ejercicio inmoral muy aplicado desde hace 11 años en este país por los dueños de los medios de comunicación.
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