Por: César Méndez González
Mediante el Decreto N° 7.341 publicado en Gaceta Oficial N° 5.969 de fecha 05 de abril de 2010 se declara Abril, como mes de la Independencia Nacional.
El Pueblo venezolano se ha distinguido por su coraje, solidaridad, alegría y fervor patrio revolucionario. Estas características de la venezolanidad han sido una constante en nuestra historia, desde el nacimiento mismo de nuestra República, hasta los momentos más difíciles en nuestros días y seguramente será así en los tiempos por venir.
La condición de Pueblo alegre y amante de la libertad ha permitido que la sociedad venezolana, de manera mayoritaria, se haya lanzado en la búsqueda de nuevos horizontes que le permitan estadios de progreso sostenido, estabilidad política, paz, justicia social y fortalecimiento de los valores y cultura nacional.
Esta tarea no es fácil, son muchas las dificultades desde lo interno, por la resistencia natural de los seres humanos a los cambios de esquemas y condiciones de vida, pero principalmente debido a fuerzas exógenas que tratan de evitar el despegue definitivo de los pueblos que estuvieron siempre marginados y mantenerlos como suministradores de materia prima y mano de obra barata.
Esta realidad hace de la Venezuela actual un blanco de los ataques, provenientes de grandes centros de poder militar y económico mundial, que no ven con buenos ojos la posibilidad de autonomía, no sólo política sino en el manejo soberano de nuestros recursos energéticos, minerales y naturales, que fueron vistos como propiedad de las grandes trasnacionales que manejan a gobiernos de países muy desarrollados y pretenden controlar el mundo.
La crisis, supuestamente espontánea, de algunos países hermanos en el norte de África y Asia ha sido en los últimos meses tema de discusión mundial que ha desenmascarado, una vez más, las verdaderas intenciones de poderes que pretenden mantener una hegemonía mundial, dando tratamientos parcializados a estos hechos, dejando claro que no importa la vida de seres inocentes sino apoderarse de los recursos que tienen esos territorios.
Este ejemplo debe llamar a la reflexión de quienes se dicen líderes de las naciones y convertirse en alarma estridente para países como Venezuela, rica en recursos de todo tipo, que siempre ha sido vista por esos poderes como una presa a controlar y explotar a cambio de nada.
Por esta razón los venezolanos de hoy debemos hacer realidad la verdadera independencia de nuestra Patria, no sólo con lemas y retórica, sino con el trabajo profundo, creador y sobre todo con conciencia y voluntad política que permita defender nuestra posición como País soberano y dueño de nuestro destino.
cesarmendezgonzalez@gmail.com
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