La Fuerza del Sur en la
Cumbre de las Américas
El escenario está definido, la Cumbre de las Américas se ha enarbolado como el espacio de lucha, antagonismos y posicionamiento de los pueblos para alzar la voz ante la garra imperial que no cesa en presionar, arremeter e irrespetar a los pueblos libres, independientes y soberanos.
Este proceso de cumbres, así denominado, se desarrolla impulsado por Estados Unidos después del periodo de guerra fría para reconfigurar las relaciones interamericanas y fortalecer su liderazgo en la región.
Durante las 6 cumbre realizadas desde 1994 a 2012, el imperialismo no ha descansado en su vergonzosa lucha de callar y cercenar los derechos de los pueblos suramericanos. De esto es testigo la Cumbre de Quebec en 2001, cuando el comandante Chávez alzo la voz contra Estados Unidos, cuando éstos, impulsados por la divina providencia, desearon imponer, una vez más, la visión reducida de la democracia representativa como única forma de democracia aceptada en la región, a lo que Venezuela indicó que:
…la democracia debe ser entendida en su sentido más amplio y no únicamente en su carácter representativo. Entendemos que el ejercicio democrático abarca además la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones y en la gestión de gobierno, con miras a la construcción diaria de un proceso dirigido al desarrollo integral de la sociedad…
También, Quebec es testigo del primer rechazo y alerta ante el mundo de las consecuencias en la aplicación de los Tratados de Libre Comercio a través del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), rechazando y reservando el párrafo 15 de la Declaración de Quebec y el párrafo 6-A del Plan de Acción.
No obstante, esto solo sería el comienzo en este foro regional, detrás de las temáticas de carácter global en la cual, se sometía a consideración de los Estados las orientaciones para resolver problemáticas en común durante las Cumbres, el tema transversal y de incidencia real en la economía de los pueblos, se enmascara en el ALCA que se quería imponer en el bloque regional, el cual aplastaría las economías locales ante la preferencia de productos elaborados por los EEUU, la inserción de empresas trasnacionales norteamericanas que desplazarían al pequeño y mediano productor; y promoverían la extensión de beneficios arancelarios.
En consecuencia, Mar del Plata se convirtió en un nuevo escenario, con los gigantes suramericanos Kirchner y Hugo Chávez a la cabeza, en el cual derribarían la idea de aplicación regional del ALCA, plasmando en la Declaración de Mar del Plata, que:
…todavía no están dadas las condiciones necesarias para lograr un acuerdo de libre comercio equilibrado y equitativo, con acceso efectivo de los mercados, libre de subsidios y prácticas de comercio distorsivas y que tome en cuenta las necesidades y sensibilidades de todos los socios, así como las diferencias en los niveles de desarrollo y tamaño de las economías.
En ese sentido, junto a la Cumbre de los Pueblos nuestros líderes suramericanos enviaron al ALCA al Carajo! Y enterraron la idea de Bush, de los halcones del imperio, de la aplicación generalizada de un área que únicamente beneficiaria al poder hegemónico estadounidense.
De esta acción suramericana contra la hegemonía norteamericana, nace un mecanismo de concertación política, primero como Alternativa y ahora como la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que a través del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), fomentan el intercambio regional a través de los principios de un Comercio con complementariedad, solidaridad y cooperación, para que juntos alcancemos una vida digna y el vivir bien; un Comercio soberano, sin condicionamientos ni intromisión en asuntos internos; Promoción de la armonía entre el hombre y la naturaleza, respetando los Derechos de la Madre Tierra y promoviendo un crecimiento económico en armonía con la naturaleza; Comercio con políticas arancelarias ajustadas a los requerimientos de los países en desarrollo; comercio protegiendo a los servicios básicos como derechos humanos, entre otros.
Los Estados y los Pueblos durante las Cumbres de las Américas han demostrado la fuerza, la articulación y convicción de que los pueblos se reconocen y son libres, y en ese sentido, deciden y decidirán la forma de gobierno que mayor beneficio y felicidad brinde a los pueblos.
El 10 y 11 de abril, se confeccionará el escenario para demostrar en el espacio multilateral, la fuerza del poder popular materializado en el gobierno, el gobierno de los pueblos, en la cual se visibilizará la decisión del pueblo venezolano de no aceptar injerencia del gobierno estadounidense, y de decirle al Gobierno Imperialista, que no somos amenaza, somos esperanza.
Las Firmas del Pueblo venezolano, son una demostración de la fuerza y convicción no solo de Venezuela, sino del mundo en respaldo a la revolución, la cual se materializó con el apoyo del ALBA, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), el Grupo Regional de América Latina y el Caribe (GRULAC), el G-77 más China y el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL).
Abril, una vez más, nos recuerda que es un mes de lucha, batalla y victoria. El 19 de abril de 1810 con la primera declaración de independencia, un 11 y 12 de abril de 2002 el golpe de Estado, el 13 de abril de 2002, el retorno de la democracia bolivariana y, un 10 y 11 abril de 2015, la VII Cumbre de las Américas, que con nuestro Presidente Nicolás Maduro, desmontaremos las matrices de opinión, solicitaremos la derogatoria del decreto imperial y se reivindicará e impondrá el potencial de la revolución.
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