sábado, 11 de mayo de 2013


Histeria

Edgar Morin ha dicho que homo sapiens es también homo demens y además homo hystericus. Y femina, digo yo, porque homo es ‘hombre' y femina ‘fémina’. Es decir, somos sapientes, pero también dementes y finalmente padecemos de histeria. Menudo compromiso ser humanos. También ha discurrido Morin que el universo es shakespeareano, con su Big Bang, sus explosiones solares, sus conflagraciones de materia y antimateria. Etc. Estamos en aprietos.

El problema de la oposición en Venezuela son sus dos características más sobresalientes: la histeria y la imbecilidad. Al menos sus dirigentes más declarados por los medios. Un cabecilla convoca a «drenar arrechera», es decir, histeria. Acto seguido un enjambre de patoteros asedia, incendia y asesina, atacando objetivos selectivos, particularmente Centros de Diagnóstico Integral, casas del PSUV y matan a 11 chavistas en distintos lances. Dos niños asesinados, arrollados dos veces por el mismo camión conducido por el mismo histérico. El enjambre es frío y calculador. Profesional. No así el dirigente, con sus ojos desorbitados, que parecen parte de un síndrome nada tranquilizador, a juzgar por sus asaltos, linchamientos, guarimbas, golpes de Estado, etc.

Histérica era la horda que vitoreaba la Inmarcesible Acta de Carmona en el palacio presidencial de Miraflores el 12 de abril de 2002 (j.mp/qGJM5I). El donairoso Daniel Considerando Romero voceaba aquella locura histérica, incoherente, mal redactada, esperpéntica, «adefesio mal hecho», como redundaría Paquita la del Barrio, en que abolía todas las instituciones de elección popular. La horda enardecida coreaba entonces con histeria: «¡Democracia, democracia!» y «¡libertad, libertad!». Eso lo vimos. Ahora, con igual histeria, lo esconden, lo olvidan, amnesia selectiva, oportuna, conveniente, certera. Amnesia disociativa, otro síntoma de la histeria.

Un dirigente golpista se quejaba de que el CNE escogió el 14 de abril para las elecciones porque así el gobierno podía hacer campaña recordando el golpe del 11 de abril de 2002 y días sucesivos. No sé, pero ¿por qué dio el golpe? ¿Por qué no eligió otra fecha para darlo? Digo, para emular su imbecilidad. ¿Será por eso que Teodoro lo llama Bobolongo? Es por una duda que tengo.

Histeria es asediar y secuestrar por cuatro horas a dos artistas de televisión con sus familias, incluyendo bebés, uno de tres meses. Solo falta que la Histérica Mayor denuncie que el crío atacó a la horda histérica con una manopla.
Los médicos describen en la histeria un paroxismo similar al orgásmico. Sus medios los mantienen en pánico y el pánico embrutece porque lo lleva el cerebro reptil, el del miedo, la rabia, el amor, la alegría, o sea, las emociones (j.mp/ZRAVZ8). Pero los humanos tendemos a tener un cerebro desarrollado, que debiera controlar el cerebrito reptil. Si ese cerebro desarrollado predominara en la oposición, sería bastante menos o nada histérica.

¿En alguna Arepera Venezuela han asediado a los opositores que ahí acuden? ¿Acorralaron en Chocolate Con Cariño al joven que dijo «me iría demasiado»? ¿No lo acogieron, precisamente, con cariño y bromas amables? ¿Ves de qué lado está la histeria?

@rhm1947

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