domingo, 17 de abril de 2011

TRADICIONES VENEZOLANAS EN SEMANA SANTA...

Feligreses se preparan para recibir palma este Domingo de Ramos

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YVKE Mundial / Correo del Orinoco
DOMINGO, 17 DE ABR DE 2011. 12:14 AM
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Los católicos y católicas acostumbran visitar los siete templos entre los días jueves y viernes. (Foto: Archivo).
Feligreses de todos los estados del país se preparan para recibir este domingo la tradicional palma, para abrir así el comienzo de las actividades religiosas de Semana Santa.
Para quienes se quedan en Caracas, otra de las tradiciones es la visita a la Basílica de Santa Teresa, donde se realizan 18 misas desde el miércoles a la 1:00 de la mañana hasta horas de la tarde del mismo día, y posteriormente se lleva a cabo la procesión del Nazareno de San Pablo, que este año estará adornado con más de 4 mil orquídeas.
Esta basílica recibe todos los años la visita de más de 2 mil feligreses, quienes vienen de todos los rincones del país para pagar sus promesas o para pedir al Nazareno salud, estabilidad y paz para sus almas. Llevar la túnica morada es lo típico en esta fecha religiosa; unos van descalzos, otros con una cruz a cuestas, inclusos hay quienes pagan sus promesas andando de rodillas desde largas distancias.
El dispositivo de seguridad Semana Santa 2011 dispone de 181 mil funcionarios que brindarán seguridad a todos los venezolanos y venezolanas, así como a visitantes de otros países. En el caso de las iglesias, las mismas también estarán custodiadas por efectivos a fin de garantizar la seguridad de todos y todas.
Igualmente, los católicos y católicas acostumbran visitar los siete templos entre los días jueves y viernes, para luego prepararse para el domingo de resurrección, que suele conmemorarse con una misa de Gallo (a las 12 de la media noche del sábado).
Los preparativos para la celebración de la Semana Santa remontan del siglo XIX y eran distintos a los de nuestros días. En épocas pasadas la fecha era acompañada de un hálito místico, de paz y silencio propicio para el recuerdo del martirio y el sacrificio de Cristo.
En víspera de la Semana Mayor los devotos preparaban afanadamente la ropa que vestirían durante los días de regocijo, porque consideraban que al estrenar las prendas de vestir en la ceremonia religiosa serían recompensados con buena suerte durante el resto del año.
La fe en aquellos tiempos privaba en el espíritu del venezolano. Los días más importantes eran el jueves santo y el viernes santo, correspondientes a la crucifixión. La muerte de Jesús en El Calvario era toda una tradición, la gente se mantenía en completo silencio, y sin querer exagerar el hecho, no estaba permitido alzar la voz, pelear, cero ruidos, porque según las creencias populares la carne del Señor era herida por los golpes. Las campanas de la iglesia no eran utilizadas, y en su lugar las ceremonias eran anunciadas con matracas. El viernes santo no se comía carne por ser considerado el día del ayuno y el sacrificio. Todo ha cambiado en la actualidad.

La Semana Santa tuvo un momento en la historia en la que fue rememorada con múltiples manifestaciones eclasiásticas y devotas. Actualmente algunas tradiciones religiosas de la Semana Mayor se conservan en ciertas localidades y parroquias del país.

Conocer qué se hacía en nuestro país en otra época siempre será una curiosidad, porque finalmente son las tradiciones las que llegan a formar una visión más amplia de lo que entendemos por nuestras costumbres diarias, que han cambiado en referencia a un pasado que todavía conserva su esencia.

A continuación, una breve reseña sobre las tradiciones que aún se celebran y que se espera que nunca desaparezcan:


Palmeros de Chacao
Fue en Caracas hace más de doscientos años, específicamente en lo que hoy conocemos como el Municipio Chacao, cuando el padre José Antonio Mohedano hizo la promesa de subir a El Ávila durante el resto de sus días para buscar palmeras y bendecirlas durante sus misas, como pago al favor del cese de una epidemia de fiebre amarilla que afectaba a los habitantes de la zona.
Aquella palma bendita que bajó de El Ávila durante tanto tiempo sobre los hombros de los cargadores o Palmeros, hoy es la protagonista de una de las tradiciones más arraigadas en las costumbres de los venezolanos.
El peregrinar de los Palmeros de Chacao se inicia el viernes de Concilio previo a la Semana Santa, cuando en la celebración de la llamada misa de envío más de doscientos hombres, mujeres, jóvenes y niños se encomiendan a Dios para cumplir con la misión de buscar la palma que será bendecida y repartida a los fieles el Domingo de Ramos.
Los Palmeros suben a El Ávila, de manera indefinida, el día viernes o sábado previo a la Semana Santa. Cortan las palmas durante el día y la noche, y bajan de la montaña en la madrugada del Domingo de Ramos para conmemorar durante la misa de este día, la entrada de Cristo a Jerusalén, donde según las escrituras fue recibido con ramos.
La significación social de la tradición ratifica los vínculos familiares de los vecinos de la zona y se ha convertido con el paso del tiempo en una tradición nacional. Los hijos de los Palmeros heredan la tradición de sus padres, y a diferencia de años anteriores cuando las familias se encargaban de planificar la celebración, hoy en día corresponde a la Alcaldía de Chacao y a la Casa de los Palmeros encargarse de la programación de la misa y la bendición de las palmas.
La bendición de las palmas y las ramas de olivo forman parte de una tradición que ya tiene más de doscientos años, y esta Semana Santa no será la excepción para que miles de devotos asistan a los templos en búsqueda de la palma bendita por la que seguramente harán una promesa.

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