Así vive Hispanoamérica la Semana Santa
El fervor de los católicos, se hace sentir, más allá de las creencias religiosas, Semana Santa es una época llena de tradiciones que se celebra en todo el mundo de diversas formas como una manera de darle gracias a Dios por entregar su vida para redimir a la humanidad
YVKE Mundial/ Agencias/ María de los Ángeles Suárez
LUNES, 18 DE ABR DE 2011. 3:51 PM
 Como todos los años, cada Miércoles Santo, los devotos venezolanos se dirigen a la Basílica de Santa Teresa en Caracas, para venerar al Nazareno de San Pablo (Foto: archivo). Noticias y artículos sobre
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Uno de los elementos más reconocibles de la Semana Santa en Guatemala son las alfombras de serrín, flores o frutas, ofrendas que colocan los vecinos al paso de las procesiones por la puerta de sus casas.
Las mujeres que visten con mantilla de luto, en el norte de España, pertenecen a la hermandad de Los Estudiantes, practican este hábito desde el Viernes Santo, hasta el Domingo de Resurrección.
En Sevilla, al sur de España, se realizan decenas de procesiones que recorren las principales calles. Los niños tienen la costumbre de formar bolas con la cera de los cirios que portan los nazarenos o penitentes.
En El Salvador el Domingo de Ramos se conmemora la triunfal entrada de Jesucristo sobre un burro en Jerusalén.
Cientos de devotos acudieron este Domingo de Ramos en Paraguay a la iglesia del municipio de Capiatá, 30 kilómetros a las afueras de Asunción.
Una de las tradiciones de la Semana Santa en Bolivia es la Feria de Ramos, un encuentro ganadero que dura tres días y transcurre en El Alto, a las afueras de La Paz.
Esta imagen muestra una de las tradiciones más antiguas que los caraqueños practican en Semana Santa, como lo es la de los Palmeros de Chacao, quienes son herederos de una tradición que data de cerca de 1770, cuando el párroco José Antonio Mohedano, ante la recurrencia de la peste de la fiebre amarilla que azotaba el valle de Caracas, quiso solicitar clemencia a Dios con una promesa y, envió a los peones de las haciendas cercanas a la montaña, a buscar la palma real para que bajaran sus hojas, evocando el pasaje bíblico de la entrada de Jesús a Jerusalén.
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