Perder es cuestión de método
Tomé el título de este artículo de una película hispano-colombiana, de tema horripilante, como tantas realidades neogranadinas, que ahora nos están trasplantando. ¡Ojalá más bien nos traspasaran su maravillosa literatura!
Han tenido un triunfo, único pero doble: la guerra económica y la consiguiente victoria en la Asamblea Nacional, pero están a punto de perderlas. Creí que Los Tres Chiflados eran los tipos más baratos y chapuceros del mundo, pero hay peores. También pensé que Henry Ramos Allup era competente, por culto, inteligente y elocuente. Pero ya ves…
La oposición venezolana me ha revelado dos verdades cardinales: que la perfección es posible en el ser humano y el autojaque mate. Ha logrado numerosas derrotas perfectas, como el Referendo de 2004 y este de ahora. Debacles impecables, intachables, inmejorables. Papelones como El Picure firmando contra Maduro. Dime tú.
Thomas de Quincey escribió una obra maestra del humor negro: El asesinato considerado como una de las bellas artes. Te lo recomiendo. Estos incapaces han cometido asesinatos magistrales, que no detallaré por respeto a las víctimas.
La soberbia aconseja mal, se engolosinan con el poder y se creen omnipotentes, como el Dr. Smith de Perdidos en el espacio. Calculan que el poder es infinito en el espacio-tiempo y que porque mandan en la Asamblea Nacional también mandan en la OEA. Veintinueve presidentes pusieron sus barbas en remojo y Macri se «descobró» del Imperio por los Papeles de Panamá. Hasta el Imperio cuadró contra Almagro. Más papelones.
La jefatura gringa es disciplinada y chambona. Daría más risa si no tuviera tanto poder de destrucción. Y ardientes bolsas, que perecen bajo las bombas como en Libia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario