José Vicente Rangel: Plan Obama
*Editorial del programa en Televen “José Vicente hoy”: 05-06-2016.
Los poderosos hilos que mueven la conspiración en Latinoamérica son manejados por grupos económicos, políticos, sectores militares vinculados al Pentágono, que cada día demuestran que carecen de escrúpulos. Apelan a todo: a actos inmorales, a la violación de la constitución y de las leyes, y arremeten contra las instituciones. Por cierto, todo ello en nombre de la democracia, de la libertad de expresión y en defensa de los derechos humanos.
Pero son los mismos que años atrás apoyaron el Plan Cóndor, concebido y ejecutado por organismos de inteligencia de los Estados Unidos, que asesinaron, torturaron y desaparecieron a miles y miles de personas en Chile, Paraguay, Uruguay, Argentina, Bolivia, Brasil, o los que aquí en Venezuela, bajo el manto de la democracia representativa, hicieron otro tanto durante varias décadas. Ahora retornan los viejos fantasmas del terror montados en lo que podemos llamar Plan Obama, concebido con sutileza para acabar con los logros sociales y avances democráticos en la región, en función de una política de repotenciación del dominio norteamericano bajo nuevos parámetros, pero con el mismo propósito de recuperar la hegemonía de la derecha y de las grandes corporaciones.
Se trata de la política que derrocó a Zelaya, vía parlamento, en Honduras. Que repitió la fórmula en Paraguay con el golpe contra Fernando Lugo, y que con una devastadora campaña mediática de descrédito del kischnerismo, alcanzó la victoria con Mauricio Macri, quien desde el momento que tomó posesión del cargo de presidente comenzó a aplicar una política salvaje de aumento desmedido de las tarifas de servicios básicos como la electricidad, el agua, el gas y emprendió una política brutal de despidos y disparó la inflación.
En Brasil el caso es patético: a la presidente Dilma Rousseff, honesta y digna, le montó la derecha una celada en el congreso que culminó con la aprobación del Impeachment que la desalojó del cargo. Es decir, que alguien que estaba en la presidencia con el apoyo de 56 millones de votos fue derrocada por un parlamento presidido por un corrupto –que luego fue destituído por el tribunal supremo y un parlamento integrado por 80% de diputados y senadores con procesos abiertos por actos de corrupción. En otras palabras: que a la presidente honesta, que no cometió delitos, con un origen impecable en las urnas electores, la saca del poder una mafia de ladrones.
En la mira del proyecto Obama de recuperar la hegemonía de la derecha y del gran capital en la región, está también Nicolás Maduro, es decir, Venezuela, y los venezolanos no tenemos que vivir la restauración para saber lo que ésta es, sino mirar en profundidad lo que está sucediendo en aquellos países hermanos donde se ha impuesto ese plan mediante la fórmula del golpe suave o institucional.
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