La embajada USA en Bogotá reconoció en cable que no había ninguna acusación contra Simón Trinidad de las FARC, extraditad o el 31 de diciembre de 2004
El inicio del cable del embajador Wood desde la embajada en Bogotá
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En un nuevo cable publicado por Wikileaks, se informa que el fascita Uribe pidió al entonces embajador de EEUU en Bogotá, William Wood, aceptar la extradición de Simón Trinidad. Era parte de un plan de chantaje de Uribe contra las FARC.
En un reporte de Wood al Departamento de Estado el diplomático informa sobre la solicitud de Uribe y agrega que:
“En este momento, sin embargo, Palmera no enfrenta cargos criminales en los EEUU. La Embajada no tiene conocimiento de ninguna investigación pendiente contra este conocido narco-terrorista por las agencias estadounidenses de aplicación de la ley”.
El cable pone al desnudo como el máximo personaje de la república colombiana entregaba un ciudadano, sea quien sea, a un poder extranjero solo por el hecho que el Secretariado de las FARC no aceptaba el chantaje de Uribe.
El cable pone al desnudo como el máximo personaje de la república colombiana entregaba un ciudadano, sea quien sea, a un poder extranjero solo por el hecho que el Secretariado de las FARC no aceptaba el chantaje de Uribe.
Uribe jugaba con todas las cartas y exigía, que para liberar a Simón Trinidad, el Secretariado de las FARC debía liberar a 63 prisioneros de guerra en su poder.
“La extradición es un mecanismo de presión y de chantaje usado por Uribe contra sus contradictores políticos y muy particularmente para la oposición política armada” [1].
Esas fueron las palabras de Raúl Reyes, comandante e integrante del Secretariado de las FARC, divulgada por el telenoticiero Noticias Uno, citado por la agencia Reuters el 21 de diciembre de 2004. Ya faltaba solo diez días para que Trinidad fuera extraditado a Estados Unidos.
En el cable de Wikileaks, el embajador Wood menciona la jugada sucia de Uribe antes de hacer público el chantaje hacia las FARC:
“Sus peticiones (las de Uribe sobre extradición, nota ANNCOL) han sido con un tono de urgencia”.
Es decir, Uribe utilizaba la embajada estadounidense en Bogotá, en su obsesión de intentar humillar a la guerrilla, sabiendo que las FARC jamás cederían ante un chantaje tan descarado como propuso Uribe.
Pero como Uribe era el lacayo del Imperio del Norte, no hubo problemas ni dudas para entregar a un ciudadano colombiano a las mazmorras del norte. En el juicio en Estados Unidos, Trinidad fue absuelto en todos los puntos.
Pero como la justicia, tanto la colombiana como la gringa es parcial, no hubo problemas de inventar un nuevo proceso y crear el montaje contra Trinidad al decir que era integrante del Secretariado y por ende responsable -judicialmente- por el derribamiento de un avión espía en donde tres agentes de la CIA, fueron tomados prisioneros de guerra por las FARC, en febrero de 2003, en el departamento de Caquetá.
Trinidad, como sabe la inmensa mayoría del pueblo colombiano y sobre todo lo han repetido los medios de comunicación, no era y no es miembro del Secretariado. Pero igual, la justicia norteamericana lo procesó en un montaje sin precedentes, a 60 años de cárcel.
La Delegación de Paz de las FARC en la Habana refuerza ahora su petición a las autoridades norteamericanas de aceptar la presencia en la mesa del Diálogo en La Habana entre la guerrilla y el gobierno de Juan Manuel Santos.
No nos sorprendería, que Wikileaks tenga más cables que sitúen a Uribe en el papel de triste y vergonzante protagonista.
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