lunes, 30 de mayo de 2011

OTAN mantiene posición intervencionista

PARA CAMBIAR GOBIERNO DE LIBIA...
  
YVKE Mundial / AVN

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Secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) Anders Fogh Rasmussen / Foto: Archivo
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) Anders Fogh Rasmussen, dijo que el líder de la revolución libia debe irse y abandonar el poder, al tiempo que rechazó ofrecer alguna fecha para el cese de las agresiones imperialistas contra Libia.

Indicó que las operaciones militares de la OTAN persistirán hasta lograr su cuestionado objetivo de “proteger civiles”. Rasmussen, sin embargo, no mencionó los miles de ciudadanos inocentes que han sido víctimas producto de los bombardeos de la alianza del norte en zonas residenciales de Trípoli.

Al respecto grupos defensores de los derechos humanos y líderes de tribus estiman que unos 3 mil civiles, entre muertos, heridos y damnificados, es el saldo que han dejado los bombardeos de la OTAN contra Libia, reportó el enviado especial del canal Telesur, Rolando Segura a través de su cuenta en Twitter.

Además, informó que los ataques contra el país norafricano continuarán, pues Francia estima intensificar los bombardeos, que no han cesado desde el pasado 19 de marzo, cuando las potencias imperialistas iniciaron la agresión contra el pueblo libio.

Ante más de 400 delegados en la sesión primaveral de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, Rasmussen dijo que "el reino de terror de Gadafi se aproxima cada día más a su fin. Él está cada vez más aislado, tanto en casa, como en el extranjero, e incluso sus más allegados lo abandonan. Ya es hora de irse".

Desde Varna Bulgaria, donde se celebra este lunes la sesión de la Asamblea Nacional, el secretario general de la alianza del norte dijo que la operación militar está logrando sus objetivos en Libia.

Rasmussen dijo: "No quiero hacer pronósticos sobre plazos, pero debe quedar claro que nosotros, en la Alianza, hemos definido tres objetivos militares claros”.

Explicó que el primero de los objetivos es el “alto al fuego contra la población civil” misma que ha sufrido importantes bajas producto de los ataques de la OTAN contra zonas residenciales, reseñó el portal de El Tiempo.

Desde el inicio del conflicto, la Otan se pronunció a favor de los grupos armados que en el oriente del país se movilizaron para avanzar hacia la capital del país y que encontraron la resistencia de las fuerzas militares del gobierno por considerarlos insurgentes fuera de la ley.

En segundo lugar detalló que es necesaria “la retirada de las fuerzas armadas y las milicias de Gaddafi de sus posiciones” y el tercer objetivo “es el acceso total y sin obstáculos de ayuda humanitaria a Libia”.

La Otan, integrada por 28 países y controlada por EEUU, Francia, Inglaterra y Alemania, busca así facilitar a los grupos separatistas armados, a los que ha reconocido como fuerza legítima, su conquista del poder para cambiar el régimen basado en el Libro Verde y que propició a Libia ser el país africano de mejores índices de desarrollo humano del continente.

La decisión de la Otan quedó precisada así: "Cuando estos tres objetivos se hayan cumplido, nos retiraremos de Libia", explicó Rasmussen a la televisión estatal búlgara BNT, al margen del foro de Varna.

Sin embargo numerosas organizaciones en defensa de los derechos humanos han denunciado que la “ayuda humanitaria” se trata en realidad de armas y municiones para los separatistas libios.

Esta acusación la hizo igualmente el semanario canadiense Embassy cuando la semana pasada denunció que una fragata de ese país que surcaba las aguas del Mediterráneo con el objetivo de verificar el embargo de armas contra Libia impuesto por la Organización de Naciones Unidas (ONU), permitió que un remolcador propiedad de los separatistas libios ingresara armas y municiones a la nación norafricana.

En la dirección http://www.youtube.co/watch"v=oKh6Kzqc428 se muestran la maniobra de los militares canadienses.

Los costos de la guerra unilateral de agresión de la Otan contra Libia podría ya sobrepasar los 2000 millones de dólares, sobre todo por las cuantiosas y costosas bombas lanzadas, las maniobras aéreas y navales en operación y los insumos que las potencias envían a los separatistas armados.

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