Agonía
Por: Roberto Malaver
Coño, ahora sí es verdad que la pusimos de oro. Nos jodimos. Con las declaraciones de nuestros diputados en la Asamblea Nacional apoyando a Estados Unidos y atacando a Pdvsa, nos mandamos a joder en diciembre de 2012. Se nos salió lo antipatrióticos.
Pareciera que fue Chávez quien le pidió al gobierno de Estados Unidos que sancionara a Pdvsa para ver qué decíamos nosotros. Y lo dijimos. Salimos corriendo a defender a Estados Unidos. Es verdad que de allá nos llegan los dólares a los partidos y a las ONG que nos defienden del régimen. Y es verdad que Ramos Allup y Pedro Pablo Alcántara se la pasan haciendo cola en la embajada para que les den unos dólares, pero llegar a esto de oponernos a un acuerdo contra el Gobierno de Estados Unidos, no tiene nombre. Nos agarraron mansitos. Ahora todo el mundo anda por allí guardando declaraciones y videos de nuestros diputados para cuando digan que quieren a la patria, bastará con mostrárselos y listo. No hay moral. No hay ética. No hay vida, compañeros.
Estamos agonizando. Estamos gritando nuestra agonía, como dijo un escritor por ahí. Lo del diputado Montoya daba pena, diciendo que “todavía dependemos del imperialismo”, y cosas así. Y Andrés Velásquez diciendo que “apoyar el acuerdo contra Estados Unidos es apoyar a Chávez”.
Cada vez que llego a mi casa llego sin corazón en el pecho. No hay esperanza. Busco vida en Globovisión y tampoco hay argumentos. Veo a Teodoro Petkoff llorando porque todavía no soporta ese crecimiento económico de 4,5 %. Da lástima y pena el hombre que se fugó tantas veces de cárceles y hospitales y ahora se fugó de la decencia, que es peor. En fin, que escucho a Ismael García y ahí no hay separación de la paja y el trigo, es pura paja. Y busco en Aló, ciudadano y Leopoldo Castillo me aturde con gestos y decires sin contenido, sin fuerza.
Es la decadencia. Es la caída. Es acostumbrarse a este autócrata –dónde estará Pompeyo Márquez para que me alumbre–. En fin, no estamos haciendo nada que nos permita ver la luz al final de la MUD. Es un desierto. No hay ideas. Antonio Ledezma invita a un café los miércoles para hablarnos de petróleo y economía, y no va nadie. Radonski habla y habla, y pareciera que está dentro de la embajada de Cuba hablando con el embajador. Pablo Pérez dice que de repente es candidato, que en cualquier momento lo dice. Ramos Allup viaja y viaja a Panamá a hablar con Manuel Rosales para que lo apoye y no sabemos más nada. No hay entusiasmo en nuestra gente.
Ahora estoy escuchando a Oswaldo Álvarez Paz, y casi me pongo a llorar con el resto de llanto que me queda.
@robertomalaver
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