miércoles, 4 de abril de 2018




El proceso revolucionario en el continente americano


Por Miguel Ángel del Pozo Rosquete¹.

El “fenómeno Chávez” explosionó la Historia, la Historia de Venezuela, para saltar fronteras para así expandirse por todo el continente americano derrumbando alienaciones, inconscientes y conscientes, sin distingo alguno, en todas las realidades naturales, en todos los seres histórico-sociales. El impacto de ese fenómeno, aún en curso de análisis bajo las responsabilidades de Adán Chávez, “ha revuelto” todo el marco impuesto por la ideología sistémica adscrita al capitalismo “desenterrando el hacha del socialismo”, supuestamente “muerto”, en el continente americano.

¿Qué “desenterró” Hugo Rafael Chávez Frías?
Fundamental inquietud porque significaría, una vez precisado el origen, como también nos permitiría, conocer su ideario, su propuesta de camino, sus experiencias y sus angustias cuando, históricamente, aceptamos que existen y están presentes las angustias de los líderes que lideran, que marcan los caminos, hacia los procesos revolucionarios de profundos cambios estructurales en toda la sociedad en cambios más cuando, frente a la ideología capitalista, la propuesta se expresa en profunda contradicción con las bases ideológicas fundamentales imperantes en todos sus escenarios que ellas, esas contradicciones, se expresan y exponen en sus praxis cotidianas.
El “fenómeno Chávez” no es inédito en si mismo, en lo conceptual, aunque si significa una no solo importante sino principal aportación al desarrollo del “pensamiento bolivariano” como en su praxis; es decir, para mejor comprender nuestro propuesto análisis es, en esa praxis, cuando deberíamos separar dos momentos históricos de esa praxis del “fenómeno Chávez”; en primer lugar el proceso que llevó a ese desarrollo a la realidad histórica del “4 de febrero, 1992”; mientras que la segunda etapa se correspondería desde el mismo momento cuando se conocieron los resultados electorales de aquel diciembre de 1998 con su presencia y discurso en el Ateneo de Caracas como pudimos comprobarlo, in situ, junto al compadre J. M. y B.R.
Es la primera lección y, probable, la más importante, lo cual no significa que no sea, además de importante, fundamental, en su propio contexto, en su desarrollo, ante los tiempos históricos, desde el mismo momento cuando comenzara a expresarse aquel hecho histórico (4 febrero 1992). Además importante es su contenido, es importante como expresó ese contenido, con lo cual ese desarrollo sirve de base fundamental a la argumentación que se trata de demostrar.
¿Cuál fue el contenido ideario de ese desarrollo?
Es evidente que sustentara sus pensares y reflexiones en los quehaceres y pensamientos de don Simón Bolívar, en sus propios tiempos históricos, como las objetivas influencias de esos quehaceres y pensares para generaciones futuras post-Independencia no solo en el marco geográfico-histórico de la llamada Venezuela sino en los contenidos y sus significados adscritos a todo lo geográfico e histórico que se expondría durante los caminares históricos de Bolívar en todo el continente americano como bien lo expusiera el historiador y colega José Gregorio Linares en su exquisita exposición sobre el “Congreso de Angostura” bajo las responsabilidades del Centro Nacional de Historia.
En una segunda lectura nos obliga a circunscribir el marco histórico del proceso de cambios importante de las realidades venezolanas en tiempos modernos y contemporáneos. Hemos reiterado que la modernidad histórica arriba a las realidades políticas y sociales venezolanas en el hecho históricodel suceso de “febrero de 1928” de todos y todas conocidos. Aquel comienzo significó uno de los amaneceres revolucionarios venezolanos después de las angustias de todo el siglo XIX.
Pero aquel “hecho histórico de febrero del 28”, en su propia intimidad, aún está “jojoto” en sus análisis profundos a pesar de la existencia de suficiente material para un comienzo de acercamiento en lo que consideramos como lo fundamental-ideológico que iría a impactar aquel propuesto desarrollo político con todos sus avatares ideológicos, políticos, militares, sociales y económicos tanto en su expresiones dependientes como en sus manifestaciones en profunda oposición a esa dependencia de bien conocer, es decir, para aquellos que piensan en profundidad y seriedad, nos referimos a los Estados Unidos de América en sus diferentes gobiernos.
La diferencia del “fenómeno Chávez” con el desarrollo del proceso que comenzara en aquel “febrero del 28”, es de obligada precisión por rigurosa para así poder entender y comprender de su importancia. Al rescatar el “pensamiento bolivariano”Chávez Frías“sacudió en profundidad” un inconsciente colectivo por histórico que se había venido imponiendo en lo histórico venezolano post-Independencia a pesar de los contenidos fundamentales de aquel importante “pensamiento bolivariano” en toda su comprensión global y significativa. Analicemos.
Rescata Chávez Frías la realidad e importancia de la sociología histórica de los habitantes originarios en la geografía histórica de Venezuela. El visibilizar a esa realidad histórica y presente de las sociedades originarias tendrían un impacto profundo en los paradigmas en contrario que irían imponiendo sectores sociales clasistas que no solo negaban de facto esa realidad sociológica sino que, en contrario, buscaban sus transformaciones íntimas en sus costumbres y pensares hacia una imposición ideológico-eurocéntrica en sus caminos hacia una supuesta incorporación a la modernidad liberal o bien su desaparición como conjuntos sociales histórico-venezolanos.
Rescata Chávez Frías una segunda realidad sociológica cuando visibiliza a la realidad nacional africano-descendiente con todas y sus particularidades históricas y objetivas que se exponen desde la esclavitud bajo las “protecciones sociales” de un mantuanaje que niega en si mismo su propia religiosidad hasta aquellos de la Pica del Chino y Farriar (Yaracuy), entre otros lugares geográficos nacionales. Bien lo sabe describir, históricamente, don Marcial Guédez en sus estudios de la africanidad en Venezuela como también lo ha estudiado Ramón Aizpurúa Aguirre en las realidades caribeñas.
Ambas realidades expuestas más arriba entraban en una muy fuerte, contundente y frontal confrontación en el marco de la “lucha de clases”, desde lo antropológico-religioso junto con las clases tradiciones godas nacionales. Aquel impulso de visibilizar a sectores, antropológicamente invisibilizados, iban a traer, en consecuencia, un no solo impacto ideológico sino también social cuando al visibilizar a esas realidades aportaba Chávez Frías paradigmas para el estudio y sus desarrollos en los estudios históricos en función del propio e íntimo desarrollo del proceso revolucionario.
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En esa misma línea de proyección ideológica, el “fenómeno Chávez” propone incorporar a la objetiva realidad social, económica, política y militar venezolana sobre sus bases bolivarianas dos temas fundamentales para la propia permanencia del Estado venezolano ante una fuerte arremetida de dos variables sistémicas globales; por un lado la alienación de las sociedades de bajos recursos a unas promesas en escenarios ideológicos neoliberales, es decir, una versión avanzada del “mayamerismo capista” de años anteriores; una segunda realidad, muy grave, por demás, de la realidad real del conjunto militar en sus reales y objetivas funciones de Estado en sus responsabilidades de la seguridad y defensa del Estado venezolano no solo frente a sus responsabilidades en un avance importante de una versión neo-colonial de la “Doctrina Monroe” como a las responsabilidades militares con referencia a las realidades significativas de dos doctrinas de aquel neocolonialismo: Huntington y Fukuyama como, al unísono, adscribirlas a una modalidad neo-militar-geoestratégica en perfecta coordinación con los intereses a futuro por desarrollo del sistema capitalista de sumisión del estamento militar venezolano como tropa-policial para la represión social como se vería durante el “27 de febrero” y controladora de rutas comerciales de diferentes tipos de “comercio internacional”.
El “fenómeno Chávez” en la globalidad de lo ante-expuesto como propuesta, discusión, reflexión y reingeniería sustentado en ese fenómeno geopolítico-venezolano, obtuvo una reflexión en las fuerzas sociales y políticas continentales que tendrían, en sus momentos, impactos en sus respectivos países que significaron, obligadamente, para Washington, el tener que realizar una profunda reingeniería de la “Doctrina Monroe” que se ha venido desarrollando hasta el punto de desconocer, de facto, las funciones de la Organización de Estados Americanos, OEA, para ser sustituida por el “Grupo de Lima” como conductores en su función de y como “no socios” sino como “aliados” del Centro de Poder en Washington aceptando, humillantemente, una nueva versión de la Dependencia pero en el marco de una realidad internacional y global de las “nuevas geo-estrategias” que se vienen imponiendo tanto por los EUA de América como de Rusia y China.
Es de objetividad sin discusión que la contradicción fundamental del desarrollo del “fenómeno Chávez” como Política de Estado venezolano (Plan de la Patria), son los EUA de América con lo cual se están desmoronando las tradicionales, por histórico-demostrables, relaciones económico-militares bilaterales cuando, en nuestros pareceres, Washington no ha sabido “leer” los discursos del Comandante Chávez Frías obligándose a ambas partes a caminar hacia una abierta confrontación que se viene agudizando en la Presidencia de Nicolás Maduro Moros.
En el marco de ese escenario siendo la contradicción fundamental para Miraflores la Casa Blanca debemos tratar de analizar dos factores: el mantenimiento de lo significativo del “fenómeno Chávez”, es decir, el continuo desarrollo de los objetivos fundamentales contenidos en aquellas propuestas originarias que hemos definido, popularmente, como el “pensamiento Chávez”, en el marco referente por su desarrollo actual de las políticas sociales en sus profundidades estatales bajo las responsabilidades de Maduro Moros, por un lado, mientras que estamos muy lejos de objetivar la real-situación actual que se viene expresando a lo interno de los Estados Unidos de América desde las presidencias de Donald Reagan. Conocemos fehacientemente las políticas sociales que vienen desarrollando con y bajo el gobierno de Nicolás Maduro Moros y, nos, vamos a tratar de proponer unos escenarios actuales de esas interioridades estadounidenses.
Aquellos quienes consideren diferencias fundamentales entre las presidencias de Barack Husseim Obama y Donald Trump con respecto a Venezuela como “cáncer ideológico anti-capitalista”, solo le recomendamos tratar de objetivar las realidades globales ante las cuales se ve inmerso el imperio norteamericano, lo arriba propuesto con relación del “Grupo de Lima” y sus sumisas funciones en el marco de la nueva reingeniería de la “Doctrina Monroe”, avistar las políticas militares de la OTAN, los desarrollos sociales, políticos, económico-financieros y militares tanto de Rusia como de China y las relaciones de ambos países y gobiernos con los países latinoamericanos y caribeños.
Nos consideramos que la situación socio-económica interna por la cual se encuentra atravesando la sociedad norteamericana es extremadamente grave y contradictoria donde se vienen observando un constante desarrollo del pensamiento nazi-fascista que “ha calado” no solo en el estamento represivo-interno tanto de la policía como de la Guardia Nacional estadounidenses con actitudes y comportamientos que no se veían desde las represiones a las protestas universitarias y de veteranos de las guerras de Corea y de Vietnam que han venido produciendo comportamientos sociales, fundamentalmente, en las juventudes, de carácter extremo-violento. Junto a esa realidad la propia organización RAND viene publicando análisis de tres escenarios fundamentales: el consumo de opiáceos, los suicidios de los veteranos de guerra y la realidad de la migración y sus impactos.
A ello se debería adicionar un interesante movimiento social desde las filas de los sectores de las damas, de un fuerte movimiento anti-Trump de “ciudadanos normales” estadounidenses, de constantes protestas contra las políticas de migración tanto de Obama como de Trump, y un interesante movimiento secesionista pro-independencia de los estados de California y Texas, ambos fundamentales para la economía norteamericana. Es cierto que algunos analistas podrían proponer la realidad de “empleo in crescendo” pero no olvidemos que la actual política liberal-tradicional es proporcionar un “empleo-sub-empleo” tanto en horas como por los salarios que, en última instancia, produce en consecuencia un nuevo tipo de alienación.
En el marco del nuevo escenario mundial de contradicciones actuales percibimos como el estamento militar norteamericano viene “ocupando espacios estratégicos” frente “a sus enemigos” cuales fueran expuestos en el nuevo diseño de “seguridad y defensa” de los EUA de América frente a sus actuales por viejos enemigos como son Rusia y China. Es decir, aquel poder que controle las materias primas podrá imponer sus políticas, sí está adscrito a los paradigmas capitalistas, bien lograrán desarrollar equilibrios en la geopolítica mundial de igualdad, cooperación y desarrollos sociales como serían con Rusia y China.
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¹ Miguel Ángel del Pozo Rosquete. Licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad Central de Venezuela, experto en relaciones internacionales de Venezuela y China y Asesor del Presidente de la Cámara de Diputados.

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