martes, 17 de enero de 2017

ALBRICIAS!!!!
El líder independentista puertorriqueño Oscar López Rivera es indultado tras más de tres décadas en prisión en Gringolandia.
En una decisión largamente esperada, EE.UU. decidió excarcelar a una de las figuras más polémicas dentro del movimiento independentista de Puerto Rico. Por años, la liberación del preso boricua Oscar López Rivera había sido una causa omnipresente en Puerto Rico La campaña internacional de líderes religiosos, funcionarios públicos, ganadores del premio Nobel y personas ordinarias nos ha traído a este día.
Se espera que López Rivera salga de una prisión en Terra Haute, Indiana, el próximo 17 de mayo, tras haber completado la mitad de su sentencia de 70 años.
Decenas de líderes puertorriqueños habían pedido a Obama que liberara a López Rivera, entre ellos el actual gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, y la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz. También diversas figuras internacionales como el presidente venezolano Nicolás Maduro y el senador estadounidense Bernie Sanders se habían unido al llamado por su liberación.
Desde que Puerto Rico se convirtió en un territorio estadounidense en 1898, distintos grupos nacionalistas han surgido para lograr la independencia de la isla. En el proceso algunos utilizaron la violencia para intentar cambiar el estatus político del territorio y conventirlo en una nación. En 1954, por ejemplo, un grupo armado de activistas llegó a Washington y abrió fuego en el pleno de la Cámara de Represantantes, entre gritos de "¡Viva Puerto Rico libre!" Los cuatro activistas fueron detenidos y condenados a la cárcel, luego de que sus balas alcanzaran a cinco congresistas.
Ese no fue el caso de López Rivera, quien nació en Puerto Rico y vivía en Chicago desde los 14 años. El boricua siempre ha sido partidario de la independencia, y pertenecía en su juventud a un grupo clandestino conocido como las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional Puertorriqueña (FALN). Aunque nunca se le imputó o involucró en algún episodio violento, López Rivera fue acusado en 1981 de conspiración sediciosa por sus actividades con las FALN, y por verse vinculado a un arsenal de explosivos que encontraron las autoridades de Chicago durante un allanamiento en 1976.
López Rivera fue puesto tras las rejas luego de que las autoridades lo identificaran tras una infracción de tránsito y le acusaran de enseñarle a un simpatizante de las FALN cómo hacer aparatos para detonar bombas. Las autoridades también se valieron del testimonio de vecinos de un apartamento en el que encontraron explosivos, armas, mapas de Chicago y un manual de guerrilla. Los vecinos dijeron que López Rivera era uno de los militantes que iba y venía del lugar.
López Rivera fue sentenciado a 55 años de cárcel por conspiración sediciosa y otros cargos relacionados a sus actividades como guerrillero. A esa sentencia se le añadieron 15 años en 1986 por un intento de fuga.
"Mi papá no es un terrorista ni un criminal, ni está acusado de causar daño a nadie", dijo Clarissa López a Univision Noticias en 2015, cuando el concejo municipal de Nueva York aprobó una resolución pidiendo la liberación de López Rivera. “La acusación mayor que cae sobre él es de conspiración sediciosa, un delito para el que no se necesita prueba circustancial para ser encarcelado”.
El miércoles 11 de enero, unos 200 manifestantes llevaron a la Casa Blanca cajas que contenían 105,000 firmas para pedir al presidente Barack Obama la liberación López Rivera. Éstas se sumaron a las 108,000 peticiones registradas en la página web del ejecutivo estadounidense "We The People". En 1999, Clinton había ofreció clemencia a Óscar López Rivera pero él la rechazó, pues muchos de sus compañeros seguirían tras las rejas.

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