Ahora que el tema de las patentes de software está tan en alza, y tras leer decenas de artículos sobre el tema, me gustaría exponeros el tema a través de un caso real y que cada uno saque sus propias conclusiones.
La verdad es que yo no sabía de la triste historia de Antonio Meucci quien, en 1855, creó el primer prototipo del teléfono 19 años antes que el patentado por Alexander Graham Bell.
Nacido en Florencia, Meucci se instaló en Nueva York en 1831 y fundó una fábrica de velas. En 1860, inventó una forma de conexión entre su oficina y el dormitorio de su mujer, que no podía moverse por artritis. En 1864 perfeccionó el sistema con una caja de jabón y un diafragma metálico y en 1871, intenta patentar el invento, pero le falta de dinero. Años después, Bell patenta el sistema, con lo que se inició una batalla judicial.
En 1871 creó un segundo modelo que no pudo patentar por falta de dinero (sólo consiguió pagar la petición de la patente). Trató por todos los medios de que la empresa de telégrafos Western Union se interesase por el invento, pero en vano.
No es difícil imaginar que con 'su invento' Alexander Graham Bell se convirtió en millonario. Gracias a su patente, la número 174.465, se embolsó el dinero que reclamó durante años el otro inventor Antonio Meucci, y parece ser que con razón. De hecho, el Congreso de EEUU reconoció en junio de 2002 que el verdadero inventor del teléfono fue Meucci y no Bell.
En 1874 Meucci ya no pudo ni pagar los 10 dólares necesarios para renovar los documentos, perdió la patente para siempre y el modelo original de su invento, que desapareció en las oficinas de la Western Union.
La verdad es que yo no sabía de la triste historia de Antonio Meucci quien, en 1855, creó el primer prototipo del teléfono 19 años antes que el patentado por Alexander Graham Bell.
Nacido en Florencia, Meucci se instaló en Nueva York en 1831 y fundó una fábrica de velas. En 1860, inventó una forma de conexión entre su oficina y el dormitorio de su mujer, que no podía moverse por artritis. En 1864 perfeccionó el sistema con una caja de jabón y un diafragma metálico y en 1871, intenta patentar el invento, pero le falta de dinero. Años después, Bell patenta el sistema, con lo que se inició una batalla judicial.
En 1871 creó un segundo modelo que no pudo patentar por falta de dinero (sólo consiguió pagar la petición de la patente). Trató por todos los medios de que la empresa de telégrafos Western Union se interesase por el invento, pero en vano.
No es difícil imaginar que con 'su invento' Alexander Graham Bell se convirtió en millonario. Gracias a su patente, la número 174.465, se embolsó el dinero que reclamó durante años el otro inventor Antonio Meucci, y parece ser que con razón. De hecho, el Congreso de EEUU reconoció en junio de 2002 que el verdadero inventor del teléfono fue Meucci y no Bell.
En 1874 Meucci ya no pudo ni pagar los 10 dólares necesarios para renovar los documentos, perdió la patente para siempre y el modelo original de su invento, que desapareció en las oficinas de la Western Union.
Él inventó el teléfono, pero los millones y la gloria fueron para Graham Bell. Meucci, que murió en la miseria sin saber que un día le reconocerían sus derechos, inventó numerosos objetos, entre ellos filtros para purificar el agua, creó una técnica para dorar marcos y para petrificar cadáveres.
EL IMPERIO... ¡SIEMPRE EL IMPERIO!... ROBA, DESPOJA, SUBYUGA...
EL IMPERIO... ¡SIEMPRE EL IMPERIO!... ROBA, DESPOJA, SUBYUGA...
1 comentario:
la información que se presenta de Antonio Meucci, ¿es totalmente verdadera? Necesito saber ya que recopilo información para elaborar un ensayo.
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