martes, 14 de agosto de 2018

PASTEL...
POR DANIEL GARCIA
El periodista José Vicente Rangel, para referirse al nuevo programa económico del gobierno, utilizó un decir muy venezolanista: una cosa es hacer un pastel y otra es comérselo, expresión que me parece muy acertada porque el programa económico del presidente Maduro y su equipo, que se regirá a partir de este 20/08, se ve como un gran pastel relleno de exquisiteces y con mucha solidez. El pueblo está ansioso por degustar semejante manjar, y el presidente, no me cabe la menor duda, está haciendo todo lo posible para que así sea, tanto así que estuvo a punto de costarle la vida, y el hombre demuestra que no va a retroceder ni un ápice en su noble empeño; no se le puede exigir mayor demostración de su herencia chavista.
Ahora, lo que nos debe preocupar es la amenaza imperial, cosa que viene asomando desde hace rato, y ahora lo acentuó dramáticamente en el magnicidio frustrado que accionó a través de su Israel latino y terroristas venezolanos. Afortunadamente la seguridad presidencial demostró su fortaleza y evitó lo que desencadenaría una escalada de incalculable desgracia para los venezolanos. Eso, y nuestra política internacional, así como las buenas relaciones económicas con otras potencias y una gran cantidad de pueblos en el mundo, nos dan un respiro para dormir un tanto tranquilos, no sin dejar un ojo abierto.
Hasta ahí todo dice que si vamos a saborear el tan anhelado pastel; “pero, que vaina que nunca falta un pero” (Perucho Conde) ¿y los que se oponen dentro de nuestras fronteras? Y no me refiero a la oposición escuálida que bastante escuálida, literalmente, se encuentra. Me refiero a esos “CAMARADAS” rojitos enquistados en las instituciones desde donde sabotean abiertamente. Por supuesto que ellos están poniendo todo su empeño para que veamos pasar el pastel como el niño pobre al otro lado de la vidriera de la dulcería ¿Será que nadie puede ponerles un freno, desnudarlos y sacarlos de su madriguera? ¿Quién lo pone el cascabel al gato? ¿Son
intocables? El presidente dice que aquí no hay intocables, pero otra cosa es la que vemos cuando el pueblo ya afónico de tanto gritar señalándolos, se siente desprotegido de una acción contundente gubernamental. Recuerdo nuestro abrumador revés en las elecciones legislativas del 2015, y Diosdado Cabello decía que hay que limpiar nuestras instituciones y sacar a esa gente y, sin embargo, ahí siguen regodeándose campantes con su risita cargada de mucha sorna cuando nos dicen “CAMARADA” mientras por dentro tararean “adelante a luchar milicianos” Y por favor no le vengan a decir al pueblo: “CAMARADA” eso le hace daño al proceso, tienes que tener pruebas de lo que dices, mientras quien procesa las pruebas es el mismo denunciado. Que mayor prueba que ver como vienen funcionando desde haaaace rato CANTV, MOVILNET, BANCO BICENTENARIO, BANCO DE VENEZUELA, SUNDDE, PDVSA GAS y pare usted de contar, sin hablar de una gran cantidad de la guardia nacional y la policía bolivariana.
Señores del gobierno, yo sé que no es fácil cuidar tanto flanco a la vez, pero nadie dijo que sería fácil. El pueblo ha demostrado con sangre sudor y hambre que está resteado con este proceso, y el presidente, con su vida en juego, también ¿y con esa gente qué hacemos? ¿Dejamos que sigan saboteando o los sacamos de tajo sin importar que tan roja pueda tener su chaqueta ni que tan recomendado del “CAMARADA” tal sea ¿Comemos pastel o dejamos que ellos lo desmoronen en nuestras narices?...digo yo, no sé.
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