lunes, 16 de julio de 2012


A 33 años del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista

Por Pedro José Madrigal Reyes


¡¡¡ Patria Libre o Morir!!!

El sandinismo se desarrolla como una corriente político-ideológica que intenta dar respuesta a la ocupación imperialista, así como a las contradicciones históricas de las relaciones sociales ocurridas al interior de la sociedad nicaragüense fundamentadas desde y por el poder detentado por minúsculos grupos sociales y luego por la dictadura somocista; a su vez, el sandinismo resulta de la confluencia de múltiples lineamientos ideológicos comprendidos en la izquierda –Anarquismo, Marxismo-Leninismo, etc.- y por supuesto, de la voluntad del pueblo nicaragüense de hacerse libre.

El FSLN puede ser caracterizado como un movimiento revolucionario de vocación antiimperialista por la liberación nacional y por la emancipación de las clases explotadas. Toda vez que asumía que para cumplir esos elementos integrados en su programa histórico, se hacía necesario desarrollar una revolución armada como única vía posible para alcanzar el poder que permitiría realizar las necesarias transformaciones. Entiéndase que la lucha armada nunca fue planteada como un fin en sí misma, sino como una extensión de la lucha por un revolución política, y de hecho la única vía posible debido a que los espacios políticos para combatir al somocismo sencillamente no existían…, pretendiendo que una vez alcanzada esa revolución en los órganos de poder se debía de profundizar el proceso revolucionario desarrollando paralelamente una revolución económica y social, que sentara las bases para una revolución cultural… que alumbrara nuevas y superiores formas de relaciones sociales.

No obstante, debido al desarrollo de los acontecimientos posteriores al triunfo revolucionario, y de hecho a la naturaleza misma del bloque antisomocista vanguardizado por el FSLN. La revolución tuvo que hacer frente al sabotaje tanto de los enemigos internos como externos, convirtiéndose en el primer país que sufría eso que se ha dado en llamar como guerra de baja intensidad. Ha de saberse pues que el antisomocismo revolucionario fue un bloque muy heterogéneo en el que podía encontrar incluso a elementos de la burguesía conservadora, así como de la burguesía liberal antisomocista, que solo compartían con el FSLN la necesidad de derribar al dictador que les había marginado del poder, no así en el caso del sistema somocista que de alguna manera mantenía sus privilegios de clase…; o lo que es lo mismo, estos grupos incorporados a la lucha revolucionaria se encontraban en otro espectro ideológico, incluso enfrentados a los planteamientos emancipadores del FSLN…, y es en esa realidad que explica el por qué grupos que tomaron parte hasta el triunfo de la revolución, luego adversaron por todos los medios posibles a la revolución triunfante, incluyendo la contrarrevolución armada…

La estrategia desarrollada por el Comandante en Jefe Carlos Fonseca Amador -luego asumida por la Dirección Nacional Conjunta-, desde un primero momento planteó que el objetivo inmediato de la organización era derrotar a la dictadura para lo cual era condición fundamental unir a todos los frentes antisomocista en ese objetivo común, independientemente de sus posturas políticas o extracción social… Aun cuando era consciente que luego del eventual triunfo revolucionario, el elemento de unión dejaría de existir y aflorarían las diferencias. Quién mejor resume ese hecho es el general de hombre libre en esta premonitoria frase: “… sólo los obreros y campesino llegarán hasta el final…”. En cualquier caso, la estrategia diseñada por el comandante en jefe -y aquí podría equivocarme pues carezco de formación militar-, estaba encaminada a la conquista del espacio de acción de la dictadura, ya no solo en el plano militar, sino en el económico, social, comunicaciones, internacional, etc… Y jamás se trató de una guerra de desgaste, es decir, encaminada a la eliminación física del enemigo, de hecho, el no desarrollo de una guerra de desgaste es lo que permite a elementos de la derrotada Guardia Nacional organizarse como fuerzas contrarrevolucionarias en un corto periodo de tiempo… Téngase en cuenta que cuando se produce la aparición de las tendencias, estimulado por la variedad en el planteamiento político, organizativo y táctico; las mismas siguen desarrollando algún aspecto de la estrategia global concebida por el Comandante Fonseca y que a la postre hizo posible la unidad y el triunfo de la revolución, y que de hecho fue posible en el momento en que todo el espacio de acción de la dictadura pasó a estar en manos de las fuerzas revolucionarias -agregado a la acción militar de los frentes guerrilleros, de las columnas guerrilleras y de la ciudadanía insurreccionada-, precipitando la caída del dictador y el derrumbe del somocismo en todas sus expresiones…


¡¡¡ Después del primero paso no pararemos de andar jamás!!!

Tras el triunfo revolucionario aparecen las primeras diferencias al interior de las fuerzas revolucionarias, el bloque oligarquía-burguesía-iglesia que se alineó con el FSLN en contra del dictador intenta hegemonizar el triunfo pero al verse derrotado por el elemento revolucionario -al fin el ‘poder’ en la ausencia del poder de la dictadura derrotada se encontraba en los fusiles del pueblo triunfante, y en su vanguardia, el FSLN- pasan a formar la contrarrevolución con el apoyo de la administración Reagan. En esencia, se debió a que ideológicamente se encontraban enfrentados al ideario, al programa revolucionario del Frente.

Con el triunfo de la revolución se tuvo que reconstruir el estado, que tras la guerra había quedado completamente derruido y las estructuras que quedaban era dependientes ideológicamente de la dictadura.

El gobierno revolucionario pudo constituirse y dirigió en medio de una agresión armada la transformación revolucionaria de la sociedad nicaragüense, con aciertos y errores; desde la construcción de un nuevo poder encaminado a esas transformaciones; de hecho, una revolución de vocación emancipadora requiere de alcanzar el poder para poder poner en marcha su estrategia; pero ocurrió que no todos los sectores sociales, incluidos amplios sectores populares presentaban las condiciones para entender esas transformaciones, incluso, muchos de esos sectores pasaron a adversar el proceso…, y que entre otras muchas cosas se debió al hecho de que el pueblo nicaragüense en su conjunto, aún no se había desprendido de sus valores culturales del sistema imperante perpetuados a través de la cultura… E aquí una de las razones últimas por la que a pesar de los inmensos logros sociales –salud y educación gratuita, alfabetización, reforma agraria, etc.- y la mejora sustancial en las condiciones de vida de la población antes excluida, el FSLN no pudo retener el poder al someterse al voto dentro de un sistema electoral ‘democrático’ burgués…, simplemente el FSLN no había logrado conseguir hegemonía política dentro de la realidad nicaragüense, esto no significa que no había crecido en apoyo, pues la revolución se hizo con una 21% de la población y hacia finales de los ochenta el apoyo estaba entorno al 40% y así se mantuvo hasta el triunfo electoral del 2006. La otra razón la encontraremos en el hecho de haber construido un sistema partidista, al estilo democrático burgués, y renunciado a un órgano ocupados por delegados de todos los sectores sociales


Gobierno desde abajo

Convertido el FSLN en una fuerza política removida de poder mediante sufragio, se fragua la que sería la mayor crisis interna, entre revolucionarios y reformistas de tendencia socialdemócrata –capitalistas al fin-, que amenazaba con destruir la organización, de hecho así fue asumido por los traidores concentrados en el MRS y por el bloque oligárquico-burgués que pretendió restaurar el sistema somocista en ausencia del dictador, o lo que es lo mismo, retroceder la realidad nicaragüense hasta las condiciones previas al triunfo de la revolución popular sandinista…

Pero los enemigos del sandinismo olvidaron que las derrotas totales, como así lo habían anunciado, no existen. La revolución pudo seguir desarrollándose a través de otras vías, desde otras formas de ‘poder’, al fin, el poder que emana desde los órganos de gobierno no es todo el poder… ni el único capaz de transformar las realidades sociales…

Podemos decir que el proceso revolucionario, gracias a la presencia y dirección de un líder sólido –Comandante Daniel Ortega- y al desarrollo del trabajo de persuasión de las masas, logró perpetuarse hasta convertirse en un genuino ejemplo para otros procesos revolucionarios; y es que el FSLN es la única fuerza revolucionaria que ha alcanzado el poder mediante una revolución armada, luego lo perdió mediante elección, y finalmente lo recuperó mediante elecciones…


¡¡¡ Segunda etapa!!!

Considerada así desde que el FSLN ha conseguido volver al poder: en el periodo 2006-2011 con minoría simple –un 40% de respaldo electoral aproximadamente- y desde el 2012 con mayoría -en torno a un 61% de respaldo electoral-, esto indica que finalmente el FSLN, como órgano revolucionario, ha logrado la hegemonía política al interior de la sociedad nicaragüense… Sin embargo lo ha hecho a través de la funcionalidad diseñada por la ‘democracia’ burguesa…, la representatividad partidaria; esto impide desarrollar un programa revolucionario con todas sus posibilidades; no obstante, es posible llevar a cabo algunas transformaciones encaminadas a resolver en alguna medida las contradicciones existentes, como efectivamente está ocurriendo, hasta que se desarrollen las condiciones necesarias que permitirán profundizar la marcha al socialismo y de este a la sociedad sin clases…

En realidad el proceso revolucionario se divide en etapas con fines didácticos, digamos que para hacer comprensible la evolución histórica de proceso, sin embargo, se trata de un proceso único que se inicia con la lucha antiimperialista del General de Hombres libre, cuyo ideario fue recuperado por el Comandante Carlos Fonseca…, y que con el triunfo pasa de la lucha armada a otras formas de lucha comprendidas en el espectro político-ideológico, siempre con el mismo fin…, la transformación político-económica de la sociedad nicaragüense que permita la construcción de una sociedad más justa…

A treinta y tres años del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, la misma sigue vigente y transformando para siempre la conciencia colectiva del pueblo nicaragüense. La revolución aún continua, y continuará, porque aún estamos dispuestos a vivir por ella…


Nota:

*Agradecer el aporte de los compañeros que han participado en las diferentes etapas del proceso revolucionario sandinista y en el desarrollo de estas líneas: Pedro José Madrigal Ríos, María Eugenia Reyes Bravo, Gonzalo Mayorga Orozco, Jaime Alfaro Morales, Martha Diomera Lorente Campos, Pánfilo José Orozco Izaguirre, Abraham Cubillo, Marlon Enoc Sáenz, Brenda Castillo Godines, Jossy Aleman, , William Rodríguez Chávez, Fabio Alexis Amador Mairena, Ronald Dionisio Ruiz.


Militante del FSLN
Marxista-Leninista


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