Un precedente peligroso contra las soberanías en la ONU
Nuevamente se pretende utilizar a la ONU contra la soberanía del pueblo libio y de otros según los designios del Imperio.
Laila Tajeldine y Basem Tajeldine (*)
Si el día de hoy se celebraran unas elecciones en Libia seguramente Muammar Al Gaddafi seria elegido como Presidente de ese país. Esta ha sido la opinión de muchos analistas y periodistas extranjeros que han estado presentes en Libia bajo la agresión de la OTAN. Muchos están de acuerdo de que la popularidad de Gaddafi ha crecido como nunca antes.
El líder de la Revolución Verde cuya imagen se encontraba completamente desgastada antes de la arremetida imperial, debido a los profundos errores políticos por su gobierno que habían conducido a ese país al nefasto proceso de apertura económica y política a los capitales europeos y estadounidense: “el abrazo mortal con Occidente”, hoy se encuentra ampliamente fortalecida y blindada con el apoyo de los sectores populares de Libia. Varios movimientos de izquierdas, la mayoría de los lideres tribales del país, entre otras personalidades intelectuales, académicas y frentes patrióticos en general, quienes en un momento habían asumido posiciones muy críticas y contrarias al gobierno de Muammar Al Gaddafi indiscutiblemente hoy se han unido en torno al líder libio luego de iniciada la agresión de la OTAN. Esta realidad se aprecia a diario en los medios públicos de la televisión, radio y prensa escrita de ese país en las manifestaciones públicas que hacen los representantes tribales e intelectuales libios de apoyo al gobierno libio y a su líder, cuya autoridad moral la consideran incuestionable.
Sólo esto explica la razón del Por qué los Estados Unidos de America y sus aliados reunidos en torno a la OTAN se niegan en aplicar la Hoja de Ruta presentada por la Unión Africana que incluye el inmediato Alto al Fuego y la convocatoria inmediata a elecciones en ese país norafricano.
La próxima arremetida contra el pueblo libio sen hará nuevamente en la ONU
Como todos los años, antes de la apertura de la nueva sesión de la Asamblea General de la ONU, cada Estado miembro de la organización deben hacer llegar una Carta al Secretario General y al Presidente de la Asamblea General (cuya presidencia hoy reposa en manos de Qatar) informando sobre los nombres de sus representantes para ese nuevo periodo de sesiones. Las cartas son examinadas por una Comisión de Verificación de Poderes que es elegida al inicio de la sesión (a partir del 13 de septiembre de 2011). Se espera que esa Comisión objete las credenciales de la delegación escogida por el legítimo gobierno libio y se lleve el caso a votación en la Asamblea General de la ONU, cuestión que no es favorable para el gobierno libio.
Antecedentes
En el año 2009 la Asamblea General de las Naciones Unidas, a solicitud de los miembros de la Unión Africana, sometió a votación la carta de acreditación de los miembros de Madagascar (luego del Golpe de Estado acaecido en ese país). En esa ocasión la Asamblea General decidió no permitirle al gobierno golpista ocupar el puesto de su país.
¡Guerra avisada!
Según informaciones de algunas fuentes serias dentro de Naciones Unidas, se espera que varios de los 9 miembros que componen la Comisión de Verificación de Poderes, manipulados por las potencias agresoras a Libia, objete la delegación designada por el Gobierno de Muammar Al Gaddafi y llame a votación en el seno de la Asamblea General de la ONU para de esta forma desconocer al legítimo gobierno libio dentro de este organismo internacional, y de ser posible reconocer a los miembros del Consejo Nacional de Transición libio (CTN).
Es conocido también que el gobierno de los Estados Unidos y varios gobiernos aliados han reconocido de forma unilateral de los miembros del CNT como los “nuevos representantes en sus respectivos países del Estado libio”. De igual forma han adelantado gestiones para tales fines dentro de las Naciones Unidas.
Se está sembrando un precedente peligroso
Los Estados Unidos de America han obstaculizado la participación de la delegación del Gobierno libio en los trabajos y reuniones de preparación para la nueva sesión de la Organización de las Naciones Unidas, negando las visas y la logística necesaria de los representantes libios, violentando así la Carta de la ONU de 1945, en su articulo 2 y 105; de la Convención sobre Privilegios y las Inmunidades de las Naciones Unidas de 1946 y el Acuerdo firmado entre la Organización de las Naciones Unidas y los Estados Unidos de America por ser la sede principal de la organización, de 1947 (Articulo IV, Sección 11 y 14, y Articulo V, Sección 15).
Ahora bien, de producirse una nueva Resolución por parte de la Asamblea General de la ONU que desconozca al legitimo Gobierno de Gaddafi y reconozca en su lugar al CTN, se estaría sentando un nuevo precedente que no sólo violenta la Carta de las Naciones Unidas (en su preámbulo, artículo primero y segundo), desconociendo la soberanía del pueblo libio, sino que, además, se estaría permitiendo a la instalación de un Gobierno supranacional que reconocería o desconocería a los gobiernos legítimos según los designios del Imperialismo.
(*) Basem Tajeldine es miembro del Centro de Saberes Africanos
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