Marcelo Moscoso periodista boliviano entrevista a Lenin Cardozo:
Crisis alimentaria y el futuro de la humanidad
Marcelo: Lenin en el inicio de este nuevo siglo, ¿realmente la humanidad tiene conciencia sobre el significado de los actuales problemas ambientales?
Lenin: Gracias Marcelo, por la oportunidad que una vez más me das, al permitirme compartir estas ideas y ser a su vez publicadas en tu importante portal NATURA MEDIO AMBIENTAL.
En principio te diría que el siglo 21, sorprende a una humanidad, que vivía sumergida en la cultura de sus prisas, absorta en sus propios submundos y ahora se despierta de manera sobresaltada, buscando interpretar, lo que les era invisible en sus primeros momentos a su realidad y que hoy se les hace abrumador. Como son los recurrentes fenómenos naturales que aturden a las distintas concentraciones humanas que habitan en los continentes. Las cada vez más agotadas energías fósiles e hidráulicas, la escasez de alimentos y agua potable. Esta nueva realidad para muchos, exige en el inicio de este nuevo siglo, nuevas estrategias, nuevas propuestas y planteamientos.
Marcelo: Tú hablas de que actualmente enfrentamos un tsunami silencioso asociado a la crisis alimentaria, ¿sobre que sustentas este planteamiento?
Lenin: Científicos agroalimentarios, vienen señalando que se está acercando a paso agigantados la cada vez más próxima crisis de alimentos, llamada el “tsunami silencioso”. Una ola de inflación en los precio de los alimentos se está desplazando por el mundo, dejando disturbios y debilitando gobiernos a su paso. Esto lo confirman las estadísticas que demuestran que por primera vez en 30 años están surgiendo protestas por los alimentos, por la falta de comida, en muchas partes y en forma simultánea.
Por ejemplo: En Bangladesh se ha recrudecido los disturbios; China comienza a sentir los rigores de estos desabastecimientos, ya que sus pobres medios, aquellos que viven con 2 dólares al día, están sacando a los hijos de la escuela y disminuyendo las verduras y hortalizas para poder pagar el arroz. Aquellos que viven con 1 dólar al día están reduciendo carne, verduras y hortalizas y una o dos comidas, de modo de poder pagar un tazón de arroz. Y aquellos muy necesitados -que viven con 0,5 dólar al día- enfrentan el desastre. En muchos lugares, la escasez tradicionalmente de alimentos, significa en estos momentos inanición masiva. Las medidas de la crisis actual son miseria y desnutrición. Las clases medias en los países pobres están renunciando a la atención de salud y eliminando la carne, de modo de poder consumir tres comidas al día.
Consecuencia, de la disminución por desgaste natural, de las tierras para el cultivo, desplazamiento de los cultivos tradicionales por cultivos para materias primas para los biocarburantes y crecimiento poblacional.
Marcelo: ¿Los presentes problemas ambientales en qué medida crees tú que afectaran la producción alimentaria futura?.
Lenin: Como consecuencia directa del derretimiento de los hielos polares, se aumentará el agua de los océanos y las inundaciones costeras se intensificarán a tal grado que se producirá un desplazamiento masivo de sus moradores hacia tierra firme de los continentes. Es decir, que nos encontraremos, con un futuro de una alta población humana, relocalizada en nuevas tierras, así como además muchos acuíferos intervenidos por las aguas saladas. La actual tasa de crecimiento poblacional, que nos sitúa con más de 3 mil millones de nuevas personas en los próximos 50 años, nos hace inferir que tendremos menos tierras para el cultivo y mayor población que demandara alimentos. A esto tendríamos que sumarle todas tierras cultivables que ya no tendremos, porque estarán al servicio de la producción de los biocarburantes o biocombustibles.
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Es insospechado, lo que impacta producir cultivos para elaborar combustibles: Deforestación, despoblamiento del campo, pérdida de biodiversidad, contaminación de las aguas, hacinamiento en las ciudades y hambre. onG de diversos países vienen denunciando a los productores de la materia prima vegetales, necesitados por los países desarrollados para su parque automotriz, disminuyendo drásticamente la producción de cultivos vitales para el sustento básico y su seguridad alimentaria de los países no desarrollados.
Marcelo: ¿Explícanos cuales serán esas estrategias que replantearan la nueva realidad alimentaria futura?.
Lenin: Sin pretender caer en la ciencia ficción, no es descabellado pensar que en un futuro próximo, el dólar, el euro, yen o yuan, dejaran de ser los referentes de intercambio comercial y serán desplazados por el litro de agua potable y el tazón de arroz o de frijol. La escasez de estos rubros definirá, las nuevas relaciones de poder en el mundo humano. Las potencias con mayor capacidad de fuego bélico, controlaran los reservorios de agua dulce y tierras para el cultivo que quedaran en cada uno de los continentes. Las guerras por el control del petróleo, será historia.
Marcelo: ¿Que hacer?
Lenin: Hasta ahora, la agenda política mundial, toma con indiferencia el tema ambiental. La seguridad alimentaria, el crecimiento poblacional y el agua potable, son problemas distantes porque no dan votos en lo inmediato. Duro, para no decir misionero o quijotesco, el camino de los ambientalistas, en advertir lo que está por llegar. La solución comienza por la educación ambiental, única salida para tomar conciencia de la realidad presente y de lo que se nos avecina. Lo que hagamos en el presente, desde lo más local, desde lo más cotidiano, sera lo determinante. Las futuras hambrunas podrán ser detenidas a partir del desarrollo de iniciativas que fomenten la seguridad alimentaria en cada comunidad, región o nación. Con legislaciones eficaces, utilización racional de los suelos, valoración de la producción local y protección a los agricultores.
Lenin: Gracias Marcelo, por la oportunidad que una vez más me das, al permitirme compartir estas ideas y ser a su vez publicadas en tu importante portal NATURA MEDIO AMBIENTAL.
En principio te diría que el siglo 21, sorprende a una humanidad, que vivía sumergida en la cultura de sus prisas, absorta en sus propios submundos y ahora se despierta de manera sobresaltada, buscando interpretar, lo que les era invisible en sus primeros momentos a su realidad y que hoy se les hace abrumador. Como son los recurrentes fenómenos naturales que aturden a las distintas concentraciones humanas que habitan en los continentes. Las cada vez más agotadas energías fósiles e hidráulicas, la escasez de alimentos y agua potable. Esta nueva realidad para muchos, exige en el inicio de este nuevo siglo, nuevas estrategias, nuevas propuestas y planteamientos.
Marcelo: Tú hablas de que actualmente enfrentamos un tsunami silencioso asociado a la crisis alimentaria, ¿sobre que sustentas este planteamiento?
Lenin: Científicos agroalimentarios, vienen señalando que se está acercando a paso agigantados la cada vez más próxima crisis de alimentos, llamada el “tsunami silencioso”. Una ola de inflación en los precio de los alimentos se está desplazando por el mundo, dejando disturbios y debilitando gobiernos a su paso. Esto lo confirman las estadísticas que demuestran que por primera vez en 30 años están surgiendo protestas por los alimentos, por la falta de comida, en muchas partes y en forma simultánea.
Por ejemplo: En Bangladesh se ha recrudecido los disturbios; China comienza a sentir los rigores de estos desabastecimientos, ya que sus pobres medios, aquellos que viven con 2 dólares al día, están sacando a los hijos de la escuela y disminuyendo las verduras y hortalizas para poder pagar el arroz. Aquellos que viven con 1 dólar al día están reduciendo carne, verduras y hortalizas y una o dos comidas, de modo de poder pagar un tazón de arroz. Y aquellos muy necesitados -que viven con 0,5 dólar al día- enfrentan el desastre. En muchos lugares, la escasez tradicionalmente de alimentos, significa en estos momentos inanición masiva. Las medidas de la crisis actual son miseria y desnutrición. Las clases medias en los países pobres están renunciando a la atención de salud y eliminando la carne, de modo de poder consumir tres comidas al día.
Consecuencia, de la disminución por desgaste natural, de las tierras para el cultivo, desplazamiento de los cultivos tradicionales por cultivos para materias primas para los biocarburantes y crecimiento poblacional.
Marcelo: ¿Los presentes problemas ambientales en qué medida crees tú que afectaran la producción alimentaria futura?.
Lenin: Como consecuencia directa del derretimiento de los hielos polares, se aumentará el agua de los océanos y las inundaciones costeras se intensificarán a tal grado que se producirá un desplazamiento masivo de sus moradores hacia tierra firme de los continentes. Es decir, que nos encontraremos, con un futuro de una alta población humana, relocalizada en nuevas tierras, así como además muchos acuíferos intervenidos por las aguas saladas. La actual tasa de crecimiento poblacional, que nos sitúa con más de 3 mil millones de nuevas personas en los próximos 50 años, nos hace inferir que tendremos menos tierras para el cultivo y mayor población que demandara alimentos. A esto tendríamos que sumarle todas tierras cultivables que ya no tendremos, porque estarán al servicio de la producción de los biocarburantes o biocombustibles.
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Es insospechado, lo que impacta producir cultivos para elaborar combustibles: Deforestación, despoblamiento del campo, pérdida de biodiversidad, contaminación de las aguas, hacinamiento en las ciudades y hambre. onG de diversos países vienen denunciando a los productores de la materia prima vegetales, necesitados por los países desarrollados para su parque automotriz, disminuyendo drásticamente la producción de cultivos vitales para el sustento básico y su seguridad alimentaria de los países no desarrollados.
Marcelo: ¿Explícanos cuales serán esas estrategias que replantearan la nueva realidad alimentaria futura?.
Lenin: Sin pretender caer en la ciencia ficción, no es descabellado pensar que en un futuro próximo, el dólar, el euro, yen o yuan, dejaran de ser los referentes de intercambio comercial y serán desplazados por el litro de agua potable y el tazón de arroz o de frijol. La escasez de estos rubros definirá, las nuevas relaciones de poder en el mundo humano. Las potencias con mayor capacidad de fuego bélico, controlaran los reservorios de agua dulce y tierras para el cultivo que quedaran en cada uno de los continentes. Las guerras por el control del petróleo, será historia.
Marcelo: ¿Que hacer?
Lenin: Hasta ahora, la agenda política mundial, toma con indiferencia el tema ambiental. La seguridad alimentaria, el crecimiento poblacional y el agua potable, son problemas distantes porque no dan votos en lo inmediato. Duro, para no decir misionero o quijotesco, el camino de los ambientalistas, en advertir lo que está por llegar. La solución comienza por la educación ambiental, única salida para tomar conciencia de la realidad presente y de lo que se nos avecina. Lo que hagamos en el presente, desde lo más local, desde lo más cotidiano, sera lo determinante. Las futuras hambrunas podrán ser detenidas a partir del desarrollo de iniciativas que fomenten la seguridad alimentaria en cada comunidad, región o nación. Con legislaciones eficaces, utilización racional de los suelos, valoración de la producción local y protección a los agricultores.
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