EL HORIZONTE INFINITO QUE CHÁVEZ ENSANCHÓ PARA NOSOTROS –
KLORIAMEL YÉPEZ OLIVEROS
EL HORIZONTE INFINITO QUE CHÁVEZ ENSANCHÓ PARA NOSOTROS
Transcurridos cinco años, tu presencia constante en nuestro acontecer es un raudal de vida. Vida que te celebra Hugo Chávez, todos los días; no sabes cómo y cuánto -no lo imaginó tu genio visionario-, nos animas, nos conduces, nos alegras, despiertas nuestra energía perseverante en esta hermosa aventura que nos hermanó a ti. Hermano querido, presidente adorado, estadista sorprendente, veguero planetario, poeta, soñador, constructor y fundador de imposibles utópicos como esta República Bolivariana de Venezuela que nos abriga en su vasto territorio libre, soberanamente libre a pesar de los poderosos enemigos que intentan subyugarlo, usurparlo, mancillarlo. Pero no hablemos de ellos en esta ocasión de celebrarte a ti, Veguero de todos los caminos vitales, Veguero de los tiempos, Veguero de la historia, Veguero portador de las voces de los pueblos, de la fuerza de los pueblos que te encomendaron los horizontes revolucionarios de Nuestramérica infinita. Y tú los ensanchaste hasta la Luna y más allá del Sol.
En tu última proclama invocaste a la Luna luminosa y plena. Porque alcanzaste al astro más cercano a la Tierra con la fuerza de tu voz de los Llanos, con tu canta de alcaraván amaneciendo, con tu canta de alcaraván atardeciendo, con tu risa que a los niños contagias, y los viejos de alma te la envidian, esos viejos de alma de todas las edades. Hoy, a cinco años velando por nosotros desde la eternidad, los chavistas te amamos con más bríos socialistas, con más perspicacia política para defendernos de los engañadores de todo pelaje y oficio; con más coraje para desmantelar cualquier contrarrevolución por colorida que se pinte para confundirnos; tontos no somos ni siquiera lo parecemos y lo hemos demostrado con creces, por algo el Tío Tom de los gringos está asustado, cree que somos para él “una amenaza inusual y extraordinaria”. Sí que es tonto ese belicoso Tío Tonto gringo.
Hoy, después de cinco duros y largos años, nuestra voluntad de luchar, sin pedir ni dar tregua al enemigo imperial, agiganta sus horizontes hasta donde alcanza tu límpida mirada bravía, de hombre honesto, de soldado revolucionario incansable hasta en el reposo de tu Cuartel de la Montaña. Querido Hugo: nuestras lágrimas, dolor ineludible, encauzan la tristeza hacia la victoria siempre, hacia el futuro conquistado, hacia la victoria antimperialista de los pueblos chavistas del Mundo en todos los confines del Planeta, del único mundo posible en esta Era nuestra: el Mundo Socialista, anticapitalista, proletario, antimperialista como tú.
Hugo, dijiste basta y contigo echamos a andar, ya nada nos detendrá en esta larga marcha. Tú nos acompañas y eso es todo cuanto necesitamos para alcanzar el horizonte ensanchado por ti, y desde allí permanecer vigilando que no se meta el enemigo por la puerta de atrás mientras cuidamos la puerta principal. Tontos no somos, ni siquiera parecemos, no en balde tú naciste en esta cuna de Bolívar, cuna de libertadores, Suramérica se llama y ella te proclama con su impetuosa fuerza, Comandante eterno, Comandante Chávez.
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