jueves, 15 de marzo de 2018

El FRAUDE ELECTORAL DE COLOMBIA 
Por fin pude entender como Duque y Uribe ganaron las elecciones. Les comparto apartes de texto de un anónimo analista:
A propósito de las consultas interpartidistas del pasado domingo 11 de marzo.
Todo transcurría sin contratiempos a pesar de la agresividad con que reconocidos dirigentes de la ultraderecha instigaron el ataque eleve, la agresión y él linchamiento físico y moral de sus contradictores, semanas antes de la realización de los comicios.
Prueba de ello fueron los reiterados intentos de agresión contra el candidato de la FARC Timoleon Jiménez y el atentado a bala contra el candidato presidencial Gustavo Petro en Cúcuta.
Por eso llamo la atención la forma sensacionalista y atropellada con que abrieron los noticieros del medio día. Todos a una, a cual más, titulaban de manera sensacionalista, que la gran noticia era la ausencia de tarjetones de la consulta interpartidista de la derecha.
Cómo un huracán, los corresponsales recorrían las mesas de votación mostrando la falta de los tarjetones, “asaltaban” a los jurados increpándolos por la falta de los mismos mientras extendían sus micrófonos y cámaras a indignadxs ciudadanxs.
Una parafernalia de imágenes e indignación se tomó los noticieros cuyos corresponsales coincidían “casualmente” en el sitio y el momento en que escaseaban los tarjetones para la consulta de la derecha.
Una turba enfurecida se tomó los primeros planos de los informativos y como en un acto de magia, quedaron sepultados los hechos realmente relevantes de la jornada comicial: la ausencia de hechos de violencia después de 52 de guerra fratricida, y el hecho histórico de los comandantes de la FARC depositando sus votos en las urnas.
En cuestión de minutos, el problema, que según el propio Registrador, solo afectaba 26 mesas de las cerca de 104.000 instaladas en todo el territorio nacional, se volvió “incontrolable”. El CNE y la Registraduría, autorizaron (o validaron?) el multicopiado de tarjetones y, con ello, la ruptura de cualquier viso de legalidad de las consultas interpartidistas.
Mientras esto sucedía en Unicentro y en algún barrio de familias prestantes de Medellín, Gustavo Petro denunciaba la falta de tarjetones de su consulta en varias regiones del país, y las presiones que sufrían muchos de sus electores para que votaran por la consulta de la derecha.
Pasada la borrasca, la jornada se fue normalizando paulatinamente. Sin embargo el supuesto espontáneo acto de descontento, había cumplido su propósito perverso.
El explosivo descontento amplificado por una calculada como perversa matriz mediática, orquestada y sincronizada desde los consorcios informativos de RCN y Caracol, habían logrado inducir un supuesto fraude en contra de la consulta de la derecha pero, especialmente, opacar el hecho histórico de la concurrencia a las urnas de los ex combatientes guerrilleros de la FARC.
Con el cierre de las urnas y la publicación de los primeros resultados, fue evidente, la caudalosa votación por la consulta interpartidista de la derecha.
Para las 8 de la noche ya el candidato Duque aventajaba por más de 2 millones a Martha Lucia Ramírez y quintuplicaba al Sr. Ordoñez.
Los boletines se iban sucediendo y la votación por la consulta de la derecha continuaba creciendo de manera extraordinaria.
Darío Arizmendi se deshacía en elogios con la “nueva Estrella” de la política colombiana, el Dr. Iván Duque, quien, alrededor de las 9 de la noche ya alcanzaba la cifra de los 4’038.101 votos y un guarismo total de poco más de 6 millones de votante por la consulta de la derecha.
Alrededor de las 11 de la noche, la Registraduría y el CNE, anunciaron la nueva composición del Parlamento, el 98% de las mesas.
El CD aparecía con la mayor votación (2’513.320 votos) para Senado y la Cámara (con 19 y 32 cabildantes respectivamente).
El ex presidente y actual senador aparecía como el candidato más votado en el senado con poco más de 800.000 votos.
En la consulta interpartidista de la izquierda Gustavo Petro lograba su nominación con cerca de 2’800.000 votos del total de los aproximadamente 3’500.000 votos depositados por la Consulta de la Inclusión Social.
En esas sumas y restas fue haciéndose evidente la enorme brecha entre los 4 millones de votos obtenidos por Duque en la Consulta y los 2’500.000 votos del CD para Cámara y Senado.
Las cuentas no cuadraban. Podría ser posible que los electores disciplinados del CD hubieran concurrido a votar por su candidato en la Consulta, pero hubieran dejado de votar por sus candidatos a Cámara y Senado?
Conociendo el carácter disciplinado, “cuasi” maoísta del CD, esto sonaba inverosímil.
Quedaba entonces el beneficio de la duda en torno a la posibilidad de que actores distintos a la militancia del CD, hubieran votado por Duque.
Veamos.
Habrían votando por Duque, los votantes del PL hoy ubicado en las antípodas políticas con el uribismo, como quiera que De La Calle es uno de los más férreos defensores del Acuerdo de Paz y de la necesidad de su implementación?
Votarían por Duque los votantes de CR hoy en franca carrera hacia la casa de Nariño?
O los del Partido de la U, el partido del presidente Santos, bajo fuego cruzado permanente del CD?
O la Coalición de Fajardo, Verdes y Polo?
O la sumatoria de todos los partidos minoritarios?... que ni siquiera juntos alcanzan el umbral?
De donde salieron entonces los 1’500.000 que aparecen en la votación por Duque pero que se esfuman para Cámara y Senado?
La única explicación plausible es que esos votos fueron introducidos en las urnas por votantes que depositaron dos o varias fotocopias en la consulta de la derecha.
El fraude no sólo fue posible gracias a la “flexibilización extrema” del control de los tarjetones en las diferentes mesas, sino también, por la estrategia mediática, que simultáneamente emitió mensajes fuerza, sobre el supuesto fraude que se estaba fraguando contra la consulta de la derecha, por la via de la ausencia de tarjetones.
La cereza en el pastel corrió por cuenta del inefable Registrador Nacional Juan Carlos Galindo Vacha, quien minimizo la gravedad de lo sucedido y aprovecho para notificarle al país que no renunciaría.
Se confirmaban así los temores del Candidato Petro, quien una semana antes había denunciado un eventual fraude debido a la negativa de la Registraduría a digitalizar e incluir en el formato E-14 los resultados de las consultas interpartidistas.
Siendo ya de por si grave lo que ha sucedido a los ojos del mundo, quiero llamar la atención sobre lo que a mi modo de ver es mucho más grave de cara a los comicios de mayo.
La banalización del fraude descomunal del Sr Duque en la consulta (lo cual debería ocasionar su expulsión inmediata y la de su partido de los comicios del próximo 27 de mayo), le notifica al país que va a ser sobre la figura de un fraude continuado y un modus operandi probado, como el CD concurrirá a las elecciones de Mayo.
Todo ello respaldado por una matriz mediática nacional e internacional que combina las proliferación de notas que muestran su parte humana, (CNN lo entrevisto interpretando a capela canciones de Pablo Milanés) con su caracterización como brillante estadista…a pesar de sus escasos 42b años y de no haber desempeñado en su vida ningún cargo público de importancia en el país.
La estrategia mediática liderada por Arismendi, y de la cual hacen parte consorcios informativos como Caracol, RCN, Semana, El Tiempo, CNN y el Grupo Prisa de España, según la cual ningún otro candidato tiene nada que hacer el próximo 27 de mayo (mucho menos Petro) frente a la votación insuperable de la coalición de derecha, tiene el propósito de crear en el imaginario de lxs colombianxs y el mundo que solo resta esperar al 27 de mayo para que Duque cumpla con la formalidad de ser declarado presidente de Colombia.
Estamos pues en presencia de un grotesco fraude continuado que empezó ayer y que va al menos hasta el 27 de mayo.
Fraude que además de buscar opacar el hecho histórico y simbólico de los comandantes guerrilleros depositando sus votos en las urnas, pretende ocultar la estruendosa derrota del todo poderos candidato uribista que, sin el millón y medio de votos depositados fraudulentamente, estaría un millón de votos por debajo del candidato “Castro chavista” Gustavo Petro, constantemente matoneado, vilipendiado, desprestigiado, bulliniado, satanizado... y agredido.
Candidato que además ha hecho su campaña en medio de las más adversas condiciones. Sin ningún respaldo financiero, sin la exorbitante batería mediática nacional e internacional, sin maquinarias partidarias, sin clientelas propias de la contratación pública, sin las tulas de dineros ilegales que, en un ritual que se repite cada año, son lavados y legalizados por las mafias y los poderes narcotraficantes y paramilitares. ...y sin las garantías mínimas de seguridad.
Concluyo diciendo que mi hipótesis parte además de reconocer que esta decisión de la derecha no sólo obedece a un hecho doméstico, la elección del nuevo presidente de Colombia, NO, se trata de una decisión de la derecha latinoamericana y mundial de precipitar un desenlace favorable en Colombia (hoy en riesgo con el avance de Petro) como antesala de una acción “decisiva” sobre Venezuela.
Somos el obstáculo y lo van a intentar remover a cualquier precio.
De nosotrxs depende en gran parte, con nuestrob voto por Petro o por unao coalición que le cierre el paso a la ultraderecha, preservar lo poco que queda de la democracia en Colombia y evitar el regreso a la región de las políticas guerreristas y de desestabilización que hoy promueven los carroñeros de la guerra aquí yEl FRAUDE. Por fin pude entender como Duque y Uribe ganaron las elecciones. Les comparto apartes de texto de un anónimo analista:
A propósito de las consultas interpartidistas del pasado domingo 11 de marzo.
Todo transcurría sin contratiempos a pesar de la agresividad con que reconocidos dirigentes de la ultraderecha instigaron el ataque eleve, la agresión y él linchamiento físico y moral de sus contradictores, semanas antes de la realización de los comicios.
Prueba de ello fueron los reiterados intentos de agresión contra el candidato de la FARC Timoleon Jiménez y el atentado a bala contra el candidato presidencial Gustavo Petro en Cúcuta.
Por eso llamo la atención la forma sensacionalista y atropellada con que abrieron los noticieros del medio día. Todos a una, a cual más, titulaban de manera sensacionalista, que la gran noticia era la ausencia de tarjetones de la consulta interpartidista de la derecha.
Cómo un huracán, los corresponsales recorrían las mesas de votación mostrando la falta de los tarjetones, “asaltaban” a los jurados increpándolos por la falta de los mismos mientras extendían sus micrófonos y cámaras a indignadxs ciudadanxs.
Una parafernalia de imágenes e indignación se tomó los noticieros cuyos corresponsales coincidían “casualmente” en el sitio y el momento en que escaseaban los tarjetones para la consulta de la derecha.
Una turba enfurecida se tomó los primeros planos de los informativos y como en un acto de magia, quedaron sepultados los hechos realmente relevantes de la jornada comicial: la ausencia de hechos de violencia después de 52 de guerra fratricida, y el hecho histórico de los comandantes de la FARC depositando sus votos en las urnas.
En cuestión de minutos, el problema, que según el propio Registrador, solo afectaba 26 mesas de las cerca de 104.000 instaladas en todo el territorio nacional, se volvió “incontrolable”. El CNE y la Registraduría, autorizaron (o validaron?) el multicopiado de tarjetones y, con ello, la ruptura de cualquier viso de legalidad de las consultas interpartidistas.
Mientras esto sucedía en Unicentro y en algún barrio de familias prestantes de Medellín, Gustavo Petro denunciaba la falta de tarjetones de su consulta en varias regiones del país, y las presiones que sufrían muchos de sus electores para que votaran por la consulta de la derecha.
Pasada la borrasca, la jornada se fue normalizando paulatinamente. Sin embargo el supuesto espontáneo acto de descontento, había cumplido su propósito perverso.
El explosivo descontento amplificado por una calculada como perversa matriz mediática, orquestada y sincronizada desde los consorcios informativos de RCN y Caracol, habían logrado inducir un supuesto fraude en contra de la consulta de la derecha pero, especialmente, opacar el hecho histórico de la concurrencia a las urnas de los ex combatientes guerrilleros de la FARC.
Con el cierre de las urnas y la publicación de los primeros resultados, fue evidente, la caudalosa votación por la consulta interpartidista de la derecha.
Para las 8 de la noche ya el candidato Duque aventajaba por más de 2 millones a Martha Lucia Ramírez y quintuplicaba al Sr. Ordoñez.
Los boletines se iban sucediendo y la votación por la consulta de la derecha continuaba creciendo de manera extraordinaria.
Darío Arizmendi se deshacía en elogios con la “nueva Estrella” de la política colombiana, el Dr. Iván Duque, quien, alrededor de las 9 de la noche ya alcanzaba la cifra de los 4’038.101 votos y un guarismo total de poco más de 6 millones de votante por la consulta de la derecha.
Alrededor de las 11 de la noche, la Registraduría y el CNE, anunciaron la nueva composición del Parlamento, el 98% de las mesas.
El CD aparecía con la mayor votación (2’513.320 votos) para Senado y la Cámara (con 19 y 32 cabildantes respectivamente).
El ex presidente y actual senador aparecía como el candidato más votado en el senado con poco más de 800.000 votos.
En la consulta interpartidista de la izquierda Gustavo Petro lograba su nominación con cerca de 2’800.000 votos del total de los aproximadamente 3’500.000 votos depositados por la Consulta de la Inclusión Social.
En esas sumas y restas fue haciéndose evidente la enorme brecha entre los 4 millones de votos obtenidos por Duque en la Consulta y los 2’500.000 votos del CD para Cámara y Senado.
Las cuentas no cuadraban. Podría ser posible que los electores disciplinados del CD hubieran concurrido a votar por su candidato en la Consulta, pero hubieran dejado de votar por sus candidatos a Cámara y Senado?
Conociendo el carácter disciplinado, “cuasi” maoísta del CD, esto sonaba inverosímil.
Quedaba entonces el beneficio de la duda en torno a la posibilidad de que actores distintos a la militancia del CD, hubieran votado por Duque.
Veamos.
Habrían votando por Duque, los votantes del PL hoy ubicado en las antípodas políticas con el uribismo, como quiera que De La Calle es uno de los más férreos defensores del Acuerdo de Paz y de la necesidad de su implementación?
Votarían por Duque los votantes de CR hoy en franca carrera hacia la casa de Nariño?
O los del Partido de la U, el partido del presidente Santos, bajo fuego cruzado permanente del CD?
O la Coalición de Fajardo, Verdes y Polo?
O la sumatoria de todos los partidos minoritarios?... que ni siquiera juntos alcanzan el umbral?
De donde salieron entonces los 1’500.000 que aparecen en la votación por Duque pero que se esfuman para Cámara y Senado?
La única explicación plausible es que esos votos fueron introducidos en las urnas por votantes que depositaron dos o varias fotocopias en la consulta de la derecha.
El fraude no sólo fue posible gracias a la “flexibilización extrema” del control de los tarjetones en las diferentes mesas, sino también, por la estrategia mediática, que simultáneamente emitió mensajes fuerza, sobre el supuesto fraude que se estaba fraguando contra la consulta de la derecha, por la via de la ausencia de tarjetones.
La cereza en el pastel corrió por cuenta del inefable Registrador Nacional Juan Carlos Galindo Vacha, quien minimizo la gravedad de lo sucedido y aprovecho para notificarle al país que no renunciaría.
Se confirmaban así los temores del Candidato Petro, quien una semana antes había denunciado un eventual fraude debido a la negativa de la Registraduría a digitalizar e incluir en el formato E-14 los resultados de las consultas interpartidistas.
Siendo ya de por si grave lo que ha sucedido a los ojos del mundo, quiero llamar la atención sobre lo que a mi modo de ver es mucho más grave de cara a los comicios de mayo.
La banalización del fraude descomunal del Sr Duque en la consulta (lo cual debería ocasionar su expulsión inmediata y la de su partido de los comicios del próximo 27 de mayo), le notifica al país que va a ser sobre la figura de un fraude continuado y un modus operandi probado, como el CD concurrirá a las elecciones de Mayo.
Todo ello respaldado por una matriz mediática nacional e internacional que combina las proliferación de notas que muestran su parte humana, (CNN lo entrevisto interpretando a capela canciones de Pablo Milanés) con su caracterización como brillante estadista…a pesar de sus escasos 42b años y de no haber desempeñado en su vida ningún cargo público de importancia en el país.
La estrategia mediática liderada por Arismendi, y de la cual hacen parte consorcios informativos como Caracol, RCN, Semana, El Tiempo, CNN y el Grupo Prisa de España, según la cual ningún otro candidato tiene nada que hacer el próximo 27 de mayo (mucho menos Petro) frente a la votación insuperable de la coalición de derecha, tiene el propósito de crear en el imaginario de lxs colombianxs y el mundo que solo resta esperar al 27 de mayo para que Duque cumpla con la formalidad de ser declarado presidente de Colombia.
Estamos pues en presencia de un grotesco fraude continuado que empezó ayer y que va al menos hasta el 27 de mayo.
Fraude que además de buscar opacar el hecho histórico y simbólico de los comandantes guerrilleros depositando sus votos en las urnas, pretende ocultar la estruendosa derrota del todo poderos candidato uribista que, sin el millón y medio de votos depositados fraudulentamente, estaría un millón de votos por debajo del candidato “Castro chavista” Gustavo Petro, constantemente matoneado, vilipendiado, desprestigiado, bulliniado, satanizado... y agredido.
Candidato que además ha hecho su campaña en medio de las más adversas condiciones. Sin ningún respaldo financiero, sin la exorbitante batería mediática nacional e internacional, sin maquinarias partidarias, sin clientelas propias de la contratación pública, sin las tulas de dineros ilegales que, en un ritual que se repite cada año, son lavados y legalizados por las mafias y los poderes narcotraficantes y paramilitares. ...y sin las garantías mínimas de seguridad.
Concluyo diciendo que mi hipótesis parte además de reconocer que esta decisión de la derecha no sólo obedece a un hecho doméstico, la elección del nuevo presidente de Colombia, NO, se trata de una decisión de la derecha latinoamericana y mundial de precipitar un desenlace favorable en Colombia (hoy en riesgo con el avance de Petro) como antesala de una acción “decisiva” sobre Venezuela.
Somos el obstáculo y lo van a intentar remover a cualquier precio.
De nosotrxs depende en gran parte, con nuestrob voto por Petro o por unao coalición que le cierre el paso a la ultraderecha, preservar lo poco que queda de la democracia en Colombia y evitar el regreso a la región de las políticas guerreristas y de desestabilización que hoy promueven los carroñeros de la guerra aquí.

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