Con entusiasmo y esperanza lanzada candidatura presidencial de las Farc en Bogotá
PACOCOL
Con entusiasmo y esperanza comienza la era del Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) en la ciudad de Bogotá al hacer lanzamiento de las candidaturas a la presidencia de Timoleón Jiménez con fórmula vicepresidencial de la eximia dirigente Imelda Daza Cotes y al senado del ex comandante Iván Márquez.
El histórico acontecimiento se realizó ayer (enero 27) en la localidad Simón Bolívar, después de las tres de la tarde. Miles de personas concurrieron con la fe del carbonero a escuchar las propuestas nuevas y frescas en labios de estos adalides de la paz con justicia social. Hombres y mujeres humildes y entusiastas participaron del magno evento político que constituye un punto de partida para recorrer seguramente el país predicando un país justo y humano al alcance de todos y todas.
Imelda Daza Cotes, inmensa mujer colombiana, llena de vitalidad y esperanza de ver un país libre de violencia, libre de hambre y libre de explotación brutal del hombre por el hombre, convocó a la mujer colombiana a salir y demostrar su liderazgo con decisión y coraje.
En su vibrante intervención dijo entre otras cosas: “Las mujeres somos mayoría. Por eso nuestro compromiso con la paz es trascendental. La guerra se hizo con hijos ajenos, con hijos del pueblo, no de la élite. La paz tiene rostro femenino. Por eso las mujeres del pueblo le prometemos a Colombia y a nosotras mismas, que nunca más criaremos hijos, ni nietos para la guerra”.
Iván Márquez, candidato al senado de la república, indicó: “Saquemos el país adelante, consolidemos la paz eligiendo un presidente que cumpla con lo firmado, que no haga trampas, que busque el bienestar de todos, que no permita que se instale en nuestro suelo jamás el paraíso de los corruptos consentidos y mimados por la justicia parcializada e inútil”.
Agregó: “Timo lo puede hacer. Tenemos que respaldarlo, no podemos dilapidar este momento que nos está ofreciendo la historia para construir nuestro futuro de vida, paz e inclusión para todos”.
“Podemos hacer de Colombia una república de hermanos, que unida en solidaridad garantice nuestro progreso y el respeto frente a las demás naciones del mundo”.
“Estamos aquí en Bogotá. Somos soldados de Manuel Marulanda Vélez y de Jacobo Arenas, nuestros padres fundadores. Juramos no dar un paso atrás en la lucha por lograr la implementación de los acuerdos, porque ella es la base de la construcción de una paz estable y duradera”.
“Pero, lo más importante para ganar esta batalla es que todos nos la juguemos resueltamente, sin titubeos, movilizándonos con determinación, si queremos hacer realidad el sueño de una nueva Colombia justa y bien relacionada con sus vecinos y el mundo”
“Nosotros no somos oposición de nadie, nosotros somos el futuro. No estamos interesados en engarzarnos en una disputa estéril de palabras con otros partidos, nuestro interés superior es sacar a Colombia de la pobreza y de la miseria en que se encuentra; estamos abiertos al diálogo con todos los candidatos que piensan y sueñan un a Colombia distinta, más comprensible y humana”.
Por su parte, el candidato presidencial Timoleón Jiménez, presentó una síntesis de su propuesta de gobierno, llamando a la convergencia para sacar al país del estado de postración en que lo tiene sometido la tradicional y corrupta clase dirigente.
“No todo en Colombia es violencia, dijo. Es mucho más la gente creativa y es ante todos ellos y ellas que nos presentamos ahora”.
Al referirse a las causas de tanta injusticia social que hay en Colombia, Timoleón Jiménez, expuso algunas: “No en vano el país alcanza el segundo lugar en desigualdad entre ricos y pobres en nuestro continente. Solo Haití nos supera. Y a ello obedece lo fundamental a que el aparato del Estado está diseñado y funciona para servirle de manera principal al enriquecimiento de esa élite privilegiada”.
“La economía del país se encuentra organizada de tal manera que los grandes capitales, los bancos, las aseguradoras, las firmas constructoras, los grandes propietarios de tierra y las mafias, aumenten diariamente su fortuna, sin importar que millones de colombianos y colombianas carezcan de las mínimas posibilidades de salir adelante, que los campesinos emigren a las ciudades a engrosar los cinturones de miseria”.
“Lo que cuenta es que los proyectos grandes de calidad de exportación, se multipliquen y lucren. Allá, los pobres, que se las arreglen como puedan, la culpa la tiene su pereza. Así piensan. Y a ese Estado, al servicio de los poderosos, ha sido posible gracias al control que sobre él mantienen políticos profesionales del engaño y la mentira”.
“En nuestro país, se construyó durante décadas una maquinaria clientelista y corrupta, un mercado de favores para sus propios bolsillos. A viejos y corruptos partidos como el liberal y el conservador, sucedieron otros partidos y movimientos, siempre encabezados por reconocidos caudillos de esas mismas colectividades, con nombres, colores y símbolos nuevos. Apenas en la apariencia renovaron la política colombiana, porque en realidad la hundieron aún más en el fango de la pudrición”.
“Solamente liberando al Estado de las manos de esa vieja clase política, pueden los pobres y necesitados de este país tener futuro. Colombia requiere de una nueva política que ponga el acento principal en el pueblo trabajador, en su condición y dignidad humana, en su rehabilitación económica, social, política y cultural”.
“Nuestro Partido no llega a presentarse como una fórmula mágica de salvación, venimos a proponer un despertar general, una toma de conciencia en el sentido de que cambiar las cosas es posible”.
“La política se transformará de lo que es hoy, en una actividad noble y bienhechora cuando los colombianos del común, sean sus verdaderos protagonistas, sean los que se apoderen de ella”, destacó el candidato presidencial Timoleón Jiménez durante el lanzamiento de su campaña en Bogotá con la presencia de miles y miles de personas.
A pesar de la campaña sucia de la derecha y extrema derecha e incluso, de algunos que posan de izquierda, las propuestas del nuevo y novedoso Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), se abren camino y con miles de dificultades comienzan a llegar a sectores humildes en barrios y veredas más distantes de Colombia. Son propuestas que llegan al pueblo desamparado como un haz de esperanza, una posibilidad de un cambio radical que permita el alimento para todos y todas, la vivienda, la educación, la salud, la recreación y el bienestar sin privilegios de ninguna naturaleza.
Por eso, cada uno tiene el compromiso de multiplicar este mensaje, esta propuesta en su junta de acción comunal, en su organización popular, indígena y sindical, en las organizaciones femeninas, en las organizaciones juveniles, ambientales, LGTBI, etc. El pueblo debe politizarse porque a partir de allí tiene elementos, argumentos para entender el origen de la miseria y la violencia en Colombia, pero lo más importante, encontrar fórmulas para superar este estado y construir entre todos, una sociedad justa y humana con plenos derechos y deberes.
Un elemento más para decir qué histórica es este debate electoral. Hay que tomar la iniciativa y no asumir una simple postura contemplativa. Manos a la obra.
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